Tenai estaba dando vueltas dentro de su prisión luminosa. Estaba pensando en lo que dijo su tía. "¡Te arrepentirás! ¡Tú y tus amiguitos!" ¿Podía ser que los Ojos supiesen dónde están? Tenai debía salir de esa prisión y encontrar a sus amigos. Y tenía que hacerlo ya. La próxima vez que Klair entrase por esa puerta, tenía que escapar.
Como respuesta a su idea, la puerta se abrió. La sombramante se preparó. Lucharía si hacía falta. Sin embargo, nadie entró. La chica esperó un par de segundos antes de acercarse a la puerta. Solo había un pasillo luminoso pero vacío.
Tenai sospechaba que pudiese ser algún tipo de trampa, pero empezó a caminar por ahí. El pasillo se curvaba y acababa dando a una sala oscura. A pesar de que, como sombramante, Tenai viese mejor en la oscuridad que el resto de las personas, tanto tiempo en una prisión tan brillante hizo que le costase adaptarse a esas condiciones de oscuridad.
Salió de su celda y se frotó los ojos un par de veces. Al fin pudo empezar a distinguir cosas en la oscuridad. Una sala de piedra con unas escaleras y una persona frente a ella. Klair.
—¿Qué significa esto? —preguntó Tenai.
—Vete —dijo Klair mientras lanzaba algo a Tenai. La daga negra que su abuelo le había regalado.
Klair empezó a dar media vuelta, pero algo lo tiró. Intentó moverse, pero fue incapaz. ¡Estaba atrapado por sombras!
—No sé qué es lo que pretendes —dijo Tenai mientras se ponía delante de él—, pero no me fio.
—Vete —respondió el chico—. Simplemente vete de aquí.
—¿Y cómo sé que no me vas a apuñalar por la espalda mientras huyo?
—Escúchame. Ninguno de los dos queremos que estés aquí. Sé que has escuchado los mensajes de Krada en los templos ulemos. Sé que tus amigos y tú queréis parar los pies a Emón, evitar que libere los demonios. ¿Pretendes hacerlo mientras te pudres en esta prisión? Si la respuesta es no, ¡vete de aquí!
Tenai miró a Klair durante un par de segundos, dudando. Al final optó por hacerle caso. Le liberó y se marchó, sumergiéndose entre sombras para moverse más rápido. Ascendió las escaleras y se encontró con un problema. Había llegado a una sala circular con varias salidas. No supo cual tomar, así que escogió una aleatoria y fue por ella. Se sumergió de nuevo entre sombras y recorrió velozmente el pasillo, pero solo llegó a una celda abierta y vacía. La sombramante volvió a la sala circular y tomó otra salida, pero nuevamente la llevó a otra celda vacía. Y los mismo pasó con la siguiente.
Cuando Tenai tomó la cuarta salida, llegó a una celda, solo que esta tenía la puerta cerrada.
—¿Dónde demonios está la salida? —gritó frustrada, sin esperar ninguna respuesta.
—Según sales, tienes que tomar el segundo pasillo a la izquierda —dijo una voz que provenía del interior de la celda.
Tenai se sobresaltó, pero luego se acercó a la puerta de la celda.
—¿Hola? —preguntó.
—Hola, joven sombramante.
—¿Cómo sabes que soy una sombramante? Tu voz me suena, ¿nos conocemos de algo?
—Sé muchas de las cosas que ocurren en esta prisión. Y se podría decir que sí nos hemos conocido. Sin embargo, no deberías quedarte aquí de cháchara. Estoy seguro de que Sver debe estar buscándote. Sería mejor no hacer esperar a tus amigos, ¿no?
—¿Los conoces?
—Sí. He oído que recientemente ha habido un ataque a una prisión de alta seguridad. Los Ojos Blancos sospechan que fueron ellos. Pronto reforzarán la seguridad de esta prisión para evitar que vengan a por ti... o a por mí.

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Esdria
FantasíaHace mucho tiempo, Lord Emón descendió de los cielos para desterrar a los demonios, grotescas criaturas de más allá de este mundo Ahora el mundo de Esdria es mucho más tranquilo y los demonios rara vez se ven Esta es la historia de cinco jóvenes de...