Momentos antes de la llegada de Hazel con Mabel
El mango de su bastón estaba cubierto por una mezcla de sangre de unicornio y sirena, dejando un acabado plateado que solo un ojo experto podía reconocer como un encantamiento. No siempre le interesaban los movimientos de todos los jugadores durante una partida; de vez en cuando lo usaba, como había hecho en la cocina, pero después de conocer al grupo de Mabel pensaba que tal vez necesitaría mantener una vigilancia constante. Por ello, buscó una forma más práctica de llevarlo siempre consigo. El tiempo terminó dándole la razón.
Antes de llegar al auto, Lele y Cereza notaron un problema serio. Aunque de la mansión quedaba poco en pie, algo que llenaba de orgullo al ave de fuego, la barda que cerraba el terreno seguía intacta. Podrían intentar atravesar el bosque con el vehículo, pero Lele recordaba que el camino estaba lleno de pendientes pronunciadas, lo que hacía poco probable que el auto sobreviviera como lo hizo el mini jeep. Sobrevolaron la mansión fingiendo indiferencia mientras inspeccionaban el terreno. La criatura de madera los seguía furiosa, agitando los puños en el aire y esforzándose al máximo para alcanzarlos. Astarté había desaparecido de su interior, quedándose a vigilar la casa abandonada y confiando en su hijo berrinchudo para atraparlos.
No estaban impresionados por sus habilidades, pero tampoco querían arriesgarse a que atacara el auto al percibir su interés en él. No podían permitirse perder más tiempo; su prioridad era salir del juego antes de que Mabel aceptara un trato con Hazel. Aunque habían prometido no intervenir, jamás dijeron que no podían alejarla rápidamente de allí. Sabían que eran los únicos que realmente se tomaban en serio el "no intervenir", ya que el moderador había ignorado por completo las propias reglas del sistema que se supone debían amarrarle las manos.
—"Hay que ir por él" — comentó Lele, sacando una cuerda de su bolsillo.
A pesar de dar un rodeo por el bosque, Cereza los condujo a toda velocidad hacia su víctima. Su salud aún era frágil, por lo que su fuerza no bastaba para cargar a una persona por el aire, pero con la ayuda de Lele esos problemas se resolvieron fácilmente.
Ese momento, Hazel y Gustav estaban inclinados sobre un agujero en la tierra, observando el cuerpo inerte de Cerelia. Su estómago estaba abierto de par en par, manchando el lino de su vestido.
— No parece que le quede mucho tiempo — dijo el pelirrojo cuando los alcanzaron.
Hazel miró por encima del hombro justo a tiempo para ver cómo Lele asaltaba a Gustav por detrás. Lo ató tan rápido que sus movimientos apenas fueron visibles. Lanzó un extremo de la cuerda a Cereza y sujetó el otro, corriendo con él hacia el bosque. El moderador permaneció allí, indiferente ante el secuestro de su ayudante e incluso más apático frente a los últimos momentos de vida de la mujer enterrada.
Había un tiempo de gracia entre que su sigilo desaparecería de ese mundo y el instante en que lo último de su energía se disipara, que Astarté seguramente intentaría aprovechar para reemplazar su recipiente. Sabiendo eso y el dúo de secuestradores dirigiéndose hacia la arcade, Hazel supo que esta era su última oportunidad para convencer a Mabel de aceptarlo. Mientras vigilaba a Gustav a través del bastón, él mismo se hundió en las sombras para acortar el camino hacia la casa.
Lele y Cereza habían llevado a Gustav hasta el vehículo por la fuerza, turnándose para distraer al monstruo de madera. El mayordomo sobrevivió a la cuerda apretada alrededor de su cuello por pura suerte. Fue Lele quien, con una lanza, lo obligó a ponerse frente al volante, amarrándolo con firmeza al asiento del conductor para evitar que escapara. Su compañero alado arrasaba con las pocas secciones de bosque que seguían en pie, buscando al monstruo bajo tierra con ferocidad. Había bombas ocultas en el suelo, colocadas por Lele más temprano ese día, que solo requerían desprender el papel de precaución para activarse.
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Rever Arcade
AventuraMabel quería dinero, una casa propia y felicidad. Aceptó entrar al mundo de juegos de Rever Arcade para buscar al hermano perdido de alguien, con la promesa de volverse ridículamente rica al terminar. Sin embargo, no esperaba acabar siendo dueña de...