Quiero estar a tu lado || My Hero Academia x Reader

Eternidad - Bakugou Katsuki

Pedido por: Nohe_14.

:-:

La suave y fría brisa de finales de otoño soplaba llenando cada rincón del aroma de la nostalgia. Los rayos de sol se colaban entre las ramas de un deshojado árbol de cerezo, brindándole iluminación etérea al paisaje.

Bakugou estaba sentado frente a ella, grabando en su retina, para reproducir la memoria posteriormente, las sinuosidades de su cuerpo, el brillo de sus pupilas, la forma de su rostro, cómo el cabello le enmarcaba el rostro y cómo sus labios delineaban su sonrisa...

Y es que para Katsuki era imposible pensar que vería tal belleza en un humano, como si no fuera de ese mundo. Sin embargo, por esa impresión surreal que le dejaba tenerla frente a él, sentía que los pocos minutos que se podía sacar del trabajo como héroe profesional para verla, podían convertirse en todo el tiempo necesario para crear y destruir un universo.

—Sé que soy linda, pero no me comas antes de tiempo —bromeó ella, incómoda pero halagada.

—Ni que estuvieras tan buena —bufó con el esbozo de una sonrisa en las comisuras de sus labios.

—Tenías que salir con tus cosas, ermitaño de las montañas...

—¿Sigues con eso? Que solo hice ese papel porque el estúpido de Deku convenció a todos de que me quedaría como anillo al dedo.

—Y no me saldrás ahora con que no te gustó hacer gala de tu lado más salvaje en el festival cultural de U.A.

—Solo hice bien mi trabajo, como siempre —dijo sin una pizca de modestia—. La cuestión es que todos perdían la cabeza por el idiota Mitad y Mitad...

—¿Y es que no es suficiente que yo pierda la cabeza por ti? —bromeó mientras él se sonrojaba con violencia y le lanzaba la servilleta con la que comía un nikuman.

—En fin —carraspeó sin querer llevarle la contraria—, creo que no podré visitarte por unos cuantos meses.

—¿Por qué? —ladeó la cabeza, manteniendo una expresión comprensiva.

—Hay un villano en Hokkaido y requieren mi ayuda —explicó y echó la cabeza para atrás con un suspiro—. La agencia hizo que me trasladaran allá por tiempo indefinido, junto con otros compañeros.

—Pero allá hace mucho frío...

—Es un dolor en el trasero tener que ir allá a ver cómo se me congelan los mocos, pero estaré bien.

—Tú y tu delicadeza son algo fuera de este mundo. —Rio, inclinándose hacia él como si quisiera cortar la distancia entre ambos.

—¡Es la verdad! Prefiero evitar los climas fríos. Para colmo, en esta época la temperatura desciende tanto que llega a los grados bajo cero...

—Ve el lado positivo, habrá nieve y podrás hacer ángeles de nieve y muñecos también. Además, en noches que haga mucho frío, puedes preparar un chocolate caliente con malvaviscos, encerrarte en el cuarto bajo las cobijas y ver una película. Suena tentador.

—... —Bakugou alzó una ceja—. No soy una niña... Si está haciendo frío, lo mejor es ir al gimnasio.

—O hacer cosas sucias —propuso con un ligero movimiento de las cejas.

—Luego dices que soy yo el que carece de delicadeza. —Sonrió de forma lánguida y abrazó sus rodillas para acomodar el mentón—. Pero si no estás tú, no es una opción.

—Ay, me halagas. —Rio acalorada y desviando sus pupilas de las de él—. Pero tienes que disfrutar mucho del viaje, ¿sí? Y no hacer cosas imprudentes.