Quiero estar a tu lado || My Hero Academia x Reader

Al revés - Todoroki Shouto

Pedido por: lucianam15 (Espero que lo disfrutes ^^)

Aclaraciones: Gender Bender.

:-:

—¿En qué piensas? —La pregunta lo sacó del mundo ficticio en el que se había sumergido.

—En la película de ayer.

—¿Encantada?

—Sí. A Koda le encanta, y tú también parecías disfrutarla.

—¿A ti no te gustó?

—Bueno, no apruebo que haya limpiado todo con ayuda de cucarachas, palomas y ratas; pero me gustó verte cantar. Fue divertido.

Su interlocutora le sonrió, sin ocultarle el arrebol brillante que empezaba a formársele en las mejillas. Sintió cómo el estómago le revoloteaba cálidamente.

—No recuerdes eso. Hice el ridículo, muy probablemente.

—Para nada. Te veías precio...

—¡Ya me cansé de tantas mentiras!

Todoroki ladeó el rostro a la par que su novia también dirigía la mirada a la pareja de la mesa contigua. Una mujer golpeaba la madera, furiosa, mientras el hombre, irritado, procuraba tranquilizarla.

—Por favor, cálmate, nos están mirando.

—Me importante un reverendo pepino que nos estén viendo. —Se puso en pie y su pareja le imitó—. Tú siempre estás ocultándome cosas.

—Es por tu bien...

Shouto miró a su novia y ella asintió. Con cautela, quisieron intervenir al notar que nada saldría bien si continuaban peleando, la chica estaba emanando un humo azulado extraño.

—Detente. No hagas esto, cariño.

—¡No me vuelvas a decir cariño! ¡Esto se acabó!

(T/N) tocó su hombro al mismo tiempo que la mujer pronunciaba la última palabra, haciendo estallar el extraño humo en una voluta añil. Intentó dispersarla, pero le obstruía la visión. Al menos con eso habían logrado calmar a la mujer quien apenas era consciente de haber activado su kosei accidentalmente en público.

—Shouto. —Sintió sus dedos rodeándole la muñeca y tirando de ella para apartarla de la explosión.

Escucharon a la mujer soltando una interjección mientras una cascada de disculpas les llovía a ambos. En ese instante, (T/N) se sentía a instantes de asfixiarse, con los ojos anegados y tos seca; mientras Todoroki encontró que todo lo que le rodeaba se había agrandado unos cuantos centímetros, y la nariz le picaba.

Cuando la nube azul se disipó, la pareja de adolescentes se quedó viendo con incredulidad, se repasaron con la mirada y tuvieron que reprimir un grito.

—¡Eres mujer!

—Eres hombre —acotó el otro sin imbuir su tono con preocupación, a pesar de que sus ojos expresaban su ataque de pánico.

—Lo siento mucho —lloriqueó la mujer—. No era mi intención.

—El lado positivo es que desaparecerá el efecto en una semana —agregó su pareja, viendo cómo el personal de seguridad del centro comercial se acercaba a socorrerlos.

A fin de cuentas, ambos tuvieron que cambiarse de ropa, escuchar la explicación del kosei de la mujer, ver que la pareja se había reconciliado en esos segundos, y llegar a U.A. a explicarle a su tutor lo que había ocurrido. Aizawa no estaba contento por su descuido, pero tampoco los castigó por el percance.