La taza impactó contra el escritorio, estruendosa. El hombre dio un respingo que casi lo bota de la silla mientras el bolígrafo se le escapaba de los dedos. Se llevó la mano al pecho para recuperar el aliento.
—(T/A)-san.
—Estás trabajando como poseso; deberías descansar.
—Es que siento estar tan cerca de la respuesta, pero al mismo tiempo se me escapa cuando estoy a punto de atraparla —explicó, estirándose en la silla mientras la espalda le crujía más de lo normal.
—Ya estás senil —bromeó, a pesar de que era su superior; él le dedicó una mirada de reprimenda—. Déjame ver.
—No es tu caso... —Quiso alejar los papeles, pero ella se hizo del informe con un movimiento grácil de la mano.
—Oh, los casos de suicidio posterior a homicidio; un detective más conformista los hubiera tildado de eso.
—Lo son —Naomasa se masajeó las sienes—, pero hay algo extraño. ¿Por qué el mismo patrón se repite de esa forma? Acepto que pueda ocurrir una vez, sin embargo, van seis casos.
—Eres todo un Watson. —Sonrió, cruzándose de brazos mientras se apoyaba del escritorio del mayor—. ¿Leíste el reporte toxicológico? Hay un principio que se repite en todas las víctimas. La hiosciamina se utiliza en medicina para tratar diversos trastornos, funciona como un anticolinérgico por lo que su principal uso es en afectaciones gastrointestinales. Entre sus efectos indeseables están las alucinaciones, síntomas de intoxicación tipo atropina, euforia...
—Eso lo sé —farfulló, molesto por ser subestimado por alguien diez años menor que él—. ¿Cuál es el punto?
—Por las otras sustancias halladas, podría hablar de las toxinas de Datura stramonium, o estramonio. Quizás es una droga de origen natural...
—Mezclada con compuesto sintéticos —finalizó Naomasa—. La lista era tan larga que no me percaté; supongo que lo que no subrayaste son el resto de compuestos.
—Otros principios y excipientes, sí... Parece que están haciendo pruebas de funcionamiento.
—Aunque si te fijas, el patrón se repite de la quinta a la sexta víctima.
—Quizás ya encontraron la panacea. —Rodeó la silla del hombre y esgrimió otra sonrisa socarrona—. Maravilloso, Watson.
—Si quieres que te diga Holmes, estás muy equivocada —puntualizó, dejando que una sonrisa se delatara en la comisura de sus labios—. Tienes la ventaja por tu kosei.
—No lo digas así; le quitas mérito a mi intelecto. —Hizo un mohín infantil.
Ambos se echaron a reír. Tsukauchi se puso en pie y le sonrió, acariciando su mejilla con la yema de los dedos, sin entender en qué momento habían pasado de ser colegas, a amigos, a algo más que aún no decidían qué era.
—Gracias, (T/N).
—Agradécele a mi kosei. —Se encogió de hombros, posando la mano sobre la de él—. Aunque de nada; estoy segura de que lo hubieras conseguido sin mi ayuda si estuvieras más despabilado.
—No te lo tomes tan a pecho. —Cambió el peso de una pierna a la otra—. Sabes que cuando me enfrascó en un caso, no lo dejo hasta resolverlo.
—Y Makoto y yo podemos ir a freír espárragos, preguntándonos qué clase de enfermedad cardiaca te va a dar.
—Exageras. —Hizo amago de cortar la distancia entre ambos, pero ella colocó un dedo en sus labios.
—Deberías ir a bañarte, Naomasa.
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Quiero estar a tu lado || My Hero Academia x Reader
FanfictionPuede que nuestros corazones no latan a un mismo ritmo, que nuestras respiraciones no se sincronicen, o que siquiera la silueta de nuestras sombras se entrelacen. Aun así, ¿es mucho pedir que me permitas estar a tu lado? Serie de one-shots. 𝐀𝐝𝐯𝐞...