Al final, cuando alcanzaba la cima de la mano de su novia, Bakugou estaba convencido de que cada percance había valido la pena.
Después de todo, había tenido que pasar por el problema de despertar a su novia en la madrugada, obligarla a vestirse, darle la comida y que se adecentara, para después tenerla todo el viaje en el bus babeándole el hombro. Luego, tuvo que llevarla a caballito los primeros cien metros de escalada hasta que espabiló y empezó a andar ella sola con su mochila bien puesta en la espalda. No sabía qué clase de amarre le había hecho para que siguiera amándola del modo en el que lo hacía.
—Hoy el día está perfecto para hacer senderismo, ¿no crees? —comentó ella, disfrutando del tenue sol y la brisa fría—. Por cierto, te luciste con el desayuno.
—Como estabas dormida, pensé que no lo había ni saboreado —bufó—. En serio voy a cumplir la amenaza de alimentarte con un batido de proteínas a través de un embudo.
—¡No serías capaz! —Rio ella, enlazando sus brazos mientras lograba seguirle el ritmo—. Es que ayer llegué tarde a casa y estaba muerta.
—Sí, zombificada... Créeme que me di cuenta porque llegaste balbuceando incongruencias. —Bakugou la sostuvo cuando tropezó con una piedra—. ¿Pero por qué te tardaste tanto? ¿Tu jefe de nuevo se puso como el idiota que es?
—Oye, no es tan idiota.
—Es un imbécil. Punto. Hubo un tiempo en el que creí que se hacía, pero cambié de parecer apenas lo conocí: es un idiota con todas las de la ley.
Ella se rio, divertida, aunque le dio un suave empujoncito con la cadera.
—Estaba trabajando en un artículo sobre la venta libre de equipos de apoyo para usuarios de koseis problemáticos. Tuve que investigar mucho, entrevistar a muchas personas y llamar a otras tantas. Pero el artículo saldrá hoy y quedarás impresionado.
—No me impresionaré porque todos tus artículos son de alta calidad. No espero menos.
Ella se sonrojó, orgullosa. Adoraba la seguridad con la que Katsuki siempre le hablaba, cómo le subía el ánimo y la hacía sentir importante.
Recorrieron los últimos metros en silencio, disfrutando de los sonidos de la naturaleza y del calor de sus pieles cada vez que él la ayudaba a que no perdiera el equilibrio. Llegaron a una planicie, el pasto no crecía en el área donde los campistas se acomodaban, pero los alrededores estaban pintados de verde, salpicado de los diversos colores de las florecillas silvestres.
—¡La vista está espectacular! —celebró ella, adelantándose un par de pasos.
—Y no la has visto de noche. —Bakugou sonrió con altivez—. Ya nos pasamos la hora del almuerzo así que me encargaré de eso y tú...
—¡Armaré la tienda! ¡Déjamelo a mí!
Bakugou asintió. Con ella para encargarse de eso, podía concentrarse en la comida. No comprendía el momento en el que había empezado a confiar en ella, en el que no debía cargar todo el peso él solo porque sabía que ella estaba a su lado. No entendía cómo se había enamorado de ese modo, pero se sentía orgulloso de haberse permitido esos sentimientos y de conseguir estar a su altura para que se fijara en él.
—¡Ya estamos! Dejé nuestras cosas adentro de la tienda. ¿En qué más puedo ayudarte?
—Traje casi toda la comida lista en envases térmicos, pero quería que la ensalada estuviera fresca. Así que, si quieres, puedes hacer el aderezo.
—¡Entendido, jefe!
Ella se sentó a su lado y puso manos a la obra. Le gustaba verlo tan concentrado, cómo su ceño se fruncía levemente y sus dedos se movían con agilidad y propósito. Era afortunada de poder estar a su lado y atesoraba los momentos que podían pasar juntos, sin importar si hablaban o no, le bastaba con eso, con respirar la paz junto a él. Aún recordaba cuando, recién graduada y en búsqueda de una historia grande, le envió una propuesta de entrevista a DynaMight y él aceptó, y a partir de ese momento, él le obsequiaba sus exclusivas hasta que ocurrió lo inevitable.
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Quiero estar a tu lado || My Hero Academia x Reader
Fiksi PenggemarPuede que nuestros corazones no latan a un mismo ritmo, que nuestras respiraciones no se sincronicen, o que siquiera la silueta de nuestras sombras se entrelacen. Aun así, ¿es mucho pedir que me permitas estar a tu lado? Serie de one-shots. 𝐀𝐝𝐯𝐞...