Advertencia: Spoilers sobre el manga.
:-:
Cuando era pequeña, le encantaba ver Animal Planet, los documentales con voces sumamente somníferas, los vídeos divertidos con un comentarista carismático, el top de animales extremos, la programación infantil...
Y sí, con ocho años, ojos brillantes, y mente inocente, no pudo evitar caer en la tentación de ver el programa titulado bajo el rimbombante nombre de 'Cortejo salvaje'. A pesar de que no le hacía mucho anhelo ver animales copulando, su curiosidad la superaba. Así que se sentó una hora entera a recolectar información sobre los diferentes comportamientos de apareamiento de las diversas especies. Las disputas de quién era el más fuerte, el canto más bonito, el mejor baile, la piedra más bonita, el mejor nido, el mejor plumaje...
Y ahí tenía que hacer una pausa.
Varios años después, interesándose por otras cosas y dejando en la bruma del olvido sus interesantes pero innecesarios conocimientos sobre animales, le pareció curioso la actitud de cierto colega en un mundo de koseis.
No recordaba muy bien las especies de aves y sus conductas de cortejo, apenas recordaba al pavo real con sus envidiables colores de su cola, el canto de los gorriones, el pecho escarlata de las fragatas, los nidos de los pingüinos, el baile en Happy Feet, esperen, ese no contaba. Sin embargo, los exuberantes movimientos, los bailes aéreos, la apertura de alas para mostrar el esplendor cual ave del paraíso soberbia, realizados por él eran difíciles de olvidar.
Así que halló fascinante por cómo el jefe de la agencia de héroes solía exhibir su plumaje carmesí con tanta altivez, obviando que sus facciones y su contextura eran atrayentes.
—(T/N), ¿puedes ayudarme con esto?
A pesar de que el héroe tenía su oficina en la cima del edificio, pasaba más tiempo con sus congéneres, caminando o flotando de un lado a otro, atendiendo llamadas y organizando todo. Tras su expresión relajada, realmente se esforzaba mucho. Era admirable y tenía bien merecido su puesto como Héroe Número Dos.
Aunque la joven heroína sabía que debía concentrarse en los aspectos positivos de una figura pública como él y asistirlo por completo. El sujeto despertaba en ella su fascinación infantil; así que no pudo evitar reparar en cómo sus alas se agitaron cuando se acercó a ella, a pesar de que iba caminando. Había sido un gesto breve, pero lo había captado.
—¿Qué es? Oh, un discurso. —Lo leyó brevemente y sonrió—. ¿Qué quieres decirles, Hawks? A veces vale más dejar que las cosas fluyan a ceñirte a un guion. Lo predecible no va contigo.
—Tú sí me conoces. Aun así, quieren que lleve algo para estimar el tiempo que estaré hablando.
—Bueno, está bien. —Agitó la cabeza—. Es un poco rígido para tu estilo, pero creo que servirá. Si quieres puedo sacar las ideas principales y colocarlas como puntos a tratar en una hoja aparte.
—¿Qué haría sin ti? —Sonrió, recostándose del escritorio de su mano derecha.
—Probablemente, procrastinar. —Rio y él le dedicó otra sonrisa—. ¿Vas a salir de nuevo?
—Sí, voy a patrullar. —Se detuvo bajo el dintel y le dio una última mirada a la chica.
Ella alzó la mirada al toparse con la expresión taciturna del héroe.
—Ten cuidado, por favor.
—Cuida la Agencia por mí.
Decirse eso era como un ritual. Llevaban trabajando juntos desde hacía cuatro años. Hawks le había dado un oportunidad para desenvolverse con un kosei no apto para las peleas; mientras ella lo había ayudado a construir su pequeño imperio. Eran los dos miembros más antiguos de la Agencia, y confiaban completamente en el otro. Por eso, para (T/N) no era difícil vislumbrar la seriedad que adquirían las facciones de él cuando dejaba la Agencia en sus manos, porque debía estar metido en algo grave que no podía comentarle con ligereza.
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Quiero estar a tu lado || My Hero Academia x Reader
FanfictionPuede que nuestros corazones no latan a un mismo ritmo, que nuestras respiraciones no se sincronicen, o que siquiera la silueta de nuestras sombras se entrelacen. Aun así, ¿es mucho pedir que me permitas estar a tu lado? Serie de one-shots. 𝐀𝐝𝐯𝐞...