Chocolate
—Nao, ¡esto no es justo! —se quejó, repantigada en la silla de la oficina del detective.
—Lo sé, lo sé —decía él pacientemente, leyendo algunos informes del otro lado del escritorio.
No le sorprendía que ella estuviera en su modo quejumbroso después de leer el horario para los últimos días del año. En la estación era una tradición que los novatos tuvieran que pasar Navidad y Año Nuevo trabajando. A veces creía que era un poco dictatorial, pero no se quejaba de poder pasarla con Makoto esos días, claro, cuando ella no estaba corriendo de un lado a otro organizando fiestas de caridad.
Así, (T/N) ya llevaba dos años sin ser novata. El año anterior se quedó para las festividades porque estaban cortos de personal, y el anterior a ese había sido su año de recién llegada. Si a Tsukauchi le preguntaran, cuando ella estaba en el trabajo y se concentraba era cuando todos rendían mejor, y, por sádico que sonara, le gustaría tenerla allí todos los días, pero el reglamento se lo prohibía y ella probablemente armaría un escándalo.
—No es mi culpa que Yamada se haya embarazado y esté con permiso... Para mí que lo hizo solo para escaquearse del turno.
—Eso es grosero —replicó Tsukauchi, a lo que ella hizo un puchero—. Simplemente pasó y ya tendrá que compensarlo en otro año.
—Si es que no pide permisos por enfermedad —puntualizó y Tsukauchi alzó una ceja, esperando que reflexionara sus rudas palabras—. Ugh, no me mires así. Sé que soné déspota, y muy mal... ¡Pero tengo derecho a ser dramática! ¡Íbamos a tener una cita por Navidad!
Naomasa suspiró como si de esa manera pudiera difuminar un poco la decepción que le había abofeteado la realidad en el rostro. Por supuesto que él también quería pasar tiempo a solas sin pensar en el trabajo, pero sus obligaciones venían primero y ambos eran conscientes de ello.
Sin embargo, Tsukauchi bajó el informe y extendió la mano por encima del escritorio hasta señalar algo en la hoja de los horarios.
—No es en Navidad, y es casi a mediados de enero, pero estaremos libres los dos. Además —le mostró su nombre en el horario—, estaré contigo para Navidad. No te voy a dejar sola.
—No sé si alegrarme porque esto pinta muy romántico, o preocuparme porque estés romantizando el trabajo, y eso es del diablo.
Naomasa rio solo un poco, agitando la cabeza. Su novia no tenía remedio, pero así le gustaba.
—Tómalo como quieras, pero nos encargaremos de todo lo que se nos presente ese día. Quiero estar contigo en las buenas y en las malas.
Ella sonrió, exhibiendo un arrebol, satisfecha. Alargó el brazo para tomarse el resto del café de Naomasa para luego pararse e irse a su pequeño cubículo con el resto de sus colegas. La noticia le había sentado pesado, pero no podía ocultar su repentina y paradójica felicidad.
Navidad llegó más rápido de lo que pensaron, después de todo, entre papeleos y villanos, el tiempo se les escurría de las manos como aceite. No les sorprendió cuando la actividad criminal aumentó para las festividades, porque siempre era así cada año, y recorrieron toda el área en su jurisdicción para cubrir cada uno de los delitos. Interrogaron a un par de malhechores. Y, llegada la noche, cuando solo quedaron ella, Naomasa e Inui, (T/N) se sorprendió al ver todo el trabajo que habían finalizado.
Se metió en la oficina de Tsukauchi y extendió en el suelo la evidencia de algunos asesinatos. Al parecer, no se trataba de un villano per se, sino de un asesino serial. Vio las fotos de las mujeres —y un hombre— con la piel hinchada por el agua de los ríos donde las habían arrojado, e inspeccionó la masacre que habían hecho con sus gargantas, abdómenes y genitales. En silencio, prometió darles justicia.
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Quiero estar a tu lado || My Hero Academia x Reader
FanfictionPuede que nuestros corazones no latan a un mismo ritmo, que nuestras respiraciones no se sincronicen, o que siquiera la silueta de nuestras sombras se entrelacen. Aun así, ¿es mucho pedir que me permitas estar a tu lado? Serie de one-shots. 𝐀𝐝𝐯𝐞...