Quiero estar a tu lado || My Hero Academia x Reader

Número - Todoroki Shouto

Este fanart es de mis favoritos >.<

Algunas curiosidades antes de iniciar:

Murmullo vesicular: Se refiere al sonido normal que hacen los pulmones cuando ingresa aire a los alvéolos; todos los libros de semiología dicen que tiene un toque musical (pero no es cierto, o por lo menos a mí no me parece xD)

Focos cardiacos: Son puntos específicos que permiten escuchar las diferentes válvulas del corazón (En lo personal, me cuesta mucho escucharlos)

Rotación: Es ir al hospital a hacer prácticas, a aprender, a familiarizarse con el ambiente hospitalario... A que los doctores de traten como la caquita de la cucaracha... (Tachen eso último, no todos son tan malos xD)

Littmann y Riester: Son marcas de aparatos diagnósticos (que desearía tener -pinche pobreza-)  

:-:

—Pero, pero, pero...

—Pero nada. —La doctora, más baja que cualquiera de los externos, lo miró afiladamente—. Tienen que acostumbrarse a lidiar con exámenes físicos del sexo opuesto. Así que ustedes, señores, vayan a la habitación 8, camas 23 y 24; y ustedes se quedan aquí. —Se dirigió a las dos muchachas que procuraban no sonreír victoriosas—. Vayan donde aquel paciente. —Movió la mano y señaló una de las camas.

Antes de que las chicas pudieran decir algo, ya se había ido. (T/N) sonrió socarronamente.

—Por fin se hizo justicia.

—Como hombres preferimos examinar hombres porque las mujeres nos pueden tachar de pervertidos y demandar por acoso —puntualizó el más pequeño de ambos muchachos.

—Bueno, de ti no me sorprende. —(T/N) le sonrió con astucia mientras el aludido ponía los ojos en blanco.

—Ya, ya. —Medió el más alto—. Vayamos a morir por allá.

—Suerte —dijo Riko, despidiéndose de ambos muchachos; luego se giró hacia su compañera—. ¿Qué cama dijo?

—Realmente no mencionó ninguna —suspiró, viendo a todos los pacientes de la habitación 1 con sus seis camas—. Y seguro ya se fue a interconsulta... Pero a mí me parece que señaló la cama 3.

—¿O la 4?

Ambas jóvenes vieron al anciano de la cama 4, quejándose porque los doctores iban y venían, todos haciéndole análisis sin curarlo realmente, luego se vieron entre sí y negaron vehementemente.

—Dudo que nos deje hacer algo —mencionó (T/N), abrazando sus equipos diagnósticos.

—Oh, y mira. —Le sonrió en confidencia, señalando al muchacho de la cama 3 que leía algo en el celular—. Está guapo.

—O-oye —regañó, a pesar de armarse con la misma sonrisa estúpida.

La verdad era que el servicio de medicina interna la tenía algo cansada por el montón de pacientes que se deprimían a tal punto que hacían más difícil el trabajo de todos. Y no los culpaba, el ambiente hospitalario era deprimente, el personal era poco amable y siempre les estaban haciendo diferentes pruebas sin informarles previamente sobre el procedimiento. A veces se preguntaba si llegaría el día en que podría animarlos a todos y convertirse en la clase de médico que hace más bien que mal en la psiquis de las personas.

—Buenos días —saludaron ambas, decidiendo quién era la que los iba a presentar.

—Somos estudiantes de medicina —empezó Riko—, ¿nos deja hacerle el examen físico?