Mañana de Navidad - Ojiro

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En la mañana de Navidad, los dormitorios en Heights Alliance permanecían tan callados que daba miedo. Por los corredores deambulaban Todoroki, quien había preferido no ir a su casa, pero aseguraba que saldría ese día, y Tokoyami, cuyos padres habían salido de vacaciones en una segunda luna de miel. Por su parte, la única chica que restaba en los dormitorios, al ser extranjera, no podía darse el lujo de comprar un boleto en avión a su tierra natal, así que tuvo que conformarse con quedarse en la academia.

—Entonces... —La chica cambiaba los canales del televisor, esperando dar con algún programa interesante—. Probablemente cuando tus padres regresen, te sorprenderán con un Tokoyamicito.

—... —Fumikage suspiró, cubriéndose el pico con la parka negra que usaba—. No tenías por qué darme esa imagen mental.

La joven rio hasta que Shouto, mareado por ver las imágenes del televisor cambiar, le quitó el control y lo dejó en El zorro y el sabueso. Ella separó los labios y vio la pantalla con gravedad, notando cómo el muchacho miraba con curiosidad la película.

—Yo me voy. Esa película siempre me pone mal. —Terminó por levantarse y dejar a ambos adolescentes solos.

Paseó la mirada por las fotos que las chicas habían insisto en colocar alrededor de la sala común. Sus ojos se fijaron en la persona con quien le hubiera gustado pasar ese día. Su cabello rubio y la sonrisa tímida lo hacían adorable, pero era tan serio que temía no se hubiera dado cuenta de sus sentimientos por muchas indirectas que le enviaba.

Dio un respingo cuando el timbre del dormitorio resonó en sus tímpanos.

—¡Yo voy!

—Asegúrate de preguntar primero quién es.

—Uy, sí, porque el asesino en serie va a tocar el timbre. —Puso los ojos en blanco, pero igual miró por el ojo mágico porque la película de Navidad Sangrienta que habían visto la noche pasada los había afectado un poco.

Sonrió ampliamente al notar quién era, y abrió la puerta de golpe, alarmando al joven de afuera.

—Buenos días. —Curvó los labios mientras quitaba restos de nieve inexistente de su bufanda.

—Ojiro, ¿por qué no entraste con tu llave?

—Bueno, como no me estoy quedando estos días, pensé que sería de mala educación. Es mejor anunciarse antes, no vaya a ser que me encuentre con una sorpresa.

—Nah, Tokoyami, Todoroki y yo no teníamos planeado hacer una orgía.

Ojito parpadeó varias veces ante el estamento y agitó la cabeza, sintiendo las mejillas arder. Miró por encima del hombro de la muchacha y tomó su muñeca luego de cerciorarse de que estaba vestida apropiadamente para salir un rato.

—Ca-caminemos un poco. —Atajó su brazo hasta la salida de U.A., donde la dejó ir para caminar a una distancia prudente, su cola agitándose de forma nerviosa—. Feliz Navidad, por cierto.

—Gracias e igualmente. —Le sonrió con los cachetes enrojecidos, colocando los pies encima de las pisadas que previamente había dejado alguien—. ¿La pasaste bien con tu familia?

—Sí. Comimos pollo y bebimos un poco. ¿Ustedes?

—Ordenamos una pizza y nos sentamos a ver películas. Me arrepiento de no haber grabado las reacciones de ambos frente a la pantalla. Tokoyami no dejaba de decir frases traídas desde la época del oscurantismo.

—Suena a que se divirtieron.

—Sí. Creo que lo hicieron más por solidaridad, supongo que es triste mi situación.

—No, seguro es porque disfrutan tu compañía —aseguró—. Por cierto, te compré algo por navidad. Espero no incomodarte ni nada, no es nada especial, es más, es tan normal como yo.

La chica abrió los ojos, estupefacta y sonrió como una infanta ante la mención de un regalo para ella especialmente. Extendió las manos y cerró los ojos, parándose en mitad de la acera. Ojiro separó los labios y pasó saliva, queriendo apartar sus pecaminosos pensamientos al tenerla tan vulnerable frente a él. Sin dilaciones, colocó un paquete meticulosamente envuelto sobre sus manos.

—Es... Bueno, ábrelo.

Ella hizo tal y como se le pidió. Sonriendo al ver la bufanda tejida con lana de su color favorito. Sin esperar demasiado, se la envolvió alrededor del cuello.

—¡Gracias! Es linda. En serio tienes buen gusto, Ojiro.

—Pensé que te haría falta porque aquí hace mucho frío. No sé si en tu país nieve, pero...

La chica le dio un beso en la mejilla para callarlo. Ojiro ladeó la cabeza, procurando ocultar el sonrojo a pesar de que su nuca lo delataba. Tomó su mano y continuaron caminando. Se detuvieron a comprar unas crepes y se sentaron a comerlo en el borde de una pileta. Mashirao quiso obviar el hecho de que parecía ser un punto de encuentro para parejas.

—¿Estás bien?

—... —Ella parpadeó varias veces, sorprendida—. Claro, ¿por qué tendría que estar mal?

—Porque estás alejada de tu familia —dijo en voz baja, bajando su cola con cautela y temiendo ser el detonante de algo delicado.

—Ah... —Mordisqueó la crepe y miró hacia arriba—. Gracias por preguntar. Estoy bien; o sea, me da un poco de nostalgia de vez en cuando, pero los tengo a ustedes. Son un buen grupo de personas, todos me tratan bien.

Ojiro colocó una mano en su hombro al escucharle la voz entrecortada. Ella dio un respingo y se vio tentada a deshacerse frente a él.

—Gracias por darte cuenta —musitó, arrimando la cabeza de su brazo, aceptando las caricias que le daba como si se tratara de un gato.

—No es nada. —Le sonrió, chocando la mejilla contra su coronilla—. Espero ser capaz de darte hoy una feliz navidad, (T/N).

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Siento que quedó sencillo, pero bonito. Un trío con Todoroki y Tokoyami debe ser extraño xD

Para mañana (esperemos) empezaré con mi colección de aves. Sí, comenzaré con Hawks o Tokoyami.

Como siempre, sigan disfrutando estos días previos al fin del año. Yo iré al cine a ver la película de Boku no Hero ^^

Nos leemos mañana y...

¡Plus Ultra! >.<

Quiero estar a tu lado || My Hero Academia x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora