Pedido por: Saki-Watase19 (Lamento la tardanza)
Advertencia: Ligero spoiler del manga.
:-:
A veces recordaba cómo se habían conocido, porque ese era el punto de partida del amor que se profesaban que, si bien no era perfecto, trabajaban cada día para que cobrara un nuevo significado hermosamente imperfecto.
Fue a finales de primavera hacía cinco años, cuando el radiante sol estaba en su cénit y hubo un apagón en toda la ciudad, cosa que no bastó para pausar momentáneamente el movimiento de los humanos. Era día de pago y los bancos estaban atestados de trabajadores con cheque en mano.
Por supuesto, ella también estaba en la misma situación en la casi kilométrica fila. A pesar de estar sin luz, el banco seguía funcionando gracias a algunos trabajadores que podían agilizar el trabajo manual con sus koseis, pero eso no implicaba que la usual capacidad laboral no estuviera diezmada. Así que avanzaban lento, pero al menos lo hacían.
Frente a ella estaba un niño y detrás de ella había un hombre que, si bien no vio a detalle, su contextura musculosa la intimidó un poco. El niño correteaba por debajo de las bandas que delimitaban la fila, con repentinas advertencias de su madre para que se quedara quieto. Fue en uno de sus correteos en el que la empujó y ella trastabilló hacia atrás porque, para menguar el dolor de sus piernas, estaba parada en un solo pie.
Impactó con el pecho fuerte y una mano la sostuvo, por reflejo, por la cintura para devolverla a su sitio normal. Sin embargo, no supo cómo reunió el valor de girarse cuando escuchó un:
—Pero qué mierda...
—Lo siento —musitó, ahora sí encarándolo con su mejor mirada de disculpas.
—Ten más cuidado —farfulló, quizás más exasperado que el promedio en todo el banco.
Se quiso fundir con el suelo o hacerse tan chiquita que alguien se apiadara de ella y la pisara para que su existencia y, por ende, su vergüenza cesara eternamente.
Aun así, no escatimó en lanzarle un mirada cuasi asesina al niño, que poco le importó. Para colmo, su madre tampoco pareció darse cuenta del altercado.
Avanzaron cinco pasos correspondientes a cuatro personas. Solo faltaban siete más y podría salir de ese sitio, refrescarse e ir a comer algo con la paga. Se cercioró de haber escrito bien los depósitos que haría y sonrió con esperanza.
Sin embargo, el niño volvió a empujarla y ella en serio pensó que lo hacía adrede. A pesar de que se preparó para el impacto, no pudo evitar tambalearse y chocar, de nuevo, con el hombre tras ella. Rogó a los dioses por una respuesta de por qué le pasaba eso a ella, precisamente.
—¡Lo siento! El niño...
Se encontró con un par de ojos carmesí que la observaron desquiciados. Palideció y pasó saliva sin saber qué hacer. Él entornó los ojos y musitó una imprecación para luego apartarla con más suavidad de la que hubiera esperado.
—¡Oye! —llamó la atención del niño que, en ese momento, simulaba un avión que seguro terminaría estrellándose en las piernas de la mujer—. ¡Quédate quieto!
El niño alzó la mirada y separó los labios como si estuviera presenciando una serendipia. Sin importarle nada más, ni siquiera que su mamá lo llamara —por fin— porque estaban a solo tres de pasar, corrió, empujando de nuevo a la pobre joven, y estiró los brazos en dirección al adulto.
—¡Eres Dynamight!
—¡Claro que lo soy! —Esgrimió una sonrisa altanera—. Si te quedas tranquilo, te firmaré la mochila o lo que sea que quieras.
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Quiero estar a tu lado || My Hero Academia x Reader
FanficPuede que nuestros corazones no latan a un mismo ritmo, que nuestras respiraciones no se sincronicen, o que siquiera la silueta de nuestras sombras se entrelacen. Aun así, ¿es mucho pedir que me permitas estar a tu lado? Serie de one-shots. 𝐀𝐝𝐯𝐞...