FREEDOM Levi x Reader | Levi y tu| EN EDICIÓN

Acepto

Lobo paso toda la noche a su lado mientras ella dormía     o eso es lo que fingía  hacer, al final se mantuvo despierta y bebió  té   hasta que no pudo más  y se quedo dormida en su pecho.

Despertó una última  vez. Ahora estaba en cama cubierta y su almohada perfectamente  acomodada, miro  de reojo  al hombre que  estaba firme junto a ella sin perder ni una pista de lo que ocurría  a su alrededor.

¿Estaba dudando?  Era bastante probable... extrañaba  dormir al lado de Levi y que la tomara con fuerza, deseaba ir a buscarlo más  sin embargo ahí  estaba el primer hombre que amo como tal, cuidando de ella y ofreciéndole  sus más  puros sentimientos. Su mente estaba hecha un lío.
— Leandro...

Aquella  noche eran los únicos  en aquellos  extensos metros. Ambos pensaron que una ultima vez sería necesaria.

Ella durmió  hasta la 11 am del día  siguiente  y tuvo que disculparse con su abuelo por llegar tarde al desayuno al cual la había  invitado.

— Tienes problemas con tu prometido.
—podría  ser cualquier  otra cosa abuelo—  sorbió un poco de té negro.
—Es probable pero ¿Entonces porque estas tan distraída? Los Vicent no pierden la cabeza tan facilmente— me miró  y señaló  mi mano —Justo eso... tu abuelo  hacia  lo mismo tomaba la cuchara del postre y daba pequeños golpes al pastel con ella hasta hacerlo puré.

Ella dejo la cuchara a un lado y guardo silencio —No es nada... después de todo no estoy por amor con él.
— ¿En verdad?—  realmente dudaba de aquellas palabras.
— Soy la heredera de los Vicent, el amor no es algo de lo que pueda gozar. Sólo  es un posible marido con la suficiente  experiencia  militar eso es todo.—Aquella frialdad con la que respondía no hacía más que marcar las fuertes diferencias que tenía con sus hermanos, definitivamente ella había sido criada en otro mundo. Un mundo que le obligaba a pensar en el resto antes que en ella ¿Alguna vez había pensado realmente en beneficio propio?

—Creo que es bueno ser egoísta a veces...Entonces supongo que eso no tiene nada que ver con la imagen de debilidad que reflejaría ante los sabios y la duda que podría surgir de los veteranos ante su comando.
— No me subestimes abuelo, no soy la niña de hace doce años, y tampoco deseo contarte con lujo de detalles la sangre que he derramado. Si alguien duda de mi solo debo demostrar que soy la comandante asignada por méritos propios. Titubear por algo tan quimérico como  amor... seria  trágico no he entrenado años  para dejarme rendir ante un hombre que funge únicamente como compañero-aliado. — suspire  — ¿Realmente cree que los Vicent podemos tener un final feliz?... somos asesinos, movemos hilos para encubrir eso nos vuelve mentirosos. Definitivamente  no merecemos nada como él  amor  o esos "tesoros" que la humanidad se enorgullece de poseer. Lo comprendí hace tiempo así que no es algo que me deje pensando, tengo cosas más importantes que hacer que jugar al romancé con el capitán. 

— Yo creo que tienen tanto derecho como  vida se les ha privado. Se que sus manos están manchadas pero también  conozco la razón, se que ocultan muchas cosas pero mentir no es la palabra que usaría.  El mundo algún día  entenderá.

— ¿Cuanto tiempo? ¿Cuanto tiempo para que eso ocurra?
Pensó  un momento antes de decirme —100 años  más —puso una mano en su cabeza para dar una palmada de aliento.

  — ¿Cómo estas tan seguro que en cien años el mundo entenderá? 

 —Bueno, su majestad deseaba una respuesta... no deseo mentirle así  que cien años  debería  estar bien ¿no lo cree?—  se quedo un rato en silencio y después tomo aire para decir algo un tanto complicado—  Algo tan quimérico como el amor, supongo que  entiendo lo que quieres decir pero para aquellos que hemos nacido en otro mundo podemos pensar en cosas como esas y jurar con nuestros corazones que existen. Estoy seguro que él es esa clase de persona y realmente se llego a enamorar de ti... o debe ser un completo suicida.