El reloj marcaba una hora incomprensible para sus ojos adormilados.
¿Las diez? ¿Las seis?
—Es tarde, por si querías saber la hora.
Sus manos marcaron un camino sobre sus costillas a su cintura para abrazar el cuerpo que amaba con tanta pasión— Es costumbre creo, hoy no tengo necesidad de ver el reloj, claro esta.
Levi sonrió quedándose en silencio un rato hasta que se sentó quejándose—Es el único dolor que me gusta experimentar— mordió su lóbulo—porque significa que fue una noche mucho más agitada que de costumbre.
Rió con algo de vergüenza—¡ Levi!— Exclamo cubriendo su ruborizado rostro con la almohada.
Este la bajo para poder tomar su mentón y besarla— Felices 20 años de matrimonio— la miro con profundidad.
— 20 años... fue hace tanto que podría parecer lejano y sin embargo todo me recuerda el mismo sentimiento de años atrás de manera más fuerte.
— Se llama amor ________.
Rió— ¿Ahora el soldado más fuerte de la humanidad es un experto en amor?
— Leí muchos libros para intentar comprenderlo, creo que merezco algo de crédito aun cuando no me sirvieran los libros. En realidad entiendo más cuando leo tu piel— hizo que esta se pusiera de punta al pasar su dedo indice sobre su estomago.
— Es difícil imaginar que ha pasado tanto, aún más que esto no era una opción legitima. Amo esta realidad— dio un suave beso e hizo un esfuerzo para salir de la cama dejando que las sabanas dejaran al descubierto su figura, era una vista extraordinaria para el azabache, podía ver pequeños hematomas entre los muslos de su esposa y recordaba con dulzura el camino que sus labios recorrieron. Ella era arte en su totalidad y deseaba ser el único que la apreciara de tal manera. A sus ojos nadie era más perfecta y jamás existiría nadie en la tierra que la comparara.
Era odioso cada vez que tenía que tratar con los admiradores de su amada pero lo peor era cuando debía tratar con las propias,eran odiosas y en ocasiones ponían a pensar a su amada sobre si seguiría bien con ella a su lado, la respuesta de Levi siempre era la misma:Una eternidad.
En general no pasaba mucho tiempo con otras mujeres que no fueran amigas cercanas y ni siquiera pensaba en que se sentiría mirar a otra no sabía si era normal o no pero no miraba a nadie, nadie era como ella, nadie lo llenaría, era como caminar entre un pajar y ella era una hermosa hierba verde entre toda aquella naturaleza muerta. Cuantas veces lo hablaba con ella, no porque existieran problemas pero quería que comprendiera como se sentía.
— En serio no puedo mirar a nadie que no seas tu ______— lo miró extrañada debido a las repentinas palabras.
Tomo dos vasos de agua que sirvió y se acerco a él dejando los primeros en la mesita— Lo sé. Se que soy la única no me cabe duda alguna— Y era verdad, Levi era de lejos un hombre solo de palabras.
—En verdad que no tienes una idea— se subió a sur regazo y dejo que sus brazos acariciaran su espalda mientras se recostaba sobre él— Mirar a otra mujer es como ver un costal de patatas— sintió sus torsos tocarse con el calor de su piel mientras ella tomaba un mechón de su cabello y jugaba con él, era corto pero el brillante cumulo de hebras onix danzaban entre sus dedos.
El sonrojo subió por sus mejillas, hubo silencio y un beso mientras sus cuerpo se colocaba sobre él en totalidad, se sentó sobre el vientre del masculino he hizo su cabello hacía atrás provocandole una corriente eléctrica a Levi, tomo su cintura con fuerza sintiendo como se hundían sus dedos entre sus caderas.
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FREEDOM Levi x Reader | Levi y tu| EN EDICIÓN
RandomUna vida distintas formas de verla...