Kevin Vicent | Sombra

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Está es sólo la historia de como Sombra se unió al cuerpo de exterminación, su pasado y el porque tiene tal apego hacia Laurel, pueden leerla si quieren puede servir para entender algunas cosas :D

Tome el pergamino entre mis manos caminando por aquel lugar sin luz donde el cielo no era más que roca, el distrito subterráneo; A cada paso que daba había enfermedad y tristeza camine por la ciudad sin encontrar nada interesante cuando unos chicos robaron a algunos mercaderes.

- Malditos- Miraron mi insignia- ¿No va a hacer algo? soldado de porqueria- escupieron junto a mi zapato, sonreí dentro de la máscara quitándo la capucha.

- Ese no es mi asunto, la próxima vez que trate a alguien de esa manera lo matare ¿Entendido?.

Me miró sin entender mientras un hilo de sangre caía de su mejilla, me mostró una navaja con la que planeaba atacar...

- Dar...lan....Darlan...- lo miro su amigo mientras rompía su mandíbula y quebraba sus brazos.

Salí de aquel lugar limpiando la sangre y con algo de información, estaba buscando a los proveedores del mercado negro... en donde organos, criminales sumamente peligrosos, dos de mis compañeros ya habían perdido la vida, uno de ellos llegó moribundo entregando su informe y muriendo minutos después.

Me quedé sobre los tejados vigilando la ciudad y lo podrida que estaba, mire a una esquina en donde estaban golpeando a una prostituta... una vez que terminaron de dejarla medio muerta le lanzaron algo de dinero y esta regreso a un callejón donde había dos pequeño niños comiendo un poco de pan seco, gire a otro lado donde dos pobres pedían dinero, la policía militar perseguía aún a los dos chicos en esa ciudad cada día besaban a la muerte, pero nada de eso era lo que estaba buscando.

Un grito salió del callejón donde había visto a aquella prostituta, me mantuve firme vigilando el resto de la ciudad, pero seguían saliendo de aquel lugar sin ser parados, suspire mirando un poco viendo cómo era arrastrada dentro del callejón por una pandilla de hombres y todos parecían pasar sin preocupaciones.

- Debo estar loca- Salí de mi escondite dejando de lado mi máscara y la capa dejando sólo una simple vestimenta como pueblerina acercándome a dos policías que bebían vino a cuatro metros del callejón.- D-d-disculpen... hay una señorita que parece...

- ¿Esa puta? es su trabajo, sólo lo está disfrutando... son gritos de placer- comenzaron a reír- no entrenamos para detener humanos, sino titanes...

-ya veo... entiendo pueden seguir bebiendo lamento la molestia- tsk me miraron despreciablemente, gire una vez mas- por favor recuerden mi rostro.

Murmuraron algo sobre no obedecer a una estupida niña pueblerina pero continué con mi camino. Tres días después sería ejecutados.

Era un grupo de tal vez cuatro hombres, cubrí mi rostro con una pañoleta. La mujer gritaba que la dejaran y que no lo hicieran frente a sus hijos, uno de ellos la golpeó mientras otro tomo a la niña y el otro golpeó al chico frente a su madre.

-¿Alguno sabe cuanta sangre posee el cuepo humano?.

-Otra linda chica...- comenzaron a acercarse. Les di un pequeño golpe haciéndolos caer y me dirigí al hombre que golpeó al pequeño, saco una navaja colocándola en su pequeño cuello.

-Cobarde...cierren los ojos y no los abran hasta que lo ordene.
Los niños asintieron incluso al escuchar el metal caer al piso y un grito desgarrador, tome la mano ahora separada del cuerpo del hombre lanzandola junto a él, tomé a los niños que fueron llevados con su madre.

-Llévatelos y por favor regresa en cinco minutos. No los pierdas de vista.

Ella asintió saliendo de allí cuando un hombre la tomó del pie, hice lo mismo que con el anterior dejándola libre y esta corrió.

FREEDOM  Levi x Reader | Levi y tu| EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora