El príncipe Helían

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Aquella tarde cuando volvimos antes los ojos del mundo fue extraño porque era el mismo mundo pero se veía un poco distinto, fue un alivio dar a reconocer a todos aquellos que lograron el trabajo de nuestras vidas pero ya no tenían el mismo beneficio para que pudieran entenderlo, los niños pequeños eran quienes menos sabían de lo que hablábamos otros  por el contrario parecían encontrar admiración en aquellos soldado que dieron la vida.


La fiesta era realmente muy similar a la que organice a Levi en ese entonces nada había cambiado excepto las personas y era increíble poder identificar a los descendientes de cada familia pues en muchas ocasiones los rasgos eran increíbles, baile, luces, fuegos artificiales,  y té por todas partes.

—¿A donde vas?— Levi me miró un segundo— Oh.. entiendo, ve con cuidado— asentí mientras el se quedaba a hablar con algunas personas, camine por la ciudad unos 15 minutos hasta llegar a una hermosa tienda donde los pasteles parecían sacados de un sueño  pero al cruzar las puertas no encontre al  pálido  pensando si sería mejor usar vainilla o cereza, era cálido pero faltaba algo, faltaban todos pero si lo pensaba detenidamente para el resto era normal solo faltaban en extremo para mi y para Levi, la campanita de la cocina sonó y una mujer de cabello oscuro y pálida piel  se asomo junto con un pequeño niño que llevaba tartinas.

—Buenas tardes ¿Qué se le ofrece madame? —tardo tres segundos en notarme, dejo las cosas y dio una reverencia— Majestad.... cariño— miró al pequeño.

— Majes...— intento inclinarse y casi tira las tartinas, alcance a tomar la pequeña bandeja y le sonreí— Se ven deliciosas, creo que se verían mejor en ese lugar— el pequeño me sonrió ofreciendome una, agradecí.

—Es una de nuestras especialidades, pruebe la tarta por favor— un solo bocado fue suficiente para que sin notarlo comenzara a soltar algunas lagrimas.

Fue esplendido— Conservaron el sabor... después de todos estos siglos aún saben como— sonreí— saben igual que las tartas de Kevin.

La mujer asintió— Mi padre me enseño, a mi padre mi abuela, a ella su madre, para nosotros sería un descaro cambiar algo como el sabor de nuestros postres ¿Quiere probar algo más?

Miré la pastelería— ¿Tienen pastel de la gran capital?— me miró un poco confundida— Oh...— la gran capital había sido magnificada a un solo territorio "Victoire" o las antiguas murallas hace a mucho tiempo probablemente dos años después de la muerte de Eren, tuve que explicarle un poco a lo que me refería por suerte aun lo fabricaban, platique con aquella mujer un rato y con su hijo al parecer sabía y valoraba el esfuerzo de Kevin  fue agradable pero era algo que debía dejar ir.

El siguiente mes nos encargamos de   dar a conocer los detalles a otras naciones sobre el plan de ayuda, fuimos a la academia de medicina que fundo Tom  en nombre de Z  hace siglos  para hacer el plan de reintegración, Clare nos acompaño constantemente. Quisimos otorgar una medalla a cada familia por lo que hicieron los soldados.

Todo parecía listo, sin embargo esperaríamos 15 años más mientras tanto intentaríamos adecuar cualquier parte del plan, debía ser perfecto pues probablemente fuera nuestra ultima oportunidad.

Y es que nos quedaban 15 años de vida, pero para poder regresar a cada titan a la normalidad era probable que lo que hiciera me mataría... no podía ser tan egoísta como para dejar a Levi 15 años, lo hablamos, recuerdo que discutimos porque tampoco quería hacer esperar más a la humanidad hasta que llegamos a un acuerdo. Teníamos 10 años para vivir un poco más y, intentar revisar el mundo de nuevo esperando que no existiera una posible guerra como en años pasados.

"ya han pasado más de 700 años, 15 años más que no recordaran no afectara, pero  a mi... 15 años sin ti, a ti el verme así por favor solo piénsalo un poco más" Era verdad esa vez podía ser egoísta solo un poco.

FREEDOM  Levi x Reader | Levi y tu| EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora