Su batalla de ser padre temporalmente solitario comenzó hace unos días, con heridas que podrían romperse, un corazón titubeante e insomnio constante se levanto de la cama como últimamente acostumbraba.
Su mano se poso en el lado donde solía dormir ella y saludo a la nada con un Buenos días Desde el día en que la conoció jamás pudo acostumbrarse a su ausencia ya fuera por la curiosidad que le causaba; Cuidarla por ordenes de Erwin; Vigilarla para evitar ataques.... o... Esperarla para desayunar juntos; Verla fuerte e imponente en batalla haciendo que sus emociones se elevaran de forma que nunca antes había conocido; Observarla en secreto en la biblioteca; Escuchar sus pasos en el área compartida de sus dormitorios debido al insomnio.Sentir sus labios, oler su cabello y el calor de la piel que tanto conflicto le causo durante meses, cuando no sabía que lo que experimentaba era amor. Poseerla en cuerpo y alma; Ser escuchado ante su presencia; Mirarla despertar entre sus brazos compartiendo sabanas y la primera palabra matutina; Pasar el almuerzo contemplando como enseñaba a Livius a comer correctamente y reír cuando se ensuciaba limpiándolo con delicadeza mientras él los miraba, en silencio....Feliz.
No, desde la primera vez, desde el primer instante jamás pudo acostumbrarse a su ausencia, no era amor a primera vista, no era esa clase de mundo. Pero si cierto sentido del deber y un apego al plan que lo llevo a amarla de todas las formas humanas.
Aun con todo eso en mente, los recuerdos y su corazón temblando en silencio por el estado de su amada tendió la cama con cuidado y miro un rato las ventanas, era lo suficientemente temprano como para que las estrellas aún estuvieran en el firmamento. Busco entre las gavetas un poco de la ropa que había para él; Tomó unos pantalones negros, una camisa simple y al notar el clima un abrigo pues la niebla era un tanto visible y ese día el sol no tocaría los prados.
El vapor de la bañera se esparció, quito cada botón de la camisa y la doblo al quitársela colocandola en el cesto de lavandería. Los pantalones sufrieron el mismo destino y al final la ropa interior. Observo su cuerpo lleno de heridas que casi desaparecían. Su vientre apenas tenía una leve marca, sus brazos también y en su pierna podía ver algo de lo que dejaron las costuras. Si bien estaba fuera de peligro debía ser cuidadoso con brazos y piernas.
Limpio cada parte de su cuerpo con extrema dedicación (como de costumbre) al terminar seco con la blanca toalla cada musculo, cada extremidad y con una pequeña tijera le dio mantenimiento a los vellos que crecían siguiendo un natural patrón alrededor de su miembro como odiaba ser desaliñado de cualquier lugar, limpio y la guardo en una cajita. Recorto su cabello y afeito su rostro para evitar el más mínimo desperfecto y con la crema de afeitar por la mitad paro observando el espejo recordando las veces que no sólo allí si no dentro de las murallas ella lo abrazaba por el pecho mientras él le daba fin a esa crema. Sacudió esa melancólica idea, lanzó agua fría a su rostro y dio unas palmadas. Debía mantenerse bien por el bien de todos.
Se vistió, peino, ajusto sus botas, elimino cualquier desorden de la habitación y tomo la lista que apunto con ayuda de su amada.
1. _________ suele despertar a Livi cuando él no nos despierta antes a las 7 con 15 minutos.
Miró su reloj 7:13, espero dos minutos, toco y entro a la habitación del menor.
Removió con suavidad al pequeño que dormía abrazado a un conejo de felpa ( era la primera noche desde que se fue que pudo dormir y además solo) Hablar con ella le había traído algo de paz—. Livius es hora del baño.
El niño se tallo los ojos y lo saludo. Mierda olvido saludarlo...ella lo hacía para que aprendiera modales. — Buenos días.
ESTÁS LEYENDO
FREEDOM Levi x Reader | Levi y tu| EN EDICIÓN
RandomUna vida distintas formas de verla...