Mi corazón palpitaba con fuerza cada noche al pensar en la idea de la victoria pero también temía. ¿Cuantos niños perderían a sus padres?¿cuantos han vivido en error? ¿Cuanto odio se necesita para sembrar más de cien años de odio? Siempre lo supe: Los titanes no son los monstruos; La primera vez que mencione esas palabras tenía tal vez seis o siete años, lo recuerdo bien pues fue el día en que coincidí con Armin, claro que no tenía pruebas y en ese instante solo me refería a esos niños.... solo poseía conocimientos básicos sobre los titanes y la idea de una nación afuera de estas murallas me parecía ridículo.
Creía fielmente que era improbable que hubiera vida más allá y me declaro culpable de creer que eramos lo único que quedaba de la humanidad; Muy pequeña para ver la realidad.
Pensé que si existiera vida humana más allá de las murallas nos ayudarían a escapar es por eso que me negaba a la absurda idea de otra civilización, pero para cuando me enteré de la verdad ya había visto mucho de lo que eramos capaces como civilización; Cuando me enteré de eso al subir al rango de comandante en la flor de mis quince no sentí nada más que ira;No hubo ni un rastro de sorpresa, pues conocía la cara del mundo que todos quieren ignorar. Demasiado manchada para dudar.
Entonces conocí a Leandro un prisionero que provenía de otra nación, no era más que un animal y fue tratado peor que uno entonces comprendí que lo podrido no era exclusivo de las murallas, comprendí que no todos tuvieron elección pero si la tuvieran, si el mundo dejara de arrastrarlos otra cosa podría ser.
Pase de la suave inocencia de un niño, cabalgue por las maravillosas maravillas que me trajo el conocimiento, vi la crueldad más de lo que alguien debería ver y me volví parte de ella hasta vaciarme.
A veces pienso que ese vacío fue el que me llevó a intentar llenar la vida de otros hasta que ellos comenzaron a llenarme sin notarlo y fue cuando la esperanza, la fe y alegría ocasional toco mis emociones hasta este día incluyendo a la sorpresa que solo vuelve más fuerte la esperanza que jamás pensé poseer.
Sentí mi nariz arder mientras salía del agua tibia intentando tomar una bocanada de aire, pase mi pulgar e indice sobre mis ojos escuchando a Eren llamar atravez de la puerta. Debí estar más inmersa en mis pensamientos de lo que pensaba pues el simple sonido de la puerta de madera me puso en alerta—Majestad mis hombres encontraron rastros de pisadas cerca de una ciudada carnada.
—Dame diez minutos y leeré el reporte, te lo agradezco.
Escuche a Eren marcharse—Creo que en el fondo esta un poco nervioso— miré al hombre que miraba con ilusión las estrellas, su palidez contrastaba con el cielo nocturno. Pero ni siquiera me percate de la hora en la que entró, de verdad mi cabeza debía estar en otro lugar.
pase mi mano por mi cabello llevando cada fibra detrás de mi cabeza—Sería extraño no estarlo con la situación Sombra ¿Ocurre algo en particular?— asintió—Vi a algunos soldados vigilar por su cuenta esta ventana y pasillos de escape así que obedecí mis ordenes de protegerla si observaba algo extraño.
—Te he dicho que no me matarán, no tan pronto— me alcanzo una toalla y se dio media vuelta mientras la ataba a mi cuerpo—¿Porque las única ordenes que das como subcomandante son algo suicidas?— hizo un ademán con los hombros y salimos a la habitación principal. Eren y mis compañeros eran los únicos con una llave para entrar.
— Ya me cansé de estar encerrado. ¿No puedo simplemente matar a todos? No tengo muchas ganas de inspeccionar.
Pase detrás del vestidor mientras le contestaba—Lo sé, pero debemos evitar que alguien sepa de nuestra llegada, solo Eren y algunos otros lo saben Under cuida que no digan nada a nadie así que eso nos pone en ventaja pero si solo matas a todos será un problema si nos superan en numero, Sombra no puedes ir por ahí matando soldados y lo sabes. Se que estas aburrido y yo también lo estoy no podemos salir mucho pero mañana seremos trasladados a la mansión.
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FREEDOM Levi x Reader | Levi y tu| EN EDICIÓN
RandomUna vida distintas formas de verla...