¿tienes miedo?

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Pov Poche

Estabamos en el inmenso jardín de la casa del abuelo de Daniela, nunca antes había estado en una casa tan lujosa cómo está, cada detalle de ella es perfecto, tiene una alberca en la parte del jardín y un Jacuzzi en cada una de las habitaciones, eso fue lo que me contó Daniela.

Daniela me presento al resto de su familia, sus primos (a), tíos (a) y a las parejas de sus primos (a), solo me hacía falta conocer a su tío Erick y al abuelo de Calle.

Estaba conversando con el papá de Daniela, cuando observé que llegó un anciano un poco obeso, junto con un señor alto y calvo.

- Ese que viene ahí es mi abuelo y mi tío Erick — Daniela me dijo tomando mi mano, mientras le sonreía a las personas que venían hacia nuestra dirección.

- Entendido — Le contesté.

- ¡Mi querida y amada nieta! — El señor venía con los brazos extendidos hacia donde estábamos con Daniela.

- ¡Abuelo! — Daniela se acercó abrazarlo.

Se notaba demasiado el amor que Daniela le tenía a su abuelo y el que el le tenía a ella, sin duda alguna era una escena muy linda.

- y dime mi amor ¿Quien es esta hermosa joven? — El abuelo de Daniela le pregunto, viéndome  con una gran sonrisa en su rostro.

- Ella es mi novia abuelo, María José Garzón, pero dile Poche.

- ¡Mucho gusto señorita! Yo soy el abuelo Germán, pero dime sólo abuelo. Me alegra verte aquí con mi nieta así que... ¡Bienvenida a la familia! — El abuelo de Daniela me dijo con un tono dulce y me envolvió con un cálido abrazo, el cuál yo devolví gustosa.

- ¡El gusto es mío!

- Sólo te pediré un favor — El abuelo me dijo colocando su mano en mi hombro — cuida mucho a mi nieta, se que puede ser muy dura a veces, pero tiene un enorme corazón.

- yo lo cuidare, de eso no se preocupe — mire a Calle, ella me sonrió y me tomó la mano, sonreí ante ese pequeño gesto.

El resto del día me la pasé conociendo más a la familia de Daniela,  podría decir que casi todos eran muy agradables, y digo casi porque su tío Erick era muy desagradable, se la pasaba presumiendo sobre sus empresas y sobre sus hijos.

- Ratona, porque no llevas a tu novia a que conozca su habitación y de paso descansan un poco, por la noche haremos una fogata y tienen que tener todas las energías para cantar— Germán le dijo amablemente a Daniela.

Entre Daniela y su papá se sentía una tensión muy fea, no entendía porque Daniela se comportaba de una manera tan indiferente con su papá, se nota que es un buen hombre. Me da mucha curiosidad saber porque Daniela es como es.

- vamos amor — Daniela me saco de mis pensamientos cuando tomo mi mano.

Daniela me condujo hacia el segundo piso en donde abrió una de las habitaciones. Al entrar mi mandíbula se fue al piso al darme cuenta que la habitación era del tamaño de mi casa, si no es que más grande.

- ¿Te gusta chaparra? — Daniela me preguntó dejando las cosas sobre la cama.

- Sí, es muy linda — dije con honestidad.

- Sabía que te gustaría chaparra.

- ¿Podrías dejar de llamarme así? Mi nombre es María José, pero no me digas chaparra dime Poche.

- ¡Ok!... Chaparra — se empezó a reír y a mí me hizo enojar.

Me acerqué a ella me coloque de puntitas, tome el cuello de su blusa con mis manos y acerqué mi rostro al de ella para hablarle.

- Mira Daniela Calle, que tú seas una jirafa descerebrada no quiere decir que me vas a molestar por mi tamaño, soy pequeña pero eso no impide de que pueda partirte tu cara — la amenace.

Daniela me sonrió y alzó una ceja, me distraje al ver sus enormes ojos, no pude evitar observar detalladamente cada rasgo de su rostro, ella es una obra de arte creada con el pincel más fino y delicado del mundo.

- ¡Uyy, mira como tiemblo!... ¡No te tengo miedo!

- Deberías de tenerlo, porque no recibí tres meses de clases de defensa personal, de por gusto — le dije.

- La única que debería de tener miedo aquí eres tú — ella colocó su mano en mi cintura y me pegó a su cuerpo bruscamente.

Mi corazón se aceleró, mis piernas me temblaban, un escalofrío recorrió por todo mi cuerpo y comencé a sentirme muy nerviosa.

- Ssu-sueltame — dije en un susurro.

Daniela sonrió y acercó más su rostro al mío.

- ¿Porqué? ¿Acaso tienes miedo de que te bese? — ella observaba mis labios, yo me sentía pérdida, Sí... pedida por las ganas de que lo hiciera, en ese momento tenía una lucha interna conmigo misma, la razón me gritaba que la empujara y que le diera una cachetada nuevamente, pero mi cuerpo pareciera que tuviera un imán con el suyo, y mi corazón sentía que podría salirse de mi pecho en cualquier momento.

- ¡Eres una idiota Daniela, SUÉLTAME! — Le le dije tratando de escapar de sus brazos.

- ¿Sabes? Me gusta la reacción que tiene tu cuerpo cuando estoy cerca de ti, disfruto de sentir como te tiemblan las piernas cada vez que pego tú cuerpo al mío.

- ¡No te creas tan importante! Eso es resultado del desagrado que te tengo Daniela. Así que suéltame o gritó — le advertí.

- jajaja, no seas ridícula chaparra. No serás capaz de gritar — Daniela me cuestionó, sonreí y alce una ceja. Ella me estaba retando.

- ¿Que no soy capaz?, Jajaja, mira como lo hago a la 1... A las 2 y a las....

No, no pude gritar, mi grito fue interrumpido por sus labios, no puedo creer que esto este pasando de nuevo, Daniela colocó su mano en mi nuca y me atrajo más a ella. Cerré mis ojos y me deje llevar por la sensación que me daban sus suaves labios, ¡Dios mío santo! Había besado ya algunas bocas en mi vida, pero ninguna me hacía sentír en las nubes como lo hacía ella, mi cuerpo se relajo y me hice sumisa al beso, disfrutaba mucho sentir sus labios gruesos sobre los míos. Debo y tengo que detener esto antes de que mi cuerpo de dispersa por millones de moléculas.

Cuando nos separamos por falta de aire, tuve que tranquilizar mi respiración, nos miramos a los ojos por unos segundos y ella me sonrió.

- Admítelo chaparra, soy una mujer irresistible — rodé los ojos al escuchar su egocéntrico comentario.

- ¡Eres una IDIOTA, TONTA, ENGREÍDA Y BIPOLAR! ¡NO ME VUELVAS A BESAR! — la empuje hacia la cama y salí echando chispas de la habitación.

Estaba muy molesta conmigo misma, ¿Como es posible que sea tan débil con ella?

Pov Calle

Me quede acostada en la cama después de que Poche me haya aventado en ella. Toque mis labios con las yemas de mi dedos y no pude evitar sonreír, no sé porque pero este beso me gustó más que el anterior. Debo admitir que la chaparra besa muy bien, aunque ella lo niegue pero yo sé que soy irresistible para ella, las reacciones de su cuerpo la delatan y yo me pregunto... Si se pone así solo por un beso ¿Como se pondrá sí...?, Creo que eso lo tendré que comprobar, si dice ser la mejor escort me tendrá que mostrar con hechos las razones.

¡Hola mis hermosas!

Les dejo el capítulo de hoy ♥️

Recuerden que las quiero ♥️

Nos leemos pronto 😉

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