La Escort

Brindis

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Pov Poche

Sonreí inmediatamente cuando reconocí el camino, los árboles, la  naturaleza ¡Absolutamente todo!, Emiliano estaciono el auto y bajo rápidamente para abrime la puerta.

Viraha

Leí el gran letrero afuera de la cabaña y sonreí.

- ¡Buena suerte señorita! — Emiliano me dijo despidiéndose de mi con la mano, me despedí de igual forma de él y empecé a Caminar. Miré la motocicleta de Daniela y mi corazón se aceleró, sonreí nerviosa, tome un suspiro y abrí con cuidado la puerta.

Tape mi boca con ambas manos al ver todo el lugar iluminado con velas, habían un camino de pétalos de rosas que empecé a seguir lentamente, el camino me llevo hacia una mesa que tenía pétalos de rosas esparcidos, una botella de champagne y dos  copas.

- Me dijeron que el amor de mi vida llegaría tarde o temprano, estaba muy impaciente, miraba el reloj a cada momento, estaba desesperada por conocerla, llegue a creer que quizá todo era un mito, algo que sólo los mayores decían para sembrar la ilusión en los niños de vivir en un cuento de hadas... Sí me di por vencida, estaba segura que jamás llegaría "el amor de mi vida" Hasta ese día... Ese día en el que coincidimos en un fiesta, ese día en el cual te llamé por primera vez chaparra, ¿Cómo olvidar eso? Si gracias a ese apodo recibí una cachetada que ni mi santa madre me había dado nunca, caí en la alberca debido a ese gran empujón que me diste, y fue ahí... Fue ahí cuando mire mi reloj y me di cuenta que el amor de mi vida había llegado.

Me gire sintiendo millones de mariposas en mi vientre y mi corazón latir demasiado rápido... Ahí estaba ella vestida tan elegante, tan hermosa, tenía un pantalón de vestir color blanco que se pegaba a sus tobillos, una blusa de vestir roja  muy elegante con un par de botones desabrochados dejando ver el inicio de sus hermosos pechos, cuando levanté mi mirada quedé embobada al ver sus hermosos ojos y su rostro con un perfecto maquillaje, para mí esto era un sueño que vivía despierta. Ella me tomo las manos y las beso.

- Me di cuenta que efectivamente las historias de amor si existen, tú y yo hemos empezado una, una en la cual la princesa que fue rescatada fui yo... Si María José, mi chaparra tú me salvaste de mis miedos, me enseñaste amar y me has hecho la mujer más feliz del mundo, si de algo estoy segura es de que ya no puedo ni quiero vivir más sin ti — Calle tomo mi rostro entre sus manos y me miró con su intensa mirada llena de amor — Es la primera ves que hago esto y de seguro también la última, se que no es perfecto, pero me ayuda a demostrarte cuando te amo... Poche yo quiero hacerte feliz y seguir aprendiendo cada día de ti a ser mejor persona, Poche yo... Yo quiero pedirte que seas mi novia ¿Aceptas?

Sonreí como boba, no podía hablar de la emoción, las lágrimas se escaparon de mis ojos y se escsbulleron por mis mejillas, ¿Acaso estoy soñando? Porque si es así no quiero despertar jamás.

- Amor... — Calle me dijo limpiando mis lágrimas con sus dedos pulgares y viéndome preocupada.

- Si aceptó Calle...¡Acepto ser tu novia amor! — Le respondí.

Calle me alzó y me hizo girar mientras me abrazaba muy fuerte.

- ¡Gracias amor! ¡Gracias! ¡Te amooo! ¡Te am....!

No la dejé continuar porque tomé sus labios con los míos, la besaba a un ritmo lento, podía sentir como mis piernas temblaban, no creía resistir más estar de pie, pero ella me sujeto fuerte de la cintura, este beso si se sentía como de cuento de hadas, sonara cursi, pero si mi vida hubiera dependido de un beso de amor verdadero como la princesa Aurora, este sería el beso que salvaría mi vida. Nos separamos por falta de aire y ambas sonreímos.