Te necesita.

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Pov Poche

No, no voy a contestar... Será mejor que ignoré está llamada.

- ¿Que haces amor? — la voz adormilada de Calle me hizo sobre saltar.

Bloqueé el celular y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón.

- Nada amor, estaba viendo la hora nada más — le respondí dejando un corto beso en sus labios.

- ¿Y mi mamá? — Calle me preguntó bostezando.

- Hace un momento subió a su habitación, tu y yo deberíamos hacer lo mismo amor, te ves muy cansadita — le respondí acariciando su mejilla.

- Pero solo sí y solo sí, te quedas a dormir conmigo — Calle hizo un puchero muy tierno.

Rodé los ojos, parece una bebé cuando se encapricha con algo, tome el control remoto y apagué la televisión.

Tomé a Calle de la mano y la arrastre hasta su habitación. Calle con los ojos cerrados empezó a desvestirse, mi corazón sufrió un choque de electricidad al ver el escultural cuerpo de mi novia, ese abdomen, esas piernas y... ¡Uff ese trasero!, Calle se acostó como un saco de papas sobre la cama, sonreí al escuchar un pequeño ronquido como de cerdito, por lo visto tenía mucho sueño mi bebé, me despoje yo también de mi ropa y me coloqué una blusa grande de Calle, me acosté a su lado y la abracé de cucharita para dormir.

Desperté muy agitada, tuve una pesadilla muy horrible, lo primero que hice fue buscar a Calle, y al verla a mi lado lleve mi mano al pecho, tranquilice mi respiración y me aferre muy fuerte a ella.

- ¡Amor no soy un squishy! — Calle me dijo mientras se reía.

- amor es que soñe que estabamos en la casa de playa donde me llevaste ¿Recuerdas? Y soñe que me habías dejado de nuevo — las lágrimas empezaron a salir automáticamente, Calle las limpio con sus manos y beso cada uno de mis ojos.

- Poche ¡Escúchame porfavor! — Calle tomo mis manos, me miró a los ojos y me sonrió — Yo no volvería a cometer ese error amor, la pasé muy mal al igual que tú... Te amo, y quiero que jamás dudes de eso — Calle me abrazó muy fuerte, le devolví el abrazo y me quedé pensando en que solo fue una estúpida pesadilla.


Pov Calle

- ¡No Juana!... No tengo ganas de ir a esa dichosa cena con el tal Santiago ése — Le dije a Juana mientras me recostaba en mi casillero.

- Deberías de aprovechar ¡Es comida gratis Daniela! ¡Comida!  — Juana me dijo sobando su estómago que ya le estaba gruñendo.

- Noo, es que Juana, se que mamá merece estar con alguien pero... Es mi mami y no me gusta compartirla — Le dije con un puchero.

- En el siguiente episodio de Hijas tóxicas: presentamos a Daniela Calle quien coge y no deja coger...

- ¡Juana Cállate!... Lo menos que quiero es que mi mente proyecte a mi mamá en una situación así — Le dije sacudiendo mi cabeza horrorizada.

- Jajaja. Hubieras visto tu cara Calle, ¿Pero irás o no? — Juana me preguntó chateando ahora con Javier.

- ¡Obvio boba! Sabés que no me queda de otra, pasaré después de la universidad por Poche, iremos a comprar algo para ponernos porque según mamá debemos ir muy lindas, porque en la cena Santiago nos contará algo interesante así que... No me queda de otra.

Le contesté a Juana y al ver que venía la señorita pechugona... ¡Perdón!... Quise decir la señorita Merlucona maestra de inglés, nos entramos al salón con Juana.

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