La Escort

Se aprovechó de mí.

Pov Calle

Miré de nuevo en mi celular la dirección y sí... Estaba en la casa de las escorts, pero...¿Que hace Poche acá? ¿Será que de nuevo va a trabajar como escort? ¡No Diosito, porfavor que Poche no haya decidido eso!, Camine con mi corazón palpitando muy rápido, abrí la puerta, mire alrededor pero no estaba Poche, susurré su nombre pero no tuve respuesta alguna, subí las escaleras, Lina me dijo que había una gran habitación en el segundo nivel de la casa. Al subir las escaleras me di cuenta de que había una puerta abierta, camine hacia la puerta, me asomé con cautela y ella estaba ahí... Estaba de espaldas en la cama viendo a través de la ventana, cerré mis ojos y los abrí al mismo tiempo. Camine despacio hacia ella.

- Poche... — pronuncie su nombre.

Poche se giró lentamente y me miró con lágrimas en los ojos, no tienen idea de cuánto me dolió verla así y saber que era por mi culpa. Poche tenía una botella de licor en sus manos.

- ¿¡Que haces aquí!? — Poche me preguntó bebiendo de la botella.

- No deberías beber... Tú no estás acostumbrada, te hará daño — Le dije intentando hacerla entrar en razón.

- ¿Ahora te importo? ¿Ahora si piensas en mí?... Ja, me preguntó porque no pensaste en mi cuando la besaste a ella — Poche me escupió con recelo.

Solté un suspiro y me senté a su lado, ambas nos quedamos en silencio por un momento, quería hablar, pero me costaba sacar las palabras, solo sentía un nudo en la garganta, detesto estar así con ella.

- No voy a mentir, el beso que me di con Elizabeth movió algo dentro de mí — Poche volteó a verme, se empino de nuevo la botella y se levantó de la cama.

Poche hizo un puchero, y me miró directamente a los ojos.

- Lo sabía... Sabía que entre ustedes había algo, ¡Ya te perdí!, Quizá soy mala en el amor, pero soy buena perdedora y si quieres estar con ella lo acepto... Ahora déjame solá Daniela.

- ¡No, no me iré Poche! ¿Y sabes porque?... No me iré porque mi lugar es aquí contigo, no me iré porque sin ti nada tiene sentido, no me iré porque ya no puedo vivir sin sentir el olor de tu piel, sin tocarte, sin besarte... No me iré porque te amo — me acerque a Ella le quite la botella de las manos, tome su rostro y la obligue a mirarme.

- ¡No me importa! Ya nada importa Daniela, ¿Y sabes que? Ya no quiero ser tu novia, mejor ve a decirle todas esas cosas a Elizabeth — sentí horrible escucharla decir eso, pero se que está hablando por rabia y por celos.

La sujete con fuerza de la cintura,  y pegue su cuerpo al mío.

- ¡Lo que te falta de altura de sobra en terquedad! — le dije apricionandola contra la pared.

- ¡Suéltame Daniela! Voy a llamar a la policía — Poche me decía tratando de safarse.

- ¿Acaso estás sorda muñequita? Ya dije que ¡No-te- voy-a-sol-tar!

- ¡AUXILIO, POLICÍA! ¡ME TIENEN SECUESTRADA! ¡AYUDA! ¡POLI....MMM!

No deje que siguiera porque lo que no me entendía con palabras me lo iba a entender con hechos, la besaba con desesperación, la besaba para que entendiera que solo su boca puede volverme loca, la besaba porque necesitaba sus labios, la besaba porque ella era mi perdición, coloqué su mano en su trasero y lo apreté asiendo que soltará un gemido, poco a poco nos fuimos separando por falta de aire, Poche me sonrió y eso me hizo sentir tranquila.

- ¡JAMAS VUELVAS APROVECHARTE DE MÍ!

¡Auch! ¿Porque Poche siempre me da cachetadas? Me sobe la mejilla porque me había pegado muy fuerte. Poche me vio preocupada y se acercó mí.