Boda de Mafe

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Te ves... ¡Hermosa mamá!, Tú siempre has estado en los momentos más importantes y difíciles de mi vida, hoy me toca a mí estar en uno de los días más importantes de tu vida. Mamá tú eres mi más grande inspiración, desde pequeña me dediqué a observar lo fuerte y valiente que eres, siempre he admirado tus ganas de salir adelante y darme lo mejor, tú, todo este tiempo has sido padre y madre para mí, no hay otra persona en el mundo que merezca ser más feliz que tú mamá, y mira... En este momento me has dado otra lección, me has enseñado que para el amor no hay edad. Solo deseo que seas feliz y que esa hermosa sonrisa que tienes en el rostro no se borre nunca. Te amo tanto madre y si tú eres feliz yo también lo soy, amo vivir este momento a tu lado, porque yo daría la vida por ti mami, yo haría lo que fuera por verte siempre bien y feliz — Calle le dijo abrazando muy fuerte a Mafe.

Mafe se separó del abrazo con Calle, la miro a los ojos y le sonrió, Mafe pensaba que apesar de que nadie le enseño hacer madre y apesar de haber criado prácticamente sola a Calle, todo valió la pena al ver, la gran mujer en la que se ha convertido Calle.

- Hija... No sabés lo feliz que me siento, apesar de que ambas dejamos de creer en el amor, ahora las dos tenemos a personas que nos aman, nos respetan y nos hacen muy felices.

- Pero no llores mamá, el día de hoy solo quiero verte sonreír y además me costó trabajo maquillarte, eh — Calle le dijo a Mafe dándole un beso en la mejilla y haciéndola sonreír.

Ambas salieron de la Habitación, la boda se iba a realizar en el gran jardín de la casa de Santiago, tanto Calle como Mafe estaban nerviosas, Mafe al saber que emprendería una nueva aventura junto a su compañero de vida y Calle al saber que su mamá emprenderá ese nuevo viaje. Para Calle no fue nada difícil haber dejado ir a su mamá, ella era demasiado celosa y protectora con su mamá, pero era porque la amaba y no estaba dispuesta ha volver a ver, llorar a su madre.

Todos estaban en sus posiciones para ver a Mafe pasar por la alfombra roja llena de pétalos rosas, la marcha nupcial tocada por un saxofonista empezó a sonar, Mafe caminaba de la mano de su hija Daniela, Santiago no podía dejar de admirar la bellaza de su futura esposa, el caminar de Mafe era lento, pareciera que las manecillas del reloj pasarán despacio y Santiago moría de ansias por poder tenerla enfrente de él.

En el lado del público estaba Germán, observando con Nostalgia toda la escena, por un error que cometió su vida cambió por completo, él se da cuenta de la gran mujer que dejó ir. Se arrepiente internamente y lo hará durante el resto de su vida, por qué si tan solo el no hubiera abandonado a su mujer y a su hija, quizá las cosas en este momento sean diferentes. German sabe que cuando se deja ir a la mujer correcta, la mujer equivocada te lo recordara por el resto de su vida.

Mafe tomo la mano de Santiago y lo saludo con una sonrisa genuina y un brillo en sus ojos que resplandecían todo el lugar.

María Fernanda, Santiago y presentes, es momento de empezar con la ceremonia...

Pov Calle

Mi madre se veía tan hermosa, no podía dejar de verla, era increíble todo lo que estaba pasando, mientras Santiago le decía sus votos a mi madre yo tomé la mano de Poche y plasme un corto beso en su mano.

Me acerqué a ella y le dije al oído...

- ¿Ves esa escena? — le pregunté y ella asintió viéndome a los ojos — bueno... Pues muy pronto las que estarán allí seremos tú y yo, seré yo la que te esté viendo a los ojos mientras te diga mis votos.

Poche suspiro y me vio con veneración a los ojos.

- muero porque ese día llegué muy pronto Daniela Calle de Garzón, porque yo desde que te ví, me di cuenta que tenía la misión de hacerte feliz — Poche me dijo haciéndome sonreír como idiota,  le dí un corto beso en sus labios y seguimos prestando atención a la ceremonia.

Yo los declaro marido y mujer, Santiago puedes besar a la novia.

Esas fueron las palabras del padre, todos los invitados empezaron aplaudir, oficialmente mi madre estaba casada con Santiago.

Ya era momento de la recepción después de la boda, todos estábamos conviviendo y charlando a gusto, yo había contratado a una excelente banda que se estaba haciendo cargo de animar la fiesta, debo confesar que durante la fiesta sentía la mirada de Elizabeth clavada en mi, en parte me daba nostalgia ver en lo que terminó nuestra amistad, aunque no me lo crean y se escuchará raro, pero yo a Elizabeth llegue a quererla como la hermana que siempre quise tener, noté que Elizabeth estaba ausenté, era como que su cuerpo estuviera aquí, pero su mente estuviera en otro lado.

- Señorita Daniela Calle, próximamente de Garzón... ¿Me concedería una pieza porfavor? — Poche me dijo extendiendo su mano e invitándome a bailar.

- ¡Claro señorita María Poche! Enséñame tus habilidades — Le dije sonriendo.

Poche y yo caminamos a la pista junto a los demás invitados, mientras bailamos con Poche estaba buscando a mi padre con la mirada, pero simplemente no lo encontré, sé que a mí papá le afecto la boda de mi madre, pero aunque me doliera no podía hacer nada al respecto.

Mis manos estaban sobre el cuello de Poche y las de ellas estaban colocadas en mi cintura, recosté mi cabeza sobre su hombro, me sentía segura y a gusto estando así con ella, cerré mis ojos y su olor invadió mis fosas nasales, ese olor que hacía que mi corazón supiera que se trataba de ella y que lo hacía latir como loco.

- ¿Puedo bailar con Daniela? — Escuché esa voz conocida detrás de mí.

- ¿Porqué no mejor bailas con tu abuela? — Escuché a Poche decir muy molesta.

- ¡Porfavor Poche, no arruinemos la boda de Mafe y mi tío!... Solo será una pieza.

Me reincorpore y miré fijamente a Elizabeth.

- Elizabeth, estoy con mi futura esposa, así que te pido de favor que me dejes en paz — Le pedí con seriedad a Elizabeth.

Ella al escuchar que le recordara que Poche será mi esposa hizo una mueca de dolor, miró el anillo de Poche y después me miró a mí.

- Te mereces ser feliz con ella Calle, eres la mujer más maravillosa del mundo, yo no logré que te enamoraras de mi, y ahora me doy cuenta que jamás hubiera tenido una oportunidad contigo, porque a kilómetros de distancia se nota que estás enamorada de ella — las lágrimas recorrieron las mejillas de Elizabeth — Te amo Daniela Calle — Poche gruño al escuchar a Elizabeth decirme que me ama — y por eso renunció hoy a ti, esta vez jamás volverás  a saber nada de mí, está vez... Me voy de tu vida para siempre.

Elizabeth dio la media vuelta y empezó a caminar sin ver hacia atrás. Yo no sabía cómo reaccionar, pero estaba segura de que esa fue la mejor decisión que Elizabeth pudo haber tomado, yo amo a Poche, ella es la mujer con la que debo y quiero casarme, Elizabeth jamás iba a poder ocupar ese lugar.

Hola mis bebés hermosas!!

El final está cada vez más cerca ☹️

Nos vemos pronto 😉

Las quiero bebés ♥️

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