Pov Calle
Cuando llegue la vi sentada en una banca, con la mirada perdida en el piso, ¡Me dolió tanto verla así! Tan pequeña (literalmente) e indefensa. Me baje de mi motocicleta y camine despacio hasta quedar enfrente de ella, estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta que estaba enfrente de ella.
- Amor... — Ella al escuchar mi voz, levantó su rostro, se puso inmediatamente de pie y se lanzó a mis brazos.
La envolví en mis brazos, queriendo protegerla de cualquier cosa que pudiera dañarla, me dolía escuchar como lloraba contra mi pecho, repose mi barbilla sobre su cabeza y acaricié su cabello despacio.
- ¡Te amo mi Chaparra! Todo estará bien — besé delicadamente su cabeza — te prometo que no dejaré que te vuelvan hacer daño.
- Calle... ¡Todo fue muy horrible! — Poche me dijo limpiando sus lágrimas, tenía sus ojitos muy inchaditos y su carita roja.
- No hablemos de eso ahora, sí, cuando estés más tranquila me cuentas ¿Te parece mi niña? — limpie sus lágrimas y le sonreí lo más sincera que pude.
Poche me sonrió y asintió con su cabeza.
- Dicen que las penas con pan son menos. ¿Que dices? ¿Será cierto? — Le pregunté alzando una ceja.
- No tengo hambre — Poche me dijo con una sonrisa que pareció más una mueca.
- Tonterías... No hay nada que la comida no arregle, así que tú y yo — la señalé a ella y después a mí — tendremos una cita, será la primera después de mucho. Así que... ¿Quieres tener una cita con este monumento de mujer?
Coqueteé con ella de una forma chistosa y... ¡Sí, la hice sonreír!
- ¡Eres una payasa Daniela! — Poche me dijo con un puchero muy tierno, arrugue mi nariz y fruncí mis labios, ella acarició mi mejilla y plasmó un beso en ella haciéndome suspirar. Sonreí, coloqué mis manos en su cadera y la pegue más a mí cuerpo, atrapé sus labios con los míos y empecé un beso lento y tierno, Poche rodeó mi cuello con sus brazos, fuimos profundizando el beso poco a poco, mordí su labio inferior y tiré de el lentamente, Poche jadeó y sonrio entre el beso.
- ¿Cómo le haces para besar tan bien? — Poche me dijo provocando mi sonrojo.
- ¿Yo? Mejor dime tú... ¿Qué tienen tus besos que se vuelven mi vicio? — Poche sonrió y rozó su nariz con la mía.
Coloqué la maleta de Poche en mi motocicleta y después nos subimos en ella. Arranque para llevar a Poche a uno de mis restaurantes favoritos. Sonreí al sentir como Poche estrujaba mi cintura con sus brazos, es increíble cómo aún le teme a las motocicletas, debo admitir que di un par de vueltas más por las calles a propósito solo para que Poche se relajara antes de llevarla al restaurante.
Llegamos al restaurante, para mí es muy especial porque está retirado de la ciudad y al rededor solo hay árboles y naturaleza, el restaurante es una gran cabaña, muy cálida con toques familiares y rurales.
- Calle este lugar es ¡muy lindo! — Poche me dijo viendo todo a su alrededor.
- Creó que nos hacía falta un poco de tranquilidad y acá la podemos encontrar — Le dije a Poche con una sonrisa y tome su mano para empezar a caminar.
- Viraha — Poche leyó el nombre del restaurante — que nombre tan curioso — Poche me dijo torciendo su boca pensativa.
- ¿Te lo parece amor? — Le pregunté abriendole la puerta para que entrara.
Poche asintió y abrió su boca al ver lo lindo que era el lugar por dentro, como les dije antes era un lugar muy cálido, tenía detalles familiares que sin duda lo hacían muy hermoso.
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La Escort
FanfictionMaría José Garzón es una joven la cual ha pasado por momentos difíciles, desde la muerte de su madre hasta el tener que aceptar a la nueva pareja de su padre, la cual es un dolor de cabeza. Sin el apoyo de su padre para continuar con la universidad...