María José Garzón es una joven la cual ha pasado por momentos difíciles, desde la muerte de su madre hasta el tener que aceptar a la nueva pareja de su padre, la cual es un dolor de cabeza. Sin el apoyo de su padre para continuar con la universidad...
Mañana ya era el día de la fiesta, han pasado 4 días desde la última vez que vi a Calle, me duele no poder verla, abrazarla y besarla. Pero también sé, que yo tengo la culpa por tener un corazón de Pollo. Han sido difíciles estos días sin ella, la extraño y la extraño mucho. Después de pensarlo llegue a la conclusión de que era momento de terminar mi relación con Óscar, así que voy de camino a su casa en este momento, lo llame y le dije que me precisa hablar con él sobre algo muy importante, él me dijo que me estaría esperando así que... Acá voy a enfrentar la realidad.
Tomé un suspiro antes de tocar la puerta de Óscar, estaba realmente muy nerviosa, estaba sudando frío. Óscar abrió la puerta con una sonrisa y me invitó a pasar, al parecer estuvo durmiendo.
- ¡Mi amor, me encanta verte por acá! — Óscar me dijo dejando un corto beso en mis labios.
- Sí, es que sabes que debo hablar contigo — Le dije sintiendo mi corazón palpitar muy rápido por los nervios.
- Lo sé amor, pero antes de que hablemos te tengo una sorpresa — Óscar tomó mi mano y me llevo corriendo hacia su habitación — ok... Cierra los ojos amor.
Le obedecí a Óscar y cerré mis ojos.
- ya los puedes abrir amor.
Abrí mis ojos lentamente y me asombre al ver un hermoso vestido de color azul sobre la cama de Óscar, era realmente ¡Hermoso!
- ¿Te gusta? Pensé que mañana en la fiesta podrías ir vestida de lo que ya eres... De una princesa así que mañana yo seré tu príncipe.
Óscar se arrodilló delante de mí y tomó mi mano, me vio directamente a los ojos y me sonrió.
- María José Garzón ¿Quieres ser mi princesa mañana en el bailé?
¡Oh no! ¿¡Porque precisamente me tiene que pasar esto a mí!? Me siento muy abrumada con todo ésto, pero... No sé cómo se tomaría Calle al verme de nuevo con Óscar, pero él está todo ilusionado con la fiesta, quizá Calle me comprenda si le explicó lo que paso, total podría terminar con Óscar mañana después de la fiesta y podría pasar con ella el resto de la noche.
- Está bien Óscar mañana iré a la fiesta contigo — Le dije con una media sonrisa.
- ¡Gracias amor! No sabes cuan feliz me haces, sé que estás cansada de escucharme decirte ésto pero... Te amo, y pues ya no eres parte de mi vida, ahora eres mi vida entera Poche.
- Óscar no digas eso, tú vida siempre continuará con o sin mí.
- No Poche, yo no podría continuar mi vida sin ti, mis padres y mi hermano se la pasan de viaje y yo estoy la mayor parte de mi vida sólo, pero contigo me siento muy feliz y con motivos para dar lo mejor de mí siempre — Óscar me vio muy triste, se que uno no debe sentir lástima por las personas, pero el me hizo sentir triste al ver su situación.
- tranquilo Óscar, todo estará bien y quiero que sepas que siempre estaré en tu vida apoyándote, aunque llegáramos a terminar siempre seré tu amiga y estaré aquí para ti — Le di un abrazo para calmarlo.
- ¡Gracias amor!, Pero dime... ¿Qué querías decirme amor? — Óscar me preguntó separándose de mi y viéndome a los ojos.
- Pues tenía que decirte que ayer Lina me llamo y me reclamó porque todo este tiempo no me he presentado a trabajar.
Debía decirle que terminamos pero después de esto no tenía el valor de hacerlo, así que opte por hablarle lo que sucedió con Lina.
- amor, ya te dije que no me gusta que salgas con saber ni quién, eres mi novia y no tienes porqué seguir de escort, por el dinero no te preocupes porque no dejaré que te haga falta nada, así que dile a Lina que ya no necesitas ese trabajo — Óscar me dijo de una manera muy seria.
- Lina me dijo que nunca iba aceptar mi renuncia y que estará esperando siempre que me presenté a trabajar.
Óscar soltó una carcajada y negó con la cabeza.
- Pues creó que va esperar sentada, porque yo no te dejaré continuar con ese estúpido trabajo — La mirada de Óscar me hizo sentir un escalofrío no muy agradable por mi cuerpo.
- Pero ya no hablemos de eso, mejor te enseñaré mi traje y me dices que te parece ¿Vale? —Óscar me preguntó y yo asentí.
Día de la fiesta.
Pov Calle
Tenía a mi estómago hecho un revoltijo, llevo varios días sin ver a Poche, no saben cuánto he luchado conmigo misma para no llamarla o irla a buscar, he tenido que pelear con mis propias fuerzas para no caer a sus pies, pero... Ella tampoco me ha buscado, no recibí una llamada o algún mensaje de ella, eso me molestaba y a la vez me ponía muy nerviosa, solo espero que haya tomando la decisión correcta, tengo ganas de besarla y de bailar con ella en la fiesta.
Estaba terminado de ponerme mi disfraz para la fiesta de hoy, después de tanto pensar y pensar en mí disfraz me decidí por ir vestida de Catwoman, la verdad que el traje me ¡Encantó! Se veía atrevido y sensual, podrán decir lo que quieran, pero a mí me gusta sentirme bien bitch a veces, sentirme con la autoestima hasta arriba. Este era mi traje.
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Me vi en el espero y me veía ¡Wow!, Quedé enamorada de mi misma, me daban ganas de besarme por el espejo, pero eso sería muy raro. Me senté en mi tocador y me aplique el último detalle que faltaba en mi rostro, mi labial rojo carmesí, me sonreí de nuevo al espejo, me pare de mi silla, tome mi bolso y salí de mi habitación para despedirme de mi mamá.
- ¡Santo Cielo hija! ¿No crees que te deberías poner un suéter? Estás muy descubierta — Mi mamá me dijo con un gesto de sorpresa.
Termine de bajar las escaleras y camine hacia donde estaba mi mamá, fingí aruñarla como un gatito y mi mamá se rió.
- Mami, es una fiesta y si me pongo un suéter me va arruinar el disfraz, en vez de ser la Catwoman seré la abuela Catwoman — Le dije a mi mamá besando su mejilla y dejándole la marca del labial en su mejilla.
- a veces no me hago a la idea de que ya eres toda una mujer Dani, te amo y estoy orgullosa de la mujer en la que te has convertido .
- Mami...¡El maquillaje! No quiero llorar — Le dije con voz de bebé.
- Ve a tu fiesta bebé, pero portate bien ¿Eh? — mi mamá me dijo entrecerrados sus ojitos.
- ¿Alguna vez me he portado mal? — le respondí fingiendo inocencia.
- ¿Quieres que te responda?
- No, mejor ya me voy que se me hace tarde — Le dije antes de salir de mi casa.
Antes de arrancar mi motocicleta me quedé pensando en Poche, la extrañaba muchísimo y de verdad esperaba con todo mi corazón poder estar con ella sin limitaciones, escuchar salir de sus labios que ya es una mujer libre y que nos podemos amar sin ocultarnos de nadie.
