La Escort

Llegaste tú.

Pov Calle

Necesitaba hacer esto, necesitaba besarla y sentir sus labios de nuevo, extrañaba esa sensación de caminar sobre el espacio cada vez que la besaba. Nos separamos lentamente, aún mantenía mis ojos cerrados, cuando los abrí me perdí en aquel color verdoso de sus ojos.

- ¡Te extrañe tanto! — le dije envolviendola en mis brazos.

- Calle...no, suéltame — Poche me pidió separandose bruscamente de mí.

Sentí la vibración de mi celular, le pedí a Poche que me esperara un momento, conteste la llamada y era mi mamá informándome que hoy no se quedaría en casa por uno de sus eventos, le dije a mi mamá que no se preocupara y colgué la llamada.

- Poche, ven conmigo. Necesitamos hablar — Le dije sujetando sus manos con las mías.

- No tengo nada que hablar contigo Daniela.

- ¿Estás segura? ¿Estás segura que no quieres escucharme?, Se que fui una imbécil antes, pero créeme Poche que todo ha cambiado, yo cambié, necesito explicarte porque me fuí y si después de escucharme sigues sin querer saber nada de mí, lo respetaré y no te molestaré más — Poche soltó un suspiro y asintió.

- sólo te daré un momento Daniela — no pude evitar sonreír al momento que escuche que prácticamente me dijo que si.

Me subí a mi consentida y después lo hizo Poche.

Abrí la puerta de mi casa e invite a pasar, a Poche, ella me miró soltó un suspiro y entró.

- ¿Quieres algo de tomar? — Le pregunté quitándome mi chaqueta para estar más cómoda.

- No, así estoy bien ¡gracias! — Poche me respondió mirando a todos lados menos a mí.

- Yo si tengo mucha sed.

Caminé hasta el minibar y vacíe un poco de vino en mi copa, camine hacía donde estaba Poche y me senté a su lado, Alfin ella me miró, podía sentir su nerviosismo y eso me gustaba.

- ¿Estás segura de que no quieres? — le pregunté llevando la copa a mis labios dandole un pequeño sorbo — ¡está delicioso! — pase mi lengua lentamente por mis labios, sonreí al ver la cara de Poche.

- Calle... — pronunció mi nombre como un susurro, sacudió su cabeza y volvió hablarme — Calle no tengo tu tiempo, si me vas a decir algo que sea de una buena vez — Poche me dijo poniendose de pié.

Deje la copa en la pequeña mesa que estaba enfrente de nosotras, me puse de pie y  me coloqué enfrente de ella.

Poche, se que probablemente me odias por haberte dejado ese día en la casa de la playa, pero... Todo tiene una explicación— Poche soltó un suspiro y me pidió que continuará, yo estaba muy nerviosa no sabía si Poche podría perdonarme o no — Poche ese día después de que hicimos el amor — me ruboricé de sólo recordarlo — después de ese acto tan maravilloso, me quedé pensando en ti, en mi y en nuestro futuro, ese día recordé lo que me había dicho Óscar esa vez que fui al antro por él,¿Recuerdas? — Le pregunté y ella asintió — Óscar me hizo recordar mis miedos, remarcó cada uno de mis errores, me dijo que lo mío no era amar, creí que me decía eso porque estaba molestó porque yo, ya no me iba de cacería con el, pero... ¡Ese hijo de perra supo lavarme bien el cerebro! — dije apretando los dientes — Poche yo pensé en ti, en que tú no merecías que te amará a medias, que en nuestra relación siempre hubiera estado el miedo de por medio. Sí ese miedo que me impedía amarte, tenía miedo de que te cansarás de mi, de lo que yo era y no merecías — agache mi rostro sintiéndome culpable.

- Daniela no comprendo el porqué de tu miedo, creó que yo siempre te demostré que quería estar contigo, apesar que la razón me gritaba que me alejará de ti, que corriera porque me ibas a romper en pedazos, apesar de que yo también tenía miedo, decidí obedecerle a mi corazón y amarte, amarte apesar de saber que tu buscabas solamente sexo conmigo, yo te amé con tus errores Daniela — podía escuchar su voz quebrarse — ¿Sabés? Es irónico que me digas que tenías miedo de que te dejará, cuando la que terminó dejándome sin importarle mis sentimientos fuiste tú.