La Escort

Imagen perturbadora.

- Óscar intento violarme — Solté con la voz temblorosa.

Mi papá se puso pálido y empezó a tartamudear.

- ¿Te-te-te violó? — pude notar el temor en la voz de mi papá al preguntarme.

- No, no lo hizo, por suerte ese día llego Calle a tiempo, y le dio una buena paliza a Óscar, Calle ha sido mi polo a tierra, sin ella ya me hubiera perdido en un camino sin rumbo — Limpie una lágrima que amenazaba con salirse de mi ojo.

- ¡Maldito infeliz!, Hija me siento la peor basura del mundo, si el te hubiera hecho daño, me hubiera vuelto loco, a pesar de que nuestra relación no ha sido buena, yo te amo hija, aunque jamás te lo demostré... Yo te amo, fui un tonto, no supe ser un buen padre para ustedes, las dejé solas cuando más me necesitaban y eso jamás me lo voy a perdonar, se que no tengo derecho a decirlo, pero quiero pedirte que me perdones Poche, ¡Porfavor perdóname por ser un mal padre!, Reconozco que me equivoqué pero quiero rectificar mis errores, quiero retomar el tiempo perdido y...

Tuve que interrumpirlo.

- Yo te perdono — Le dije de todo corazón...a Juan Carlos le brillaron lo ojos al escucharme — Yo te perdono, porque me he dado cuenta que no vale la pena desperdiciar mi tiempo odiando... Ésto lo digo de corazón, te has ganado mi perdón, pero aún no te has ganado mi cariño, aparte es que seas mi padre porque me has traído al mundo y aparte es que seas mi padre porque te has ganado ese puesto, así que tienes que hacer mucho más que decirme unas lindas palabras para ganarte ese lugar, tienes que demostrar que deberás has cambiado y ganarte con hechos ese lugar.

Juan Carlos se levantó de su silla, se arrodilló enfrente de mí y empezó a pedirme Perdon.

- No hagas esto, levántate — Le dije ayudándolo a ponerse de pie.

- ¡Gracias hija! Gracias por darme esta segunda oportunidad, prometo hacer las cosas bien esta vez — Mi papá me dijo con una sonrisa genuina  entre lágrimas la cual le devolví.

- No hay nada que agradecer... Es mejor que vayamos haber cómo está Vale — Le dije y el asintió.

Llegamos a la sala de espera y sonreí al ver a esa mujer tan hermosa sentada en una de las sillas, tenía su lengüita de fuera y tecleaba rápidamente en su celular, sabía que estaba jugando, se veía como una niña pequeña, tan tierna, tan dulce.

- Se nota que la amas mucho ¿Verdad? — Mi papá me dijo al ver que tenía una gran sonrisa de idiota.

- Más que a mí propia vida — Le contesté sin dejar de ver a Calle.

- Ella es muy hermosa, tienes buenos gustos hija, además que me hace feliz ver qué ella te hace feliz — Mi papá me dijo sinceramente, gire mi rostro y le sonreí.

- ¡Hola! — Le dije sin dejar de sonreír.

Calle alzó su rostro, me sonrió y se levantó rápidamente de su asiento.

- Te extrañe amor — Calle tomo mis mejillas entre sus manos y me dio un beso que me dejó sin aliento. Escuchamos a mi papá aclarar su garganta y nos separamos.

- ¡Losiento! — Calle dijo muy apenada y escondiendo su rostro en mi hombro, mi bebé estaba muy sonrojada.

- No sé preocupen niñas — Mi papá nos dijo con una sonrisa.

Nos reincorporamos cuando vimos que un doctor se estaba acercando a nosotros, la verdad es que me puse muy nerviosa, sabía que él venía  a darnos información de Vale, solo espero que todo esté bien.

- ¡Buenas tardes! ¿Ustedes son los familiares de la señorita Garzón? — El doctor nos preguntó.

- Sí, yo soy su padre y ella es su hermana mayor — respondió mi padre.