La Escort

Yo siempre te protegeré

Pov Poche

Calle se fue a traerme una bebida, porque la verdad ya sentía mi garganta muy reseca, empecé a bailar junto a Laura y Juana, me estaba divirtiendo mucho al ver lo torpe que era Laura al bailar cuando estaba borracha.

- Chicas iré arriba, él estúpido de Javier me esta llamando — Juana nos informó y nosotras asentimos.

- Pochesita... Mi pochesita, cuanto haz crecido amiga ¡Nah, mentira! — Laura me abrazaba mientras seguía con su sentimentalismo.

- Laura no debiste tomar tanto — La regañe.

- Y tú no debes comportarte como la mamá pitufa — rodé los ojos y seguí bailando.

Mientras bailaba mire a un chico que se venía acercando a mí, él chico me sonrió y me saludo.

- ¿Tú eres Poche verdad? — Él me preguntó, él chico era alto, delgado, cabello corto, tenía brackets y anteojos.

- Si soy yo ¿Por? — Le pregunté.

- Calle me pidió que te dijera si podías ir al patio trasero porque quiere hablar contigo en privado — El chico me dijo, yo no pude evitar sonreír, ya sabía del porqué Calle quería "hablar conmigo"

- ¡Gracias! — Le dije al chico y ambos caminamos para el mismo rumbo.

Cuando llegue al patio trasero me di cuenta que no había nadie, o quizá Calle quería jugar a las escondidas.

- ¿Así que quieres jugar a las escondidas, verdad amor?... Bueno...si yo te encuentro deberás pagar tú penitencia — repetía mientras la buscaba por el patio trasero.

¡Auch!, Me quejé al sentir mi espalda chocar contra la fría pared, este jueguito me estaba gustando hasta que...

- ¿Cómo estás Poche? — Escuché la voz de Óscar y mi cuerpo se tenso por completo.

- Óscar ¿Que haces aquí? — Le pregunté nerviosa, no sabía que él estaba invitado a la fiesta.

- La verdad estoy aquí por ti Poche — Óscar me dijo con una sonrisa malévola — ¿Sabés? Juana siempre pública que se irá de fiesta, es así como supe que tú mejor amiga haría una, por obvias razones deduje que tú estarías aquí y no iba a desaprovechar está oportunidad.

- ¿Cómo entraste Óscar? — le pregunté empezando a sentir miedo.

- Fue muy fácil, hay tanta gente que ni cuenta se dieron en el momento que entre, y lograr que vinieras acá fue mucho más fácil, solo tuve que darle veinte dólares al chico que te fue a llamar — Óscar empezó acariciar mi rostro, eso me causo escalofríos, pero fueron desagradables.

- Ya me tengo que ir Óscar — Le dije tratando de levantarme de la pared.

- ¡NO! Tú de aquí no te vas hasta que yo obtenga lo que quiero — Óscar me dijo respirando sobre mí cuello y apretandome más sobre la pared, lo quería quitar en encima de mí pero no podía, él era más fuerte y grande que yo.

- ¡Óscar déjame ir porfavor! — Le supliqué.

- ¡Ya te dije que NO!, Me cansé de jugar al bueno contigo Poche, ya estoy arto de que me desprecies, así que me tocará tomarte por las malas — Óscar empezó a besar mi cuello y sentí repulsión.

- ¡CALLE!... — Grité, pero Óscar me dió una bofetada y me tapo la boca con su sucia mano.

- ¡Shh! Cállate, Calle no te escuchará con la bulla que hay allá dentro — Óscar paso su lengua por mi cuello y sentí asco, seguía luchando por escapar pero no podía él era mucho más fuerte que yo — No sabes lo excitado que estoy en este momento — Óscar acariciaba mis piernas — tengo ganas de ver tus pechos — solloce al sentir como había roto mi vestido de la parte de adelante — ¡Oh sí bebé! Al fin serás mía, al fin me vengare de la estúpida de Daniela... No, no llores bonita, te prometo que te penetrare despacio — Óscar me dijo al oído y solloce más fuerte.