Capítulo 91

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Narrado por Mangel

-¿Por qué fuihte? Joer macho, si eh que te digo lah cosah por náh- Cheeto me recriminaba un poco molehto por mi decisión de haber ido a ver a Rubiuh.
-¿Cómo voy a ser tan ioputa para no ir a verlo? Ya te dije que fue para mejor- Había llegado hace unos veinte minutos, comentándole todo lo ocurrido a Cheeto, quien me miraba un poco desconcertado por la decisión de Rubiuh; ni él ni yo imaginamoh que lo haría de esa manera, mucho menoh tan rápido.
-No entiendeh lah razoneh por lo que te digo ehto. Deja de entrometerte Mahe, Rubiuh ya tiene suficiente con tóh lo que ehtá viviendo; tu también tieneh máh que suficiente. ¿Quiereh seguir llorando? Pareciera que te gustara andar en medio de lah peleah. No buhqueh máh conflictoh… él ya eh un adulto hecho y derecho y tiene que aprender a tomar decisioneh. Tu ya lah tomahte, y hah cumplíoh con tu palabra… deja de defenderlo tanto y de protegerlo- Me ehtaba cabreando la actitud que había tomáoh mi compañero de piso. ¿Cómo pretendía que dejara sólo a Rubiuh en un momento como ehte? Claro que me sentía rehponsable de todah lah decisioneh que había tomáoh hahta ahora; si yo no hubiera insistíoh tanto, él seguiría con Jen y de seguro ehtarían ya en lah ihlah canariah o anda a saber tu donde. 
-Ehtáh siendo injuhto. Siempre te he encontráoh la razón, pero ehta veh ehtoy en desacuerdo. No puéoh abandonar a Rubiuh, Cheeto. Si tu lo hubierah vihto… ehtaba dehtrozáoh macho. Jamáh lo había vihto tan trihte, salvo ese día que, irónicamente, Jen no se daba cuenta de suh sentimientoh. ¿Lo recuerdah? Cuando recién la conoció… sólo lo he vihto doh veceh trihte, y la doh son por ella- Me afirmé en el rehpaldo del sofá, mientrah Cheeto me miraba con una ceja alzada.
-Puede ser pero, ¿Alguna veh lo vihte tan enojáoh como aquel día en el que fue a la casa de Antonio y lo golpeó en la cara? Y no me malinterpreteh… yo jamáh lo vi defender lo suyo de una manera tan posesiva. Mira Mahe, siento que aún no tieneh bien claro lo que ehtá ocurriendo. Rubiuh ha dejáoh tóh por ti; abandonó su vida por ti y de seguro que por él también… deja de dudar tanto por lo que pueda sentir. Sigueh insihtiendo con lo de Jen, aún cuando rompió con ella. Macho, si ehtá en tuh nariceh la rehpuehta y no te dah cuenta… así como tu fuihte capáh de avanzar y ponerle el hombro a la situación, eh momento de que le deh la oportunidáh a él de solucionar loh problemah- Suhpiré pesadamente. Cheeto tenía razón rehpecto de mih conhtanteh miedoh por lo que sentía Rubiuh. Era inevitable pensar en aquello, máh cuando todo ocurría tan rápido y a mi favor. Había sufríoh tanto ehtoh últimoh meseh; primero por su indiferencia, luego por su enojo… ahora por su dolor. Y ahí eh cuando máh me pregunto ¿habrá valíoh la pena todo lo que ha sucedíoh hahta ahora? Ahora mihmo él debe ehtar solo, pensando en que hacer… ehtá solo, mientrah que yo tengo a Cheeto, Antonio o hahta Francihco.
-Cheeto… Rubiuh ehtá solo en ehto. Ehtá a kilómetroh de nosotroh, viviendo solo, lleno de recuerdoh. ¿Cómo quiereh que no lo acompañe? ¿Qué intervenga? Entiendo lo que me diceh, pero eh que no puéoh quedarme de brazoh cruzáoh. Tan sólo pensar en que ahora mihmo ehtá luchando contra tóh ehto absolutamente solo, me dehtroza. Yo te tengo a ti, siempre te he tenido y de hecho no puedo imaginarme ehte proceso sin tu ayuda… él necesita mi hombro; nuehtroh hombroh. Ya ha sufríoh suficiente, y aunque no te guste, aunque yo ehté totalmente equivocáoh, me involucraré para asegurarme de que él ehtá bien. No podemoh dejarlo solo Cheeto.
-No eh como si yo quisiera hacerlo pero… uhtedeh doh son un desahtre. Mírate, míralo a él… tienen que entender que ahora se complicarán lah cosah. Mira, vale, no me meteré en tuh asuntoh, y obviamente si Rubiuh necesita nuehtro apoyo, lo tendrá aunque llueva o truene. Sólo, no se metan en máh problemah por favor- Se le veía agotáoh. Ha síoh un camino muy duro para todoh. Hemoh cambiáoh muchoh ahpectoh de nuehtrah vidah y sin duda Cheeto ha ehtáoh involucráoh en ehte proceso. Lo entiendo… él siempre ha ehtáoh calláoh; nunca ha opináoh rehpecto de que eh lo que siente. Sólo me queda rehpetarlo y entenderlo, porque ehto no eh fácil. Siempre me enfrahqué en ehta burbuja que me hacía mirar sólo a Rubiuh, pero a mi alrededor se movía mucha gente. Antonio recibió un golpe que no emrecía; Francihco prácticamente dejó que su novio fuese infiel por mí. Cheeto ha vihto lo peor de nosotroh. Nuehtra relación quebrándose, recuperándose, perdiéndose y volviendo a unirse… creo que eh hora de pensar en loh demáh, y dejarnoh de juegoh.
-Bueno, será mejor que me vaya a ehtudiar, no vaya a ser que repruebe. Me voy a tomar por culo si eso pasa- Cheeto me miró y, sonriendo, me dio una palmadita en el hombro.
-Oye- Dije rápidamente, haciendo que ehte se volteara para mirarme. –Dihculpa por tóh loh maloh ratoh. Nunca quise que ehto afectara a mi alrededor… no te lo había dicho pero, graciah por aguantarme tanto- Cheeto sonrió de manera amplia, haciendo que la barba se le levantara de manera graciosa.
-¿Qué? ¿Ahora te ehtáh enamorando de mí? No seah gilipollah Mahe, para eso ehtán loh amigoh- se dehcojonó, dándome un abrazo que no duró máh de unoh segundoh. Me levantó el pulgar en señal de “no te preocupeh, tóh anda de maravilla” y se fue a su habitación, encerrándose en ehta.

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora