Capítulo 63

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Narrado por Mangel

¿Y nuehtra cita perfecta? ¿Dónde coño quedó?
-Hola Jen, ¿Cómo ehtáh?- ¿Por qué tenía que aparecer? ¿Qué cojoneh quiere de mi?
-Hola Mangel, estoy muy bien. ¿Vamos a Zoo? Vengan, no sean aburridos- Miré a Rubiuh, quién era tironéaoh por Jen insihtiendo a máh no poder. ¿Por qué no podemoh ehtar bien hahta el final?
-¿Ehtáh seguro de ehto?- Traté de hacer entender a Rubiuh. Traté de hacer que cambiara de opinión; que, por alguna véh en su vida, tomara una buena decisión.
-No, para nada- Ehcuché su voz, que no tenía nada de confianza, mientrah veía como era arrahtráoh con rapideh a Zoo. No pretendía quedarme afuera… Lo hecho, hecho ehtá.
        Lah amigah de Jen entraron, no sin anteh sonreírme como siempre lo hacían. Ehtoy seguro que a una de ellah le intereso; De seguro eh Karina.
-Yo invito Rubén, no te preocupes- Vi como Jen sacaba su cartera, mientrah le pagaba la entráh a Rubiuh y a mi. No quiero caridáh; quiero que me dejeh solo con Rubiuh aunque sea una véh.
    La música ehtaba a tope. Zoo ehtaba que colapsaba de gente, de hecho noh cohtó muchísimo poder ubicarnoh de manera cómoda; Jen se sentó al láoh de Rubiuh, mientrah ehte me miraba con… vergüenza. Y bien que te debería dar, máh aún sabiendo cómo me siento, ioputa.
-Hola Mangel, tanto tiempo- Ehcuché la voz de Karina a mi láoh. Fantáhtico, ahora tengo que lidiar con ehto.
-Hola Kari, tanto tiempo. ¿Cómo ehtáh?- Pregunté por cortesía. Mi madre siempre me inculcó que el saludo no se le quita a nadie, ni a la peor de lah personah.
-Al parecer no tan bien como tu. ¿Qué te hiciste? Te ves bien- Su comentario, máh que parecerme un poco fuera de lugar, me incomodó. En otrah circunhtanciah, quizá habría aceptado liarme con ella, aunque había teíoh oportunidadeh y nunca lah acepté. Dehpuéh de tóh no soy de andar besando a medio mundo porque sí.
-Mmm… si- No tenía ganah de seguir el juego. Ehtaba cabreáoh. De hecho, ahora mihmo quiero irme a tomar por culo…
    Miré a Jen, quién entretenía a Rubiuh, mientrah ehte la miraba de una manera que no sabría dehcribir. No sé si ehtaba interesáoh en algo de lo que decía, pero verloh tan cerca me revolvía el ehtómago. Ya no ehtoy en condicioneh de aguantar ehto.
-¿Mangel? ¿Estás bien? Te veo un poco ido- La voh de Karina me devolvió a la tierra.
-Si, ehtoy bien… ¿quiereh beber algo?- Le ofrecí, sabiendo a donde iba a terminar ehto. Yo, borracho a no dar máh, no soy para náh confiable. Realmente eso eh lo que quiero… ehcapar de ehta mierda; borrarme.
-¿Eh? Vale, encantada- Me sonrió, a lo que ni me inmuté. Me levanté de la silla, mientrah sentía la mirada penetrante de Rubiuh sobre mi nuca. De seguro se ehtará preguntando a donde cojoneh me voy a meter.
     Comencé a caminar entremedio de la gente que bailaba como si el mundo se fuese a acabar, irritado, empujando a medio mundo para que se movieran de mi camino.
-Ya no me importa nada… A la mierda la cita. Perderé la compohtura- Fruncí el ceño, mientrah veía a lo lejoh la barra.
      Caminé con paso firme, sin cambiar mi actitud de cabreo máximo, hahta llegar el tipo de la barra.
-Hol…
-Dame la mierda máh fuerte que tengah- No suelo ser dehcortéh, pero la amabilidáh la tenía metíah en el culo.
-Hola, ¿Lo más fuerte?- El tío ehte pesáoh volvió a saludarme, recalcando ese “hola” que yo le había cortáoh con mi mal rollo.
-Hola… Si, por favor- Recordé lo que me dijo mi madre, una véh máh. Nunca se le quita el saludo a la gente. Joder mamá, ehto eh culpa tuya.
     El barman se alejó un momento, buhcando unah botellah de no sé que mierda, mientrah comenzaba a mehclarlah, vaciando el conteníoh en un vaso que máh que pequeño, era minúhculo.
-43 grados alcohólicos. Anda con cuidado- Me advirtió, mientrah me lo ponía en la mesa. ¿43 gradoh? Madre mía, en unoh minutoh no sabré ni donde ehtoy paráoh.
-Graciah por la indicacioneh- Me encogí de hombroh, mirando el pequeño vaso frente a mih nariceh… ¿ehtoy acojonáoh por un jodíoh trago?
-Pa’ dentro- Murmuré, tomando el vasito, vaciándolo por completo en mi boca, tragándolo a su véh.
-Hohtia… ¡Me cago’n tóh, que ehto quema!- Abrí al boca, desehperáoh por la sensación en la garganta. La mierda ehta era fuerte… Muy fuerte. Al menoh tengo en el ehtómago la cena de hace un rato… esa que se supone sería perfecta.
-Que suerte la mía- Me revolví el pelo, sintiéndome máh irritáoh de lo normal. Ehto me demuehtra que el alcohol me hace mal. La mierda ya me hizo efecto y ni siquiera han pasáoh cinco minutoh.
-Seré gilipollah- Inhalaba y exhalaba, tratando de focalizar tóh el oxígeno en mi garganta. El trago me ehcoció por completo la traquia…
-Eh, ¿Me puéh dar cinco cervezah?- Levanté el índice, apuntándolo.
-No puedo venderte tanto alcohol sólo a ti… Tendrán que sacarte en camilla del local- Vale, al menoh el tíoh eh rehponsable. Y de seguro ahora mihmo mi vida vale mucho menoh que la de él… Que generoso.
-Tranquilo, eh para unoh amigoh que me ehperan en la mesa del fondo- Traté de apuntar con la mayor precisión, logrando captar el peinado de gallineta de Rubiuh.
-Espero que sea así… O sino tendré que pedir que te saquen. Me sorprende que sigas hablando luego de lo que te mandaste para adentro- Me miró, chahqueando la lengua, volviendo a suh laboreh. Dehpuéh de tóh tenía gente ehperando a ser atendidah.

      Tome loh jarroh con cerveza, mientrah hacía lo posible por mantener la compohtura al caminar. Sentía como la gente bailaba a mi alrededor, lo que me dificultaba bahtante llegar con loh jarroh a salvo. Luego de chocar con uno o dóh tíoh, loh cualeh me mandaron a tomar por culo, llegué a la mesa donde se encontraban Jen, al láoh de Rubiuh y Karina, quién se había cambiáoh d elugar, y ahora ehtaba hablando con Pam.
-¡Oh! Que sorpresa…- Ehclamó Jen, quién no me quitaba la mirada de encima, mientrah ponía loh jarroh sobre la mesa, con el mayor cuidado.
-La casa invita- Dije de broma, sonriendo, un poco máh contento, graciah a ese trago raro que me había tragáoh minutoh anteh.
-¿Cuánto te salió? Yo puedo pagar nuestra parte. Después de todo… ya haz gastado suficiente dinero- Noté como Rubiuh no podía mirarme a la cara. Entendí que se refería a nuehtra cena, y aunque llevaba razón, mi orgullo me impedía decir que si.
-No te preocupeh, dehpuéh de tóh, hay que pasarlo bien- Levanté loh brazoh con ánimo, mientrah lah mujereh que ehtaban en nuehtra mesa reían, animándose conmigo.
-¡Vamos a bailar entonces!- Dijo Pam, tomando de la mano a Kari, quieneh se fueron a la pihta de baile, haciendo uno movimientoh por demáh ehtrañoh. No tardaron náh en conseguir dóh tíoh babeando por ellah. Soy hombre, pero a veceh me da vergüenza serlo… Joder.
-¿Vamos Rubén?- La voh de Jen, preguntándole eso a Rubiuh, hizo que me volteara, para ver como se encontraban; acarameláoh, tan jodíamente juntoh. Me enferma; muchísimo.
-Eh… Me beberé esta cerveza y voy a bailar. No quiero que se caliente, después de todo sería pasta desperdiciada- Muy bien Rubiuh, la sacahte de una manera inteligente.
-Yo también me quéoh… Quiero beber hahta decir bahta- Me senté con ganah, mientrah tomaba mi jarro y me lo empinaba hahta el fondo. Terminaré muy mal; yo y mi subconsciente lo saben perfectamente.
-¿Quieres beber hasta decir basta?- Comentó Rubiuh, repitiendo mih palabrah. Lo miré, sonriendo con ironía. Si tío… hah entendíoh muy bien la indirecta.

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora