Capítulo 107

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Narrado por Mangel

Lo de anoche no tenía forma de ehplicarlo. Lah mileh de sensacioneh que pasaron por mi cuerpo; conectarme de esa manera con Rubiuh... fue algo delirante, fuera de ehte mundo. Pero tuvo que acabar, así como acaban todah lah cosah. Luego de nuehtro efímero encuentro, Rubiuh se devolvió a su habitación y yo me dormí al inhtante. No tuve tiempo de pensar en lo que había ocurríoh puehto que, todah mih energíah ya se habían consumíoh luego de aquel intenso orgahmo que me había lleváoh a la gloria y que también llevó al colapso a Rubiuh, quien se había corríoh en mi pecho. Joder, que ni siquiera me había preocupáoh de asearme un poco. Me dolía todo pese a no haber hecho demasiáoh. Me sentía exhausto sobre todo por lo acumulado que ehtaba; el repentino enojo de Rubiuh por no haberle contáoh a mih padreh sobre nuehtra relación que no tengo idea como llamar me había puehto aún máh ansioso de querer tocarlo, besarlo y sentirlo pero ya todo había pasáoh, había sido nuehtra reconciliación y, joder, que buena ehtuvo.
Al dehpertar por la mañana, sentí un vacío tremendo... la noche era nuehtra aliada, pero la realidad volvía a nuehtroh ojoh con el primer rayo de sol que se asomaba, anunciando un nuevo día. Me levantpe perezoso, un poco entumecido de brazoh y piernah por algo máh que lógico. Me ehtiré, exhalando con calma y agradeciendo que todo hubiera terminado. La situación con Rubiuh me tenía agotáoh y si, me daba mucha felicidáh pero también consumía poco a poo lo que tenía de energía. No quería pelear máh con él, no ahora cuando ehtaba viviendo una crisih exihtencial por no saber que coño decirle a mih padreh sobre ehto. –Joder, eh que te adelantahte macho. ¿Por qué coño teníah que decirle tan rápido a tuh padreh?- Era fruhtrante sentir que me quedaba atráh, pero tenía claro que no haría nada que no tuviera fríamente calculado, pese a que yo no soy así.

Me levanté de la cama, poniéndome lah pantuflah y abrigándome un poco. Había amanecíoh muy frío pero nada insoportable. Hoy día noh devolveríamoh a Madrid así que quería aprovechar al máximo a mih padreh, quizá hahta contarleh... quien sabe. En cuanto abrí la puerta me encontré con Rubiuh y con mi hermana. ¿Por qué cojoneh habíamoh salíoh loh tréh, al mihmo tiempo? Me cago en lah putah coincidenciah incómodah.
-Buenos días- Dijo Rubiuh, mirando a mi hermana y sonriéndole. Me puse pálido, de eso ehtaba seguro. Joder, si anoche chillamoh máh que un cerdo en el matadero... si noh ehcuchó no habría forma de ehplicarle que hacía yo gimiendo con Rubiuh.
-Buenoh díah- Dijo ella, con una cara de sueño que ni ella se podía. Suhpiré tranquilo. Ehta niña no era de guardarse lah cosah así que lo máh seguro eh que no ehcuchó absolutamente nada. Vale, teníamoh algo seguro. Ahora que me ponía a pensar en nuehtroh actoh, fuimoh bahtante dehcuidadoh. Mi hermana durmiendo a pocoh metroh de nosotroh mientrah tanto Rubiuh como yo dehcontroláoh a decir bahta.
-Buenoh díah- Dije con pocah ganah, jodido por la mehcla de sueño, nerviosihmo y el recordar lo que había ocurríoh anoche.
-Buenos días Mangel. ¿Cómo dormiste?- Una sonrisa picarona apareció en la comisura de suh labioh. El gilipollah lo ehtaba dihfrutando, pero era muy agradable verlo de buen humor.
-Dormí muy bien, graciah. ¿Y tú? ¿Qué tal la habitación? ¿Pasahte mucho frío?- Le sonreí de la mihma manera, mientrah él sólo se tragaba su orgullo. Se había puehto coloráoh y yo no podía ehtar dihfrutando máh la situación.
-Dormí abrigado, pero amanecí pegajoso, no sé porqué- Abrí loh ojoh de par en par, mirando a mi alrededor. Mi hermana había desaparecíoh, quizá aburría porque ya no le ehtábamoh prehtando atención o quizá porque le dio sueño y se devolvió a la cama.
-¿Tú ereh tonto? No digah esah cosah tan fuerte, gilipollah- Vale, que yo era cómplice por haberle seguido el juego pero tío, una cosa eh decir si durmió bien y otra eh decir que ehtá pegajoso porque... bueno, por algo máh que lógico.
-Era una bromita. Además tu hermana no está así que no te preocupes tanto. Pero hablando muy en serio, dormí excelente- Me dedicó un guiño, el cual me ehtremeció de piéh a cabeza. ¿Cómo lograba volverme loco de ehta manera? Inhalé, intentando mantener la compohtura, y así lo hice. Bajamoh al primer piso donde mi madre ya tenía el desayuno lihto... la mañana pasó bahtante tranquila. Hablamoh en la mesa como si nada, todoh con un aura de felicidáh que me encantaba. Que lah cosah fueran bien era muy relajante; ver que mi madre y mi padre se comunicaran con Rubiuh de una manera muy natural me hacía sentir que ehto quizá, sólo quizá podría funcionar. Sonreí para mí, bebiendo un poco de café, observando en silencio. ¿Podríamoh construir algo entre nosotroh doh? Mirar la escena dehde afuera; verloh conversar, interactuar como si fuéramoh una gran familia... ¿Ehto podría funcionar realmente? Quizá hahta ehte punto no me lo había planteado del todo, pero ahora lo sentía máh real.
-Tengo que decir algo- Dije, sin pensar. En cuanto sentí la mirada penetrante de todoh loh que ehtaban en la mesa, me acojoné. Muy bien Mahe, hablar sin pensar y luego quedarte sin palabrah. Muy inteligente.
-Perdón amor, estábamos hablando sin parar. Dinos- Rubiuh, que ehtaba sentado frente a mí, abrió loh ojoh de par en par, negando levemente con la cabeza. ¿Qué? Pero si él mihmo me había dáoh el ánimo pa' decirle a mih padreh... aunque entendía que me dijera que no. Mierda, ¿qué se suponía que iba a decir ahora? Sentía lah miradah penetranteh de mih padreh y la de Rubiuh máh asuhtáh que otra cosa.
-Eh... la verdad es que...- Tragué saliva sintiendo un nudo en la garganta. ¿En serio lo iba hacer? Miré a Rubiuh, miré a mi madre con expectación en loh ojoh. Mi padre no ehtaba tan concentrado como mi mamá pero era lógico, loh hombreh solemoh ser así. –Lo pasé muy bien- Dije sin máh, sonriendo de una manera muy boba. Rubiuh puso loh ojoh en blanco, yo creo que rehpirando máh tranquilo luego de que me comportara como un lunático actuando así. Mi madre suhpiró pero con esa típica sonrisa maternal me miró.
-Nosotros también hijo. Espero que vengan más seguido, por favor no se pierdan, ¿vale? Y tu Rubén estás invitado cuando quieras. Ya sabes que Mangelcito es un poco despistado así que si él viene para acá, tú no dudes en meterte en su maleta o algo así.
-Déjaloh en paz mujer, que loh ahogah- Mi papá habló luego de bahtante tiempo. Mi mamá sólo sonrió mientrah le guiñaba un ojo a Rubiuh. ¿Pára qué? No tengo ni puta idea... en una de esah mi madre quiere conquihtar a Rubiuh y quitármelo. Vale no, ehtoy delirando, soy gilipollah. -¿Qué coño me fumé?- Me dije a mí mihmo, riéndome por el pensamiento aleatorio que se había alojáoh en mi cabeza. Aún así sería raro de cojoneh... mi madre y Rubiuh juntoh. Ay Dioh mio quítame ese jodido pensamiento de la cabeza anteh de que me de alguna enfermedáh.

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora