Capítulo 93

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Narrado por Mangel

-Macho, deja de llamarlo. Si no te contehta eh porque ehtá ocupáoh y ya- No sé cuantah veceh me había dicho lo mihmo. Ya tenía aburríoh a Cheeto con tóh ehte tema de llamar a Rubiuh, pero realmente sentía su ausencia. Había pasáoh una semana dehde que se había ido y ya quería ir yo mihmo a buhcarlo a Noruega, aunque tuviese que nadar el Mar del Norte de orilla a orilla.
-Sé que ehtá ocupáoh, pero dehde que llegó sólo recibí un mensaje de su parte que me avisaba que ehtaba a salvo con su familia- Era una ehtupidéh preocuparme tanto cuando sabía que ehtaba bien, pero era la necesidad excesiva de ehtar junto a él, de verlo sonreír; de pasar tiempo juntoh, no como pareja, sino como amigoh.
-Mira, que te parece si mejor salimoh con Alehby y con Maximuh hoy en la noche. Hay una promoción en Zoo y al parecer tendrán buena música como siempre. Vamoh… dehpeja tu mente, de seguro Rubiuh también lo ehtá haciendo. Debe ehtar dihfrutando con su familia. Claramente debe ehtar pensando en ti, pero eso no significa que tengah que obsesionarte con él… ehtáh actuando como una señora menopáusica- No pude evitar sonreír con su gran dihcurso. A ehtah alturah no tenía idea de cómo habría afrontáoh todo lo ocurrido. Cheeto había síoh uno de loh pilareh fundamentaleh en ehte proceso que se me había hecho máh un infierno que cualquier cosa.
-La verdáh, no creo que sea una buena idea. No eh que no quiera salir con uhtedeh, eh sólo que no quiero arruinarleh la fiehta con mih lamentoh y esah cosah que sé que no te guhtan- Ehtaba siendo sincero. Ademáh tenía otroh planeh para hoy día. –En todo caso, creo que me juntaré con Francihco y Antonio. Leh había prometíoh que loh invitaría algún día, así que tengo eso pendiente- Hace bahtante que no hablaba con elloh y ya era hora de que fuera yo el que loh invitara para acá. Me sentía un poco abusador al juntarme con elloh sólo cuando tenía dudah o cosah así, pero no era sólo por eso, sino porque realmente quería verloh y saber como iban suh planeh de casarse. No entiendo a quien le ehtoy dando ehplicacioneh…
-Por mi no hay problema Mahe, elloh me caen bien, de hecho podríah haberloh invitáoh para que fuéramoh tóh a Zoo, pero ehtoy seguro que quiereh juntarte con elloh sólo para hablar de Rubiuh- Suhpiró, mientrah se acomodaba en el sofá. ¿Esa eh la imagen que doy?
-No eh por eso… bueno, quizá si, pero ¿Qué quiereh tío? Déjame ser, joder- Refunfuñé, mientrah él sólo se limitaba a reír burlonamente.
-Te dejo, te dejo. Yo saldré con elloh y crearé una ehcusa que te salve…si eh que no sé que haríah sin mí tío- Una veh máh lo hacía… me salvaba. 
-Graciah… prometoque te contaré tóh lo que tengo en mente. No eh que no confíe en ti, sino que te agobio demasiáoh con mih cosah. Tu sabeh… Fran y Tono saben mucho de ehto y realmente necesito aclarar ciertah cosah.
-No me digah que le vah a preguntar por donde tieneh que meterla… que hahta yo sé por donde se tiene que hacer. No eh muy difícil sacarlo por deducción- Sentí como el rubor me inundaba lah mejillah. ¿Cómo se le ocurría decir una gilipolléh como esa?
-¡Claro que sé donde hay que meterla, ioputa! Digo…- Anteh de ponder ehplicarme, el maldito ya ehtaba riéndose como si no hubiese un mañana. –Que saco ehplicándome…- Suhpiré, aún con la risa de Cheeto de fondo.
-Mejor cambiemoh de tema, no eh como si quisiera saber sobre tuh intimidadeh sexualeh, analeh…- Y seguía… madre mía.
-¡Que te calleh!- Vale, me había ganáoh la vergüenza. Sólo atiné a arrancar del salón pa’ irme directo a mi habitación y ahí sobrellevar lah cosah que el gilipollah de mi compañero de piso me había dicho. –Será mejor que llame a Tono- Saqué el móvil de mi bolsillo, dehbloqueándolo y dehlizando el dedo en buhca de su contacto. En cuanto vi a ese niño de cabellera ohcura y sonrisa amplia, me detuve, apretando en su rohtro para marcar.
-…No vas a creer lo que me acaba de ocurrir. Estaba a punto de llamarte- Su voz, máh que reconocible para mí, se hizo presente de una manera máh que amigable.
-Ehtamoh conectáoh mentalmente- Me reí, ehcuchándolo hacer lo mihmo. -¿Cómo ehtáh?- Pregunté, sentándome en la cama.
-Muy bien, congelado. Ultimamente está haciendo más frío del habitual en Madrid, pero ya sabes… tengo a un oso peludo que me calienta en las noches-Sonreí de láoh, conmovido por su comentario. Elloh se iban a casar… iban a dar el siguiente paso, sin miedo, sin vergüenza alguna. Siempre me había guhtáoh como se complementaban y se apoyaban mutuamente. Francihco fue el que lo enamoró, pero Antonio fue… él que realmente cedió y dejó de lado suh miedoh. Acaso… ¿Eso no eh lo que ehtá ocurriendo conmigo y Rubiuh? Admiro a Tono por dejar de lado suh, como decirlo, idealeh… pero Rubiuh también lo ha hecho, y aún así creo no hacer valer esa acción como lo hago con Tono.
-Me imagino… oye, quería preguntarte si quieren venir para acá. Podríamoh tomar algo y hablar. Jugar un poco con la play; que se yo- Comenté, ehperando rehpuehta.
-¡Claro! Me encantaría… digo, nos encantaría. Dinos a que hora vamos y que llevamos- Su alegría era realmente contagiosa.
-Traigan algo para picar, lo que uhtedeh quieran. Yo pongo lah bebíah. ¿Cómo a lah nueve ehtá bien para uhtedeh?
-Está perfecto. Le avisaré a Fran y allí nos veremos ¿Vale? Ya quiero saber la cantidad de cosas que quieres contarme. Me estoy imaginando unas guarradas que no son de Dios- Puse loh ojoh en blanco, suhpirando de manera disimulada.
-Que tonto ereh. Mejor deja de decir gilipolleceh y vete con tu oso pelúoh. Noh vemoh a la noche- No ehperé rehpuehta, simplemente colgué, mientrah aún ehcuchaba su risa de fondo. Él tenía una actitúh tan relajáh frente a la vida. Bueno… quizá ehtaba exagerando, dehpuéh de tóh tampoco era como si lo conociera de tóah la vida, pero esa era la sensación que me dejaba luego de lo poco que había interactuáoh con él.
     Me levanté de la cama, tirando lah sábanah y el cubre camah al suelo para volver a rehacer la cama de manera máh prolija. Abrí lah cortinah y la ventana, dejando entrar la brisa que ehtaba máh fría de lo común. Ehtábamoh en pleno invierno, y lo detehtaba. Me hinchaba loh cojoneh tener que ehtar rehfriándome y ehtar abrigáoh hahta lah orejah.
-Tengo que avisarle a Cheeto- Miré mi móvil una últimah véh, ehperando a que esa llamada se hiciera presente. Quería creer que él me ehtrañaba; que me ehtaba haciendo presente en su cabeza aunque fuese un maldito día a la semana. Ya había pasáoh una, ayer se había cumplido la semana, y no aguantaba máh. ¿Y si volvía a caer? No lo culparía si siguiese enamoráoh de Jen, si loh recuerdoh aún lo ehtaban martirizando, no podía entenderlo y eso me hacía sentir una mala persona. Aquí loh doh hemoh hecho muchísimoh sacrificioh, pero al igual que como ocurrió con Tono, Rubiuh ehtá intentando admitir algo que jamáh ha síoh o sentíoh… a diferencia mía que, analizándolo, pareciera como si hubiera sentíoh algo muy fuerte por él dehde anteh de que yo mihmo me diera cuenta.
-¿Qué haceh?- Esa pregunta fortuita me dejó claváoh en el techo.
-Joder, que suhto me hah dáoh macho. No hago náh… por cierto, necesito avisarte que no iré a la noche. Invité a Francihco y Antonio para acá, si te quiereh incluir no hay problema ¿Eh? De hecho puedeh invitar a Alehby y Maximuh para que loh conohcan- Sonreí, ehperando una rehpuehta del barbúoh.
-No hay problema. Yo paso eso sí, iré a Zoo… tengo ganah de tirarme un par de chupitoh y en una de esah follar de lo lindo- Madremía… si la gente supiera como eh realmente ehte barbón pervertido. Todo un follador.
-Vale, vale… no eh necesario que seah tan ehpecífico- Me tapé loh oídoh haciendo amago de que no quería ehcuchar máh de suh gilipolleceh.
-Ademáh creo que tu tieneh mucho que hablar con elloh… por cierto ¿Cuándo le vah a contar a Alehby lo tuyo con Rubiuh?- Que ya me lo había planteado anteh joder, pero eh difícil admitir algo tan “intenso”.
-Lo ehtoy analizando. Necesito tiempo. Ademáh ¿Qué se supone que tengo con Rubiuh? Claro… él terminó con Jen, vale, pero eso no significa nada- Comenté un poco dehmotiváoh. Recordarlo no me hacía gracia alguna.
-¿Qué? Ehpera… ¿Qué acabah de decir?- Miré a Cheeto, quien se apoyó en la pared, como si ehtuviese mareado o algo así.
-¿Ehtá bien?- Me preocupé, acercándome de inmediato. Él asintió con la cabeza, dirigiéndose a mi cama ya hecha y sentándome. Pretendía arreglarme y todo el cuento, pero volví a la mihma posición en la que ehtaba cuando hablaba con Tono. Me senté al láoh de Cheeto, mirándolo un poco nervioso.
-¿Rubiuh terminó con Jennifer? ¡¿Cuándo se supone que me diríah algo tan importante, gilipollah?!- Se veía alteráoh, máh de lo que ehtaba yo cuando me enteré de la noticia.
-Eh sólo que el tema no salió al aire… y… ¿En serio no te lo conté?- Había pecado de decir aquello, puehto que en cuanto terminé de hablar, Cheeto me fulminó con la mirada, esa que pocah veceh ponía. De hecho solía utilizarla sólo cuando le había tocáoh verdaderamente loh cojoneh.
-Eh que me cago en ti macho… no me lo creo. ¡Deja en paz a Rubiuh tío! Y yo consolándote como un gilipollah, cuando el otro tuvo demasiáoh motivoh para irse. ¿No lo entiendeh?- Vaya… no me ehperaba eso, de hecho fue como un balde de agua fría, demasiáoh fría para mi guhto.
-A ver… tranquilo. En primer lugar, tu no me hah consoláoh en ehta semana, sólo me hah dicho que deje de molehtar a Rubiuh, en segundo lugar ¿Créeh que no me siento mal con todo lo ocurrido? No eh como si quisiera recordar el sucedo día a día. Claro que lo entiendo, pero tengo miedo de que ehte gilipollah caiga de nuevo y ceda ante suh sentimientoh por Jen- Me sentía heríoh. Cheeto siempre había síoh de defenderme a mí, y esa mala cohtumbre que había tomáoh de hacerlo, me había dejáoh en una posición muy cómoda.
-¿Y no tendría derecho de volver a enamorarse? No lo entiendeh… hahta yo lo entiendo y eso que no ehtoy involucráoh. Madre mía Mahe, terminó con Jen, con su novia de casi tréh añoh. No puéh ehperar que se quede aquí en Madrid viviendo como si nada hubiera ocurrido, y máh cuando eh una persona sumamente conocida- Mi maldito orgullo me tenía completamente cerráoh. No quería entenderlo del todo. Me había acohtumbráoh a verlo tan fuerte, tan decidido en suh accioneh, que el hecho de que Cheeto me digiera una verdáh demasiáoh real, me dehcolocó. –Mira, en véh de hacer planeh y cosah así; de hablar gilipolleceh con Tono y Fran, pídeleh ayuda… consuelo, consejoh, que se yo. Analiza la situación… vela por su felicidáh Mahe. Sé que ehtáh ansioso porque muchah cosah en tu vida han cambiado loh últimoh meseh, pero a veceh hay que dejar ir lo que queremoh por lo mihmo, porque lo queremoh demasiáoh como para hacerle daño. Piénsalo, y con eso no me refiero a que Rubiuh no te quiera o algo… joder, eh difícil ehplicarte lah cosah, máh cuando me mirah de esa manera tío. No lo hago de mala persona. Por cierto, me tieneh que contar tóh loh detalleh de lo ocurríoh entre Rubiuh y Jen, ahora me iré a arreglar que quedé pronto con Alehby y Maximuh. No me odieh- Me sonrió, levantándose de la cama y saliendo de mi habitación. Me había quedado con lah palabrah atahcadah en la garganta. Me había abierto loh ojoh de una manera flipante, y todo ese orgullo que me había manteníoh a la ofensiva, se ehfumó como ehpuma en el mar. Dejar ser felíh a lo que amah… dejar a Rubiuh…

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora