Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)

Capítulo 87

Narrado por Mangel

-Te quiero…- Abrí loh ojoh lentamente. No tenía ni puta idea de que hora era, pero de lo que ehtaba seguro era de que había bebíoh máh de la cuenta y que ahora mihmo la cabeza me martillaba como si se tratase de un duende dentro de ehta.
-Yo más…- Unoh leveh susurroh rebotaban en la habitación. Lah gilipolleceh se habían acabáoh luego de un rato; ya ehtábamoh bahtante pedo y no era la idea seguir bebiendo así que Alehby simplemente detuvo todo y noh pidió que fuésemoh a por unoh colchoneh. Corrimoh tóah lah cosah de la sala de ehtar y ubicamoh allí  lah que serían nuehtrah camah. Lah primerah en quedarse dormíah fueron Eva y lah chicah que había traíoh Mario, seguido por Frank, quien se recohtó al láoh de su novia; Willy y Vegetta, loh cualeh se recohtaron con muy poco tiempo de diferencia, y así sucesivamente.
-¿Qué hora eh?- Pensé, moviéndome levemente en el colchón. A mi láoh ehtaba Rubiuh, y al láoh de  él ehtaba Jen. –No deben ser máh de lah 5 de la mañana- Suhpiré. Loh susurroh seguían…
-Está despierto macho- Fruncí el ceño, quedándome de piedra. ¿Era Willy el que hablaba?
-Chaval, tranquilo… no pasa nada. Ven, dame un beso- Aguanté la rehpiración como si ehta hiciera demasiáoh ruido para hacerse presente. Eran Willy y Vegetta…
-¿Eres tonto? Macho, que si nos escuchan estamos jodidos- Efectivamente alguien loh ehtaba ehcuchando… yo. No dudaba en que nadie máh ehttuviese dehpierto, de hecho ni siquiera entiendo porqué yo lo ehtoy, pero si algo eh seguro eh que el secreto de ehtoh doh, ehtá en buenah manoh… 
-Ponte arriba mío Willy, anda chiqui- Me sentía realmente intruso ehcuchando lah intimidadeh de ehtoh doh, pero tampoco era como si no quisiese… El morbo me superaba.
       Me giré levemente, quedando de lado, mirando juhto en la dirección que elloh se encontraban. No era como si ehtuviesen muy lejoh, de hecho no había nadie que se interpusiese entre elloh y yo, pero si que ehtaban bahtante máh aihláoh que el rehto. Elloh ehtaban en el borde, utilizando el último colchón, mientrah que nosotroh ehtábamoh apretujáoh en 3 colchoneh… Lah siluetah no dejaban náh a la imaginación. Entraban leveh rayoh de luh de afuera, generáoh por loh faroleh de la calle, aquelloh que hacían dihtinguir la silueta de Willy sobre Vegetta. 
-Ehto no ehtá bien… yo no debería ehtar ehpiando- Quise darme la vuelta, pero sabía que si me movía una véh máh comenzarían a sohpechar y no era la idea cortarleh el rollo. Que yo no fuese lo suficientemente valiente para hacerlo con Rubiuh, no era culpa de elloh.
-Te amo…- Suh susurroh eran en cierto sentido dolorosoh… Tenían que vivir en la mentira como nosotroh; tenían que ocultar cuanto se amaban por miedo, en ehte caso, al que dirán. Elloh doh son solteroh… podrían hacer una vida juntoh. ¿Por qué todo eh tan putamente injuhto?
       Loh típicoh sonidoh de besoh se hicieron presenteh. No podría mentir y decir que no me sentía un poco incómodo, pero yo no era nadie para prohibirleh hacer lo que quisieran, dehpuéh de tóh yo debería ehtar durmiendo.
-¿Quieres que…?- No logré entender lo que dijo al final, pero sabía que era Vegetta el que había dicho eso.
-Que vergüenza tío…- Cerraba loh ojoh de veh en cuando pa’ que no me dehcubrieran perturbando su intimidáh.
-Relájate…- Eso había sonáoh tan guarro que hahta a mi me había puehto nervioso. Vegetta se veía tranquilito… al parecer era tóh lo contrario.
-Ah… Ahí- Sentí lah mejillah coloráh… Ehtoy ehcuchando a Willyreh tener orgahmoh. Joder, mejor intento dormirme.
-Tócame. Ven, aquí. Mete la mano- No tenía idea de qué cojoneh ehtaban haciendo, pero no era muy difícil adivinarlo. Se ehtaban tocando en mih nariceh, y por muy raro que fuese, la situación me ehtaba poniendo de una manera poco normal. Tenía a Rubiuh a ehcasoh centímetroh y pese a que ehtaba dándole la ehpalda pa’ mirar el ehpectáculo que tenían Willy y Vegetta, podía rozar levemente su ropa contra la mía…
-¿Ahí?- Willy sonaba tan inehperto. No dudé en que ehtoh doh tuviesen algo, pero dudaba mucho que Willy ehtuviese acohtumbráoh a hacer ese tipo de cosah. Sentí mih manoh tranhpirar de una manera behtial; tenía a Rubiuh tan cerca, lo necesitaba.
-A tomar por culo- Susurré, girándome de golpe pa’ quedar de ehpaldah a Willy y Vegetta. Sentí un silencio incómodo, pa’ luego seguir ehcuchando esoh susurroh guarroh que tenían loh otroh doh allá atráh. Rubiuh ehtaba de lado, durmiendo plácidamente mientrah yo lo ehculpía con la mirada, repasaba suh rahgoh sutileh y esah pehtañah largah…
-Ereh bonito, ioputa- Pensé, recordando que atráh tenían el medio fehtival, en el cual yo no debería interrumpir. Sólo tenerlo al láoh era un regalo. –Algún día podré tocarte sin ocultarme- Tragué saliva, acercando mi mano levemente a su mejilla. Ehtaba máh que cálida al tacto, ehquisita… 
    Me embobé por completo. Su rohtro era como una droga muy potente. Todoh loh ruidoh externoh desaparecieron por completo; sólo ehtaba él y yo, en una habitación supuehtamente a solah. No sé cuanto tiempo debo haberme quedáoh allí, acariciando la mejilla ajena, pero debe haber síoh bahtante ya que, tanto Willy como Vegetta dejaron de hacer ruido alguno, de seguro sucumbiendo al sueño.