Capítulo 83

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Narrado por Mangel

Todo había ocurrido demasiáoh rápido. No entendía lo que había dicho.
-Fui demasiáoh sincero. Joder…- Loh arrepentimientoh llegan dehpuéh de unoh minutoh, y fue lo que me ocurrió en cuanto salimoh loh treh del café. Veía a Rubiuh realmente complicáoh, de seguro pensando en mil cosah que no tenían sentido ni lugar… Me sentía liberáoh, pese a tóh. Alguien realmente importante sabía nuehtro secreto, que poco a poco se iba ehparciendo entre la gente. A la mierda lah mentirah; a la mierda el fingir. Yo quiero a Rubiuh, a ese gilipollah… Deseo tomarlo de la mano, ehtar con él sin miedo de que el rehto noh vea. Tenemoh derecho a ser feliceh, tengo derecho a saber la decisión de Rubiuh.
-Mangel, ven un poquito- La voz del padrino me sacó por completo de mih pensamientoh. Me acerqué a él, notando como noh alejábamoh un poco de Rubiuh, quien noh había dáoh la posibilidad de ehtar “a solah”
-¿Hector?- le pregunté, notándolo un poco preocupáoh.
-Mangel… No sé como acabe esto, pero necesito que me des la tranquilidad de que…
-Si, lo quiero. No quiero que te queden dudah de ello. Quizá suena jodidamente raro, y eh entendible, supongo que no ehcuchah tóh loh díah que tu hijo ehtá siendo acosáoh por su mejor amigo- Se dehcojonó, y lo acompañé en ello. Pude ver una sonrisa ladeada en su rohtro, aunque ese pequeño aire de preocupación no se dehpegaba de suh ojoh.
-¿Sabes que no será fácil?
-Lo tengo máh que claro, pero… él lo vale, Héctor. Yo quiero a Rubiuh, por eso mihmo lo ehtoy ehperando- Me acaricié la nuca, suhpirando pesadamente.
-¿Esperando?- Levantó una ceja, como si no entendiera por completo lo que ehtaba intentando decirle
-A que se decida… Yo aprecio a Jennifer, pero en ehtoh momentoh no puéoh llevar una relación de amihtáh con ella, menoh cuando loh veo besarse frente a mí- Mi sinceridad me ehtaba asuhtando hahta a mí, pero sabía que podía confiar en él; lo tenía máh que claro.
-Te entiendo, bueno… realmente no, pero puedo ponerme en tu lugar Mangel. No te mentiré, esto es extraño chico. Ustedes han sido como hermanos, o yo los he visto así…- Miró un segundo al lado, para sonreírme, mientras ponía su mano en mi hombro. –No te rindas, pero tampoco le hagas daño a mi hijo Mangel… cuando se trata de Rubén, las reglas cambian- Me dio una leve palmadita en la espalda, alejándose para reunirse nuevamente con Rubiuh. Ya me había dehpedíoh, así que simplemente emprendí camino a mi casa, a esa que se encontraba máh solitaria que nunca. Lah cosah podían cambiar si lo hacíamoh bien; si Rubiuh elegía pronto. Pero el ioputa insihte con tenerme aquí, entre doh paredeh que no me dejan avanzar. Tengo tantah ideah, tantoh sueñoh.
-Su regalo de navidáh…- Susurré, caminando por lah calleh fríah. Cada véh dudaba máh de que pudiese entregárselo. –Ni siquiera sé si se considera a eso un regalo- Me quejé, un poco fruhtráoh. Si Rubiuh no se decide pronto, el regalo se irá a tomar por culo. Si Rubiuh no se decide por mí, no tengo idea que será lo que haré.
-Una vida sin Rubiuh…- De hecho si sería una vida con él, pero acompañado de otra persona. Tomando la mano de alguien ajeno, ese alguien que lógicamente no seré yo.

       Cerré un momento loh ojoh, suhpirando al compáh en que el aire chocaba con mi rohtro.
-Se acerca año nuevo- Recordé por un momento, imaginando la cantidáh de escenah que podría vivir junto a Rubiuh… ¿Una cena? Joder, eso eh demasiáoh romántico. Rubiuh no eh de cursileríah… ¿Un viaje? No ehtaría mal, podríamoh salir, visitar algún lugar. Ehtoy cansáoh de ir a Zoo año tráh año, intentando pasarlo bien, cuando realmente lo único que hacemoh eh embriagarnoh hahta no saber donde ehtamoh paráoh.
-¿Puedo hacer realidáh todoh esoh pensamientoh, si Jen sigue con Rubiuh?- Ese pequeño detalle que me seguía persiguiendo… ¿Cómo planear tantah cosah, cuando quien decide eh ella y él? No tengo peso alguno en lah decisioneh que podamoh tomar. Jen ahí es quien manda…
-Me cago’n tóh tío- Metí mi mano en loh bolsilloh de mi abrigo, caminando con la mente hecha un líoh. Será mejor que le haga una visita a ehtoh gilipollah, ademáh no loh eh vihto en bahtante tiempo…
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-¿Mangel? ¡Tío tanto tiempo!- Francihco me abrió la puerta, pa’ recibirme con una sonrisa de oreja a oreja, mientrah me abrazaba con mucho cariño.
-Hola macho, si que ha pasáoh tiempo. ¿Cómo ha ehtáoh?- Le pregunté, mientrah era tirado por mi brazo hacia adentro.
-Hemos estado excelente hombre. Ven, siéntate. ¿Quiéres tomar algo?- Nunca perdía la cortesía, y era algo que me encantaba de la actitúh de ehte tío.
-Un café si eh posible, graciah… Oye, ¿y Antonio?- Pregunté un poco dudoso, ehtoh dóh solían ehtar siempre juntoh pa’ tóh láoh, ademáh de que ehta era la casa que compartían. Que puta suerte… Yo la compartía con Rubiuh, y cuando me di cuenta de que realmente lo quería a mi láoh, se marchó, así sin máh.
-Se está vistiendo, ha estado un poco enfermo, así que hasta hace poco se encontraba en cama. Pero el chico es imposible… No puedo tenerlo acostado ni un día, tiene un petardo en el culo que lo mantiene de pie- Me reí de manera discreta, mientrah lo veía desaparecer por la cocina.
    La verdáh eh que tienen una casa muy bonita. Eh bahtante amplia y bien ubicada, ni siquiera me imagino cuanto les debe haber cohtáoh… ¿Algún día podremoh llegar a formalizar lo nuehtro? Porque tenemoh algo, eso eh seguro, pero ¿Cuánto tiempo tardaremoh en dejar de mentirnoh? Ehpecialmente Rubiuh, que ehtoy seguro que se avergüenza por seintir lo que siente… Lo noto en su rohtro, cada vez que lo intento besar. Su mirada perdida, preguntándose si lo que hace eh lo correcto. Claro que no lo eh, pero tampoco eh algo ilegal; algo malo… No lo sería si él tomara decisioneh que no noh hicieran daño y no noh tuvieran aquí, sufriendo por ehta mierda que pareciera nunca terminar.

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora