Capítulo 60

19.2K 851 216
                                    

Capítulo 60
Narrado por Rubius

  Entrar al departamento no fue fácil en ningún sentido. Ya estaba amaneciendo y mi miedo por encontrarme a Jen despierta, con miles de interrogantes, crecía como la espuma.
-Joder. Modo ninja activado- Susurré, metiendo la llave con mucha delicadeza. Ya eran las seis de la mañana y con un horario como este, no tenía forma de explicar donde andaba metido. Además de que me acosté con Jen y se supone que debería estar ahí, en la cama, con ella.
     La puerta comenzó a crujir como nunca.
-Me cago en todo, ¿Todo conspira contra mi?- Entré rápido, cerrándola de la misma manera, respirando más relajado al encontrarme dentro de mi departamento. Al menos estaba tibio, lo que me hizo relajar todos los músculos.
-Ahora viene lo difícil- Tragué saliva, pisando con la punta de los pies para emitir el menor ruido. Las gatas estaban dormidas, lo que me dio la facilidad de pasar sin que las hijas de puta se pusiesen a maullar por comida o lo que fuera.
     Entré a la habitación, viendo como Jen yacía sumida en un sueño, de seguro bonito. Su cara lo demostraba.
-Vale… Ahora con cuidado debo buscar el pijama- Cerré la puerta de la habitación, mientras buscaba con la mirada donde cojones había tirado el pijama el día anterior.
-Me cago en mi desorden- Suspiré, recordando que, de hecho, no había dormido con pijama.
-Seré manco- Despejé mi mente, tratando de no recordar ese encuentro con Jen, tan jodidamente falso.
      Me quité la ropa, lanzándola a donde fuese a parar. Quedándome sólo con bóxers y un frío encima que te cagas.
-Ahora lentito…-Apreté los ojos, mientras juntaba los dientes en un impulso de ansiedad. Comencé a meter una pierna de a poco, sintiendo el frío de las sábanas, para luego incorporarme, sin, obviamente, dejar de hacer un ruido jodido con la cama.
-Resortes hijos de puta- Vale, estaba bastante irritado, pero me jodía la existencia que todo tuviese que hacer tanto ruido.
      Terminé de entrar a la cama por completo, cuando comencé a bajar mi cabeza lentamente, esperando toparme con la almohada lo más rápido posible.
-Al fin tío- Me sentí aliviado al verme recostado de manera perfecta.
     Mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente, mientras mi cabeza se inundaba de esas imágenes vergonzosas con Mangel; esas que no había tenido tiempo de analizar por miedo a ser descubierto… Lentamente caí en un sueño turbulento, pero por sobre todo, confuso
----------------------------------------------------------------------------------
-¿Rubén? ¿Estás enfermo?- Una voz femenina me despertó luego de una larga siesta.
-¿Eh?- Abrí los ojos con pereza, viendo el rostro de Jen encima del mío, con una sonrisa de oreja a oreja.
-Hola cariño. ¿Por qué lo dices?- Le devolví la sonrisa, mientras ella me miraba desconfiada.
-Porque son las cuatro de la tarde. Pensé que habías entrado en coma o algo- Vi como suspiraba aliviada, mientras se acercaba a mis labios, dedicándome un beso que me hizo volver a la realidad; esa de la que no estaba totalmente consciente.

“-¿Qué?
-…
 -No, no, no, no, no. ¡¿Ehte eh tu plan?! ¡¿Otra véh?!
-¿Qué cojon…
-¿Por qué me haceh ehto Rubiuh? Deja de mentirme
-Mangel…
-Y máh encima vieneh con un jodíoh beso. ¡Ya me dihte uno! ¿No te bahtó con eso?
-Mangel…
-Bahta ya, tío. Que te pireh. No quiero saber máh de ti ioputa sin sentimientoh
-Mangel…
-Y… Y… ¡¿Qué cojoneh quiereh?!

-Me gustas

   ¿Lo había dicho? ¿o era una simple jugada de mi cerebro? No… realmente ocurrió eso. Realmente admití eso de lo que ni yo estaba seguro y si, ese beso fue tan real como la vida misma.-Espera- La aparté bruscamente, mientras retiraba mi rostro de manera automática. No podía; no podía besarla aún teniendo el sabor de los besos de Mangel en mi boca. En que lío me metí.
-¡¿Ah?!- Se apartó de igual manera, sorprendida y un tanto cabreada. Vale, muy cabreada.
-Es que… Creo que estoy enfermo y no quiero pegarte… pegarte el virus- Eso de salir de situaciones complicadas se me da de puta madre, pero esta vez mi boca reaccionó antes que mi cerebro. Madre mía.
-¿Cuándo me ha importado enfermarme por eso? Serás tonto Rubén.Tenemos que compartir todo- Comenzó a reir, más relajada, mientras levantaba el pulgar en buen rollo.
-Pero te quiero compartir cosas buenas, no bichos raros y mierdas como esas- Reí de manera nerviosa, sintiendo como el pulso se me iba a Orión. Joder, eso estuvo demasiado cerca.

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora