Capítulo 114

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Narrado por Rubius

La alegría de Mangel no tenía precio para mí. Estaba en un punto sin retorno donde ya había asumido que él es todo lo que quiero tener, y su felicidad, si depende de mí, será siempre mi prioridad... ¿Y qué puedo hacer? ¿Qué pieza puedo mover luego de todo lo que ocurrió con su padre? Me acojona pensar que esto quedará en nada; que no podremos volver a ir juntos a Algarinejo, que no podremos compartir con tranquilidad o, peor aún, que jamás será aceptada nuestra relación. Al menos no por completo.
-Si tan solo supiese jugar otra carta, algo que nos ayude... - Pensé, mientras el chorro de agua de la ducha caía sobre mis hombros. No quería rallarme demasiado la cabeza pensando cómo solucionar la mierda que traíamos por delante, y es que el camino se veía bastante oscuro y tétrico. –Maldita sea, Mangel. No quería que las cosas ocurriesen así- Sabía que no podía culparme de los acontecimientos; pero en cierto aspecto, fui cómplice en la decisión que tomó Mangel... aun así, podría haber sido mañana o en dos años y lo más probable es que la reacción de su padre hubiese sido la misma... o quizás no. –Dijo cosas sobre Youtube y como Mangel llevaba su vida de una forma que no hubiese deseado como padre. ¿Mi madre pensará lo mismo? - Y es por estas cosas que te entran dudas que antes no habías tomado en cuenta. Es verdad que mi trabajo actual le molesta a la gente, que incluso es tomado como algo a la ligera, pero realmente me esfuerzo haciendo mis vídeos y sí que lleva trabajo, no tanto como trabajar en un hospital, pero sigue siendo un trabajo... creo- Me estaba tardando demasiado en mi mini lapsus mental sobre la vida, así que me terminé de enjuagar, cortando el agua y tomando la toalla que solía dejar arriba del retrete por cercanía.

Tenía ganas de volver a ver a Mangel y darle un beso o tocarle el culo, que se yo. Me apresuré, amarrando la toalla a mi cintura y saliendo del baño a toda prisa para vestirme y no pasar más frío.
-¿y esa voz?- Me pareció extraño sentir otra voz... como si Mangel estuviese acompañado algo así. –Debo estar imaginando mierdas- Me encogí de hombros, vistiéndome con aún más velocidad; aquella causada por esa constante duda que rondaba mi cabeza por esa voz desconocida que sonaba a lo lejos.
No le di importancia, salí de la habitación y, mientras emprendía ese pequeño trayecto a la sala de estar, visualicé a alguien. Ese alguien que esperaba no tener que volver a ver... Me paralicé, lo admito. Su cabellera rojiza traía recuerdos por millones a mi cabeza, y no necesariamente buenos recuerdos. Ella estaba de espaldas, por lo que no había notado mi presencia aún, sin embargo, Mangel me miró, y eso me delató en cuestión de segundos. Jen se dio la vuelta y, con unos ojos ardiendo en llamas, me miró.

-Hola Jen... Jennifer. ¿Te puedo ayudar el algo?- Había sonado sereno, tan malditamente sereno que hasta a mí me sorprendió.
-Olvidé algo importante. Esperaba que estuvieras solo, no... acompañado- Tragué saliva, la situación se estaba poniendo incómoda, más aún porque ni siquiera sabía que habían hablado ellos dos antes.
-Llegamos hace poco, estábamos de viaje. Saca tus cosas, no tengo problema. Hay una caja en nuestr... en la habitación donde se duerme- Joder, que gilipollas había sonado, me cago en la puta.
Jen solo me miró, para luego dirigirse a la habitación donde solíamos dormir juntos. Joder, ahora que lo pienso me da hasta escalofríos.
-¿Estás bien?- Me acerqué a Mangel, quien se había mantenido al margen de nuestra pequeña conversación con Jen. Él solo asintió con la cabeza, un poco desganado. -¿Te ha dicho algo?- Pregunté, más que nada porque me pareció extraño verlo cabizbajo.
-No tío, tranquilo- Me regaló una sonrisa un tanto fingida, pero no le dije nada, más que nada para no incomodarlo.
-Es solo una gilipollez de rutina Mangel, no le des vueltas- Me acerqué a él con la intención de robarle un beso, pero éste me esquivó. ¿Qué?
Me molesté, lo admito, pero preferí dejarlo así. Jen volvió con una caja llena de mierdas varias, que de seguro ni siquiera le servían. Podía asegurar que esta era una excusa para venir a mi departamento.

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora