Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)

Capítulo 64

Narrado por Rubius

...No, porfavor no hagas esto...
-Esa vocecita... Háblame. Demuéhtrame que lo que te hago no te guhta- Su lengua se posó en mi cuello, haciendo que cada extremidad de mi cuerpo saltara a causa de una fuerte corriente.
-Man-Mangel... Por favor, estás demasiado borracho- Mi voz... No era adrede; no quería esto. No lo quería encima de mí, haciéndome esto... pero la sensación que me provocaba
-Eso... Demuéhtrame que se siente bien- ¿Por qué habla tan fuerte? Peor aún... ¿Cómo tiene el descaro de decir algo tan vergonzoso? Joder, en que estoy metido
-Cállate gilipollas. Estamos en un baño; de seguro nos están esperando... ¿De que te sirve hacer toda esta mierda?- Vale... Mantén la calma Rubén; mantenla y se el único cuerdo en esta situación tan embarazosa.
-Me importa una mierda quien noh ehté ehperando. Tu quisihte ehto. Tu jugahte con fuego... ahora te toca arder- Me tenía preso. Mi espalda apoyada en la pared del pequeño cubículo; él, frente a mí, con su boca en mi cuello... saboreando esas partes que, aunque él no lo supiera, me producían más de lo debido. Su siguiente acción me descolocó. Me mostró su rostro, para luego pasar su lengua por mi mejilla. Cerré un ojo instintivamente.
-Que asco, joder- Susurré, con miedo de que alguien nos escuchara. Es un lugar peligroso para hacer estas cosas; peor aún con un hombre... Peor aún con tu amigo.
-¿Ahco? ¿Ah si? ¿Pero no te daba ahco darte esoh jodíoh besoh con Jen? ¡¿No te daba ahco?! Quiero que tu cuerpo me diga que te da ahco; quiero que ehta parte...- Noté como bajaba peligrósamente su mano, hasta que la sentí... ahí. Espera, ¿estoy siendo violado? ¡¿En serio?!
 –Me diga que te da ahco – Terminó por decir, haciendo alusión a... ¿mi pene? Espera...
-¡¿QUÉ?!- Grité, olvidando por completo la situación. A tomar por culo el baño; debo escapar. Realmente esto terminará mal... Lo peor es que su mano me masajea y no es mucho lo que puedo hacer. Su palma cubrió mi boca, ahogando por completo mi grito. Mi corazón acelerado no me dejaba pensar con calma.
-Vamoh, ponte cachondo como lo haceh con Jen. Vamoh... Al parecer eh muy sencillo para ti- ¿Por qué tiene que ver con Jen? Joder... Basta, deja de tocarme, de provocarme a algo que sabes que nos traerá consecuencias... Ahhh.
-No malinterpretes las cosas- Dije entre dientes, sin poder evitar unos sonidos realmente vergonzosos salir de mi garganta. Detente...
   Su rostro, que se encontraba frente al mío, se endureció, opacándose y mostrándome a un Mangel ¿arrepentido?
-Lo siento- Susurró, soltándome de todos los agarres que tenía a través de mi cuerpo. Se dio media vuelta, abrió la puerta y salió prácticamente corriendo. Mientras yo aún me encontraba en la pared, agotado, con el pulso acelerado... Con la excitación corriendo por mi sangre.
-No...- Despabilé, secándome el sudor que me corría por la sien, mientras salía a toda velocidad del baño, intentando buscar a este gilipollas.
-Se fue...- Susurré, mordiéndome el labio inferior, mientras golpeaba la pared más cercana que tenía, haciéndome mierda los nudillos.
-Me cago en la puta- Suspiré resignado, dándome cuenta que, nuevamente, las cosas con Mangel no estaban bien... Pero ¿actuar de esa manera? Joder, si tan sólo no se hubiese dado cuenta de lo que hacía y hubiera seguido. Las cosas habrían terminado mal... Jodidamente mal.
-¿Rubén? Te estaba buscando... pensé que te habías ido- La voz            de Jen me irritó por algún motivo.
-Estaba en algo... Oye ¿Me puedo ir? Me duele un poco la cabeza- Me acaricié la frente, demostrándole que lo que decía era verdad. Sólo pudo mirarme con cara de reproche, pero finalmente accedió.
-¿Y Mangel? ¿Lo dejarás solo?- Su pregunta era lógica; si habíamos llegado juntos, nos íbamos juntos, o eso se supone que debía pasar...
-Se perdió entre la gente. De seguro está bailando con alguien. O quizá ya se está revolcando- Me encogí de hombros, teniendo claro que, todo era una sucia mentira. Era mejor mentir en esta situación que decirle todo lo que había ocurrido. Si se sabe... no viviré para contarlo.
-Ahh... Bueno, si lo encontramos te avisamos que anda por aquí. No me esperes despierto- Me besó la frente, despidiéndose con un beso en la boca. El beso más incípido que he recibido... Me averguenzo de ser tan hipócrita, pero me daba igual, sólo deseaba irme... Estar solo de una vez por todas y poder intentar olvidar esa situación.
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-Que frío, Joder- Me quejé, entrando por fin al departamento; sintiendo como se encontraba considerablemente mas tibio que afuera.
-Al fin en silencio- Susurré, sintiendo a lo lejos los maullidos de las gatas. Me cago en todo; yo quiero silencio, no putas gatas hinchando.
     Me acerqué a ellas, acariciándoles el lomo, para luego simplemente lanzarme al sofá, agotado mentalmente.
-Que hijo de puta- Susurré, recordando una y otra vez nuestro encuentro en el baño. No puede ser que haya ocurrido eso. Sus celos eran realmente notorios... Pero tampoco era como si intentara ocultarlos...
-Si no hubiera parado...- ¿Me habría violado? Pero violar es algo muy feo... No tengo 15 años. Sé que es bueno y que es malo. Pese a no admitirlo, estaba cachondo. Su mano en mi... Bueno, ahí.
-Joder- Suspiré, sintiendo como esa sensación; ese dolor en el vientre, venía una vez más a mí. Sentía a Mangel ahí, conmigo, tocándome.
-No puede ser, me estoy poniendo cachondo- Comencé a reir, de manera irónica. Mi entrepierna se sentía energizada... ¿Y si quería que no se detuviera?
-¿Hubiera dejado que terminara todo de esa manera?- Podía ser una pregunta complicada, pero mi subconsciente me lanzada una y otra vez un mensaje que me decía "Si, estabas caliente y querías follar en un baño"
-Pero es Mangel... El gilipollas que me ha acompañado desde que éramos críos- ¿Y que mierda importa? El hijo de puta me pone. ¡Vale! Me pone cachondo. Sus manos... Su boca.
-Mientras sea mi secreto...- Toqué mi pecho, recostándome un poco en el sofá, mientras acariciaba mi cuello y proseguía con mi torso.
-Tócame...- Susurré, exhalando el aire por completo. Que puta vergüenza... Estoy excitándome por una estupidez.
-¿Cómo hubiera sido, si no se hubiera detenido?- Mi mano, que ahora bajaba lentamente por mi vientre, para posarse en la cremallera de mi blue jeans, intentaba simular lo que había ocurrido en ese baño.
-¿Qué hubiera pasado si, hubiera movido su mano?- Cerré los ojos, sintiendo como mi mano se controlaba por sí sola. Comencé a moverla por fuera del pantalón, rozándome de una manera compleja y bastante sutil. Mis caderas comenzaron a moverse casi por inercia. Estoy cachondo.
-Su boca en mi piel- Abrí la boca, intentando captar más oxígeno del que necesitaba. Lo sentía allí, al lado mío, con su mano intrusa en mi cuerpo; su boca húmeda violando todos mis serntidos.
    Abrí los ojos, encontrándome con las piernas abiertas, en mitad de la oscuridad. No lo pensé demasiado. Me levanté jadeando, dirigiéndome al baño. No quiero que Jen se encuentre con una escena así... prefiero tener la excusa de que me estoy bañando.
       Entré, cerré con seguro, y apoyé la espalda en la pared.
-Yo estaba así, y él estaba frente mío, mirándome, tocándome- Me sentía más seguro dentro del baño, después de todo tenía claro como iba a terminar esto. Dejé de lado las palabras, y cerrando los ojos, comencé a fantasear.
     Bajé mi mano con rapidez, tomando mi cremallera y bajándola de manera veloz. Moví un poco las caderas para dejar que cayeran por si solos los Blue Jeans.
-Joder- Eran las únicas palabras que quería emitir. El frío entró por mis piernas, pero también el calor infernal que se alojaba en mi entrepierna, me comenzó a molestar.