Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)

Capítulo 14

Narrado por Rubius

-Soy la pareja de Mangel, Antonio- WTF?! Pero si prácticamente es un crío.
-Estás de coña ¿cierto?- Estoy demasiado agitado aún. Si este tío no responde rápido lo golpearé con el objetivo de sacarle la mandíbula.
-No lo estoy, de hecho hoy mismo le pedí que lo fuera- Es decir…¿Mangel logró eso que tanto deseaba?
-Pero no debes tener mas de quince años- mi cabreamiento máximo había disminuido para transformarse en grandes dudas.
-De hecho, tengo veintiun años- me miró con una cara muy seria, tomando su móvil y apretando no se qué.
-Dime Rubius, ¿te diste cuenta de lo que le dijiste a Mangel?- ¿Me conoce?...de seguro Mangel le contó sobre mi, pero mas importante, que cojones se mete este tipo
-Lo sé, no es algo que deba importarte sinceramente- A la mierda la cordialidad. Me molesta que hable como si conociera a Mangel más que yo.
-De hecho si, ahora que es mi pareja me importa mucho más lo que le pase- Por algún motivo eso me cabreó de una manera bastante significante. ¿Ahora le importa mucho más? No me gusta que hable con tanta confianza.
-Yo veré que hago con eso. Se merece todo lo que le dije, ahora ¿puedes irte?, no me gusta mucho la idea de tenerte aquí- Madre mía me estoy comportante como un hijoeputa, pero con este tío no voy a tratar razones.
-¿Por qué mejor no te vas tú? Quizá así puedes follar tranquilo, y me dejas a solas con Mangel. De todos modos no creo que quieras estar con él ahora- Que hijo de puta. Así que escuchó todo.
-Tienes razón- Me comí las ganas de destrozarle la cara de una patada, dándome media vuelta y retirándome del lugar. No quiero liarla a estas horas de la noche, además en cierto sentido tiene razón.
      Poco a poco me fui alejando, caminando a cualquier destino, cogiendo mi móvil viendo con quién podía hablar. Me llamó la atención no haber pensado en ningún minuto en Jen, no creí que ella pudiera ayudarme en ese momento.
-¿Aló, Cheeto?- Hace bastante tiempo que no hablaba con este gilipollas, quizá él podría acogerme por esta noche.
-Rubiuh que hah teníoh una suerte que no la cuentah…hace menoh de una hora no tenía cojoneh idea donde ehtaba mi móvil- Me admitió un poco cansado, al menos yo lo escuchaba así.
-Necesito que me acojas por hoy día, ¿podrías hacerme ese favor?- Sabía que lo haría. Este tío es como caído del cielo.
-Pero claro…¿ha sucedíoh argo?- Supongo que hasta ahora no me había dado cuenta, pero es extraño que Mangel y yo nos peliemos de esta manera. De seguro Cheeto se dio cuenta al instante.
-Han pasado algunas cosas, supongo que te tendré que contar- Estoy bastante agotado. Siento una carga extra por todas las gilipolleces que le dije a Mangel.
-Supongo que también tendré que contahte un páh de cosillah- Claro que me tienes que contar cosas, gilipollas, como por qué llevaste a Mangel a una disco gay.
-Voy para allá- No quiero hablar con nadie mas que no sea Cheeto. Estoy cabreado de todo.
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-Entonceh…¿Qué sucedió?- Nos encotrábamos en la sala de estar, reposando luego de una cena de dioses. Una cena a las dos de la mañana.
-La pregunta real es ¿Qué no ha pasado?- me revolví el pelo con una mano.
-¿Ya te enterahte?- me miró tratando de leerme la mente. Supongo que no hay razón para mentirle.
-Si, y no de muy buena manera- hice una mueca de decepción. Estoy siendo egoísta, pero estoy un poco decepcionado. Pensé que esperaría un poco más de tiempo antes de montarse un show.
-¿Ehtamoh hablando de lo mihmo?, digo, pa’ no cagarla- se encogió de hombros. Eso se pregunta antes Cheeto de los cojones.
-Mangel es gay, digo, a Mangel le gusta un tío- Debo respetar el como lo dijo. Mangel no es gay, solo le gusta ese tío que parece de quince años. Que gilipollez.
-¿Y sabeh quién eh el tío ese?- me miró aún mas concentrado en lo que le respondía ¿Acaso él ya sabe de este chico?.
-Si, lo conocí hoy…estaba besándose con Mangel- dije lo último con los dientes apretados. Mire a Cheeto para ver en él una cara de sorpresa total.
-¿Pasa algo?- de seguro volvió a la realidad porque me puso una sonrisa bastante idiota al preguntarle que coño le pasaba.
-¿Me ehperah un momento?- Mantuvo esa sonrisita hijaeputa que me estaba tocando los huevos.
-Vale- que se supone que iba a responder.