Narrado por Rubius-¿Qué hice?- No dejaba de preguntarme esto, mientras caminaba desorientado, por las calles mojadas de Madrid.
-¿Qué se supone que quería lograr?- Sentía mi respiración un tanto desequilibrada, mientras las palabras me salían con dificultad. Soy hombre muerto.
-No tengo como explicarme- Me revolví el cabello, sintiendo como me quedaba totalmente despeinado, a causa de la lluvia.
-Soy un hijo de puta- Apreté con fuerza los labios, recordando aquellas palabras que tantas veces me habían dicho"No le des falsas esperanzas a Mangel"
-¿Y que se suponía que tengo que hacer ahora?- Inhalé, sintiendo el aire fresco entrar por mi nariz, mientras una sensación de angustia me invadía por completo.
-Joder... Tengo miedo- Fruncí el ceño, sintiendo un leve dolor en el pecho, mientras Jen se me aparecía en los pensamientos.
-Mi pequeña y hermosa mujer- Sonreí de lado, sintiéndome horrible por esta situación que yo solo me busqué.
-No puedo elegir... Me es imposible- Suspiré, decidiéndome en volver a casa. Necesito ver a Jen; abrazarla, besarla y pedirle que me saque a Mangel y a esta situación de la cabeza.
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-¿Rubén?- Sentí su mirada clavada en mi, mientras me veía empapado hasta decir basta.
-Hola amor- Le miré fijamente, entrando, para abrazarla de golpe; hundiendo mi cara en su cabello, sintiendo ese rico aroma a Shampoo.
-¿Dónde estabas? Es tarde...- La escuché preocupada. De seguro estoy actuando como un demente en estos momentos, pero realmente necesito su cariño. Necesito deshacerme de esta sensación.
-No lo he pasado bien. Jen, disculpa por todo- Me mantenía abrazada a ella, pese a no dejar de pensar en la expresión de Mangel al verme tan cerca de su cara.
-¿Me odiará? ¿Qué estará pensando en este instante?- Suspiré profundamente, sacando de mi mente estas dos preguntas que no dejaban de atormentarme.
-¿Quieres hablar?- Sentí su mano en mi cabello, revolviéndolo un poco, haciéndome sentir bastante acogido.
-Sólo quiero esto... No me hagas hablar- Le admití con toda la sinceridad del mundo, sacándome el abrigo, para no seguir empapando el pijama de Jen.
Nos quedamos un buen rato en silencio, yo oculto en su pelo; ella acariciándome el cabello, sin pedir explicación alguna. Todo era jodidamente confuso, y es que me sentía tranquilo teniéndola cerca, pero me sentía angustiado al recordar a Mangel.
-Rubén... Vamos a la cama, te resfriarás- Sentí su voz delicada en mi nuca, mientras se separaba lentamente de mi, en un afán de no apresurar las cosas.
-Tienes razón- Me terminé de separar, para luego besar su frente y dirigirme a la ducha.
Largué el agua de la regadera, mientras me quitaba la ropa mojada y la tiraba a un costado de la puerta del baño que yacía cerrada.
-Que noche...- Susurré, mirándome al espejo, notando como mis mejillas se encontraban rojas, en comparación al resto de mi rostro que permanecía pálido.
-Besé a Mangel, y ahora le digo a Jen que la amo- Reí de manera irónica, recorriendo mis mejillas con la palma de mi mano.
-Fue... extraño- Tragué saliva, dirigiendo mis dedos a mis labios secos y un tanto pálidos; para no desentonar con mi rostro.
-¿Le habrá gustado?- Palpé una vez más mis labios, cerrando los ojos de manera involuntaria; recordando cosas específicas, como el olor a tierra mojada que había en ese momento; el sonido de la lluvia chocando estrepitosamente en el techo del paradero o su rostro tibio, a comparación del mío, que lo sentía totalmente frío, en un punto gélido.
-Eres una persona con mucha energía- Sonreí, alejándome del espejo, para meterme de una vez a la ducha.El agua me había sentado muy bien. El cuerpo se me había relajado y podía pensar con más claridad. Pese a que ya eran casi las 5 de la mañana, decidí pasearme por la sala de estar, mirando de reojo a la ciudad que era mojada estrepitosamente por la lluvia.
-Es hora de dormir- Suspiré, dirigiéndome a la habitación, para acostarme con cuidado de no despertar a Jen, que al parecer se durmió esperándome.
-Mañana será un mejor día- Bostecé, cerrando por fin mis ojos, entrando en un sueño bastante turbulento y lleno de imágenes que no lograba entender del todo.
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Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)
Fanfiction¿Que se puede hacer cuando el corazón decide transformar una simple amistad, en algo mas?, a simple vista, nada. Mangel Rogel, amigo de años, fiel compañero de aventuras y pareja de locuras, se enfrenta al reto mas complicado, hasta ahora, de su...