Capítulo 112

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Narrado por Rubius

-Ehtoy enamoráoh de Rubiuh- Y es en ese justo instante, en el que el tiempo se paraliza. Cada uno de nuestros sentidos se agudizan, esperando una respuesta; esperando el siguiente paso... el tiempo se ha detenido, y no sabemos si es correcto respirar; no sabemos cómo respirar.
- ¿Qué? - Fue sumamente tajante. El padre de Mangel había cambiado su semblante a algo que jamás había visto; algo sumamente oscuro se avecinaba. - ¿Qué coño me acabah de decir? – Inhalé con fuerza, sintiéndome estúpidamente paralizado. Mangel por si parte sólo atinaba a tragar saliva una y otra vez, como si de eso dependiera su vida.
-Podemos explicarle todo de un inicio- intenté interrumpir, pero ya era demasiado tarde...
- ¡No me ehpliqueh náh coño! ¡No quiero saber náh de ehta mierda! ¿Me ehtán bromeando? – Podía jurar que jamás había visto al padre de Mangel así, y al mismo tiempo, jamás había visto a quien ahora era mi pareja, tan asustado. No sabía que hacer... no sabía qué coño decir.
-Pero tranquilízate macho.
-No me tranquilizo nada... que cojoneh uhtedeh doh... ¿Ahora te guhtan loh tíoh Miguel? ¿Cuándo se te ocurrió que ehto era una buena idea? – Retrocedía el tiempo una y otra vez, recordando el temor que sentía Mangel por contarle a su padre lo que realmente sentía... me sentía miserable por llevarlo hasta este punto; por obligarlo a no seguir sus instintos que le repetían una y otra vez que esto no era una buena idea.
-Papá...- Su susurro, doloroso como mil puñaladas, me tocó incluso a mí.
-No me digah así Miguel Ángel... no te atrevah a decirme "papá". No pueoh creer que ahora te de por jugar con tu sexualidad. Ya me cohtaba bahtante aceptar que tu supuehto trabajo eh andar de vago por la vida, como para que me vengah con ehtah noticiah de tu nuevo amor y esah cosah- Sus palabras habían sido realmente duras... y si me costaba digerirlas a mí, no me imaginaba cuanto le estaba costando a Mangel; tan silencioso... tan quieto. –y tú, aléjate de mi hijo. Fue tu idea meterlo en tóh ehte mundillo de loh videoh y eso... deja de hacerle daño a ehta familia; deja de entrometerte y querer lograr todo lo que quiereh. De seguro ehte eh algún plan idiota pa' que máh gente loh vea... o que se yo- Apreté los labios, nervioso a más no poder.
-No es un capricho, se lo juro. Escuche a su hijo, porfavor. No sirve de nada que yo le profese lo que siento por él, pero al menos escúchelo... jamás podría hacerle algo como esto a su hijo. Yo quiero lo mejor para él, yo lo amo...
-¿Y tú que coño sabeh de amor? ¿Alguna véh hah teníoh que darlo todo por alguien? ¿Alguna veh hah sabíoh lo que eh trabajar día y noche para llegar a casa y ver sonreír a quien amah? Ereh un crío Rubén, ni tú ni Miguel saben lo que quieren... así que no me vengah a dar leccioneh de lo que eh el amor y que eh lo que significa- Me había dejado en silencio... me había derrumbado con cada una de sus palabras.

-Me sorprende... son adultoh joder, ya ehtán viejoh pa' empezar a buhcar nuevoh rumboh. Miguel, a ti toda la vida te han guhtaoh lah chicah, ¿Y ahora me vieneh con que te guhta Rubén? Joer pero si son como hermanoh, coño. Han crecíoh juntoh, se han vihto la polla 40 veceh, han ido de fiehta pa' ligar con chicah... ¿Y ahora nada de eso vale? ¿Magicamente, luego de 6 o cuantoh añoh conociéndose, te guhta? No me vengan a tomar el pelo el parsito, no hagan que pierda mi tiempo en ehta mierda- ¿Acaso no teníamos derecho a cambiar? ¿A tomar un nuevo rumbo? No era justo...

-Primero te vah de casa a buhcar tuh sueñoh mágicoh, dehpuéh te vah a vivir con Rubén, no terminah tuh ehtudioh, me diceh que quiereh subir videoh... dejah de llamar a casa, te vah de fiehta, ligah con medio mundo ¿y? ¡Ahora ehto! No te crié para ehto; no ocupé tiempo de mi vida para que seah ehto- Esto... como si fuese un objeto. No podía creer lo que estaba diciendo.
-Rubiuh, vámonoh- Su mano apretó la mía con fuerza, tironeándome fuera del comedor, para llevarme escaleras arriba, específicamente a su habitación. La subimos con rapidez, casi a tropezones y, una vez dentro, cerró de un portazo, dirigiéndose a nuestras maletas, un tanto desordenadas, para abrirlas y tirar todo dentro de ellas como si de eso dependiera su vida.

-¿Mangel?- Trataba de que me mirara a la cara, de que me dijese algo...
-Arregla tuh cosah. Noh vamoh. Apresúrate, no te lo diré de nuevo- Él no era mi Mangel; él no era mi pareja; me mordí el labio inferior, asintiendo con la cabeza, mientras movía el culo para recoger las pocas cosas que había sacado, guardándolas en la maleta con rapidez.
-Hablemos...- Le pedí, insistiendo una y otra vez, mientras trataba de seguir su rostro con la mirada; no notaba ninguna expresión que me demostrara algún tipo de sentimiento; me estbaa comenzando a preocupar en serio.

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora