Capítulo 32

19.7K 855 335
                                    


Narrado por Rubius

-Mierda, pero que cojones te pasa, Mangel- Joder, siento como si mi cara hubiera caído desde un quinto piso directo al suelo.
--Eh que tu móvil; tu cabeza ehtaba en…a la mierda- Pero que actitud de pocos amigos. ¡Si tú fuiste él que me botó!
     Miré el móvil que no dejaba de sonar, contestando de inmediato.
-Mi amor, te extraña mucho- Escuché su dulce voz desde el otro lado del móvil. Como extrañaba su presencia.
-Hola mi amor, disculpa si no te he podido contactar, he estado, bueno…- ¿Qué le explico? ¿Cómo se lo explico?
-¿Cómo está Mangel? La última vez que lo vi…¿hablaste con él?- Mierda, verdad.

-Rubén, me avisas cualquier cosa. Y me explicas que coño le pasa a Mangel-“

Esas fueron las últimas palabras que me dirigió Jen antes de irse. Mangel estaba muy cabreado, y ahora, obviamente todo calza a la perfección. Le dije a Jen que le explicaría pero ¿Soy capaz de hacer algo así? Es decir…no sé que tan difícil puede ser decirle a Jen que…

“-¡QUE TE AMO, JODÉH!-“

    Mi pulsó se aceleró a mil por segundo al recordar esas cuatro simples palabras. Es que no tienen nada de simples, ¡coño!.
-Bueno…ahí está. No lo veo muy animado. El que terminara con el tío ese; la mudanza; las peleas constantes. No andan muy bien las cosas- Admití un poco agotado. Andan de puta madre…joder.
-Bueno, supongo que no puedes hacer otra cosa más que entender su actitud. Es un buen amigo tuyo, es normal que le duela el que ya no vivan juntos- Un buen amigo…si supieras que este jodido amigo tiene sentimientos mas profundos por mi que no puedo corresponder. ¿No puedo, o no quiero?
-Si, tienes razón- Suspiré como si llevara un peso gigante en la espalda. Odio la sensación de hacerle daño a Mangel.
-Rubén, ¿has hecho los paquetes de mudanza? Te pregunto porque sé que eres olvidadizo- Mierda, como me conoce. ¡Y me cambio mañana!.
-Ehh…de hecho Mangel me está ayudando con eso- Seré cabrón. ¿Cómo me va a ayudar a guardar las cosas de mudanza? Es como tocar la herida una y otra vez.
-Me parece- Hizo una pausa para seguir.
-Estoy muy emocionada Rubén. Este es uno de mis sueños cumplidos- Admitió con un tono de voz muy entusiasmador.
-Yo también Jen. No sabes cuanto espero poder estar en nuestro hogar- Mi cerebro se da cuenta de que eso es lo correcto, pero mi corazón no siente lo mismo ¿Me estaré tratando de convencer de que cambiarme de casa es lo correcto? Estoy dejando toda una jodida vida atrás.
-Sigue con lo tuyo amor. Un besito y sabes que te amo- Me dijo con ese cariño que solo ella puede darme.
-Yo te amo mas- Colgué el móvil, moviéndome rápidamente hasta la puerta del baño.
-¿Mangel?- Pregunté bastante ansioso. Mierda, estoy sudando.
-D-dime- ¿está nervioso?
-Dime- Estoy seguro que quizo hacerme creer que no lo está
-¿Estás bien?- ¿Por qué pregunto algo tan random? Joder, no es un tipo de pregunta que se hace cuando alguien está en el baño. Me recuerda a mi madre
-S-si, ¿quiereh usáh la ducha?- De hecho…me haría realmente bien. No puedo creer que me quedara dormido con este pijama
-Si, estoy hecho un asco tío- Puse una mueca como si quisiera vomitar mi último almuerzo, tratando de no tocar por ningún motivo mi pijama.
-Eh tóah suya- Me dijo esto dedicándome una leve sonrisita, pero pasando sospechosamente rápido. ¿A estas alturas siente vergüenza? No lo puedo asegurar.
         Me metí a la ducha rápidamente, tratando de relajar todos mis músculos, no solo los físicos, también los mentales. ¿Qué debo hacer? ¿Cómo lo afronto? Mierda Mangel…como te odio por hacerme esto.
-Como si eso fuera cierto- No tengo nada de razón. No podría odiar jamás a Mangel.
    Cerré los ojos bajo el chorro de agua tibia que llegaba a mi cara, bajando por mis hombros. Se sentía extremadamente bien.
-Dame tiempo para volver a poner mi cabeza en orden- Suspiré abriendo los ojos. ¿Qué tengo que pensar? No hay ninguna decisión que pueda tomar. Jugué mis cartas y ahora solo debo aceptar lo que elegí.
    Corté el agua, saliendo de la ducha sin muchas ganas.
-Vamos a por ello- Me di unas palmaditas en las mejillas, secándome y dirigiéndome a mi habitación de manera veloz para ponerme algo de ropa

      -Mangel- Lo llamé desde la puerta de su habitación.
-Rubiuh si sigueh haciendo eso, juro que me mataráh de argo- Joder que sensible. Y todavía ni se viste este gilipollas.
-¿Me ayudas?- Le dije bastante bajo, tomando aire para volver a replantearle esa odiosa idea.
-¿Me ayudas a empacar?- Sé que te duele, pero quiero que hagamos esto juntos.
-Claro- Me sonrío, de seguro por cortesía. Eres un buen tío Mangel.
-Gracias- Fue lo único que atiné a decir, notando en mi voz cero emoción. No quiero parecer que estoy enojado, coño.
       -----------------------------------------------------------------------------------------
-Jodéh Rubiuh, no puéoh creéh que tengah tanta mierda acumuláh- Soy un desastre ordenando y esas cosas. De seguro hay uno que otro murciélago escondido en las gavetas de mis estantes.
-Joder Mangel, piensa que es un año acumulando cosas- Se formó en mi rostro una pequeña sonrisa, recordando un año en este lugar, para  luego cambiar mi mueca a una de ¿dolor? ¿Por qué tiene que ser todo tan doloroso?
-Si, bueno…podemoh botáh algunah cosah- Escuchar la voz de Mangel tranquilizó un poco el ambiente.
-Creo que será necesario- Dije entre dientes, sin dirigirle la mirada. No quiero; no puedo.          

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora