Capítulo 113

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Narrado por Mangel

Apreté loh ojoh con fuerza. ¿Qué había sucedíoh? ¿Dónde ehtaba? Ehtaba confundíoh. Abrí un ojo, mirando a mi alrededor. La luz del sol atravesaba el crihtal de la ventana, para recaer juhto en un bulto pesáoh que tenía a mi láoh.
-¿Y ehto?- Dehpabilé lo que máh pude... y me hubiera guhtado no tener que recordar en forma de puñaladah, todo lo que había ocurríoh ayer. Mi propio padre, me había tratáoh como un completo dehconocíoh. Había dehtruído la poca confianza que le tenía, y ahora no me quedaba nada máh, que la persona que tenía a mi lado, durmiendo profundamente.
-No teníah que haber vihto ehto- Susurré, acariciando una de suh mejillah. Se encontraba con su cabeza apoyáh en mi pecho, rehpirando tranquilamente, como si ehtuviese fuera de ehte mundo. Me detuve a observarlo... cuanto me guhtaba ehte gilipollah. Y aún sintiendo que la tormenta ehtaba sobre nosotrh, supo que decir y hacer para hacerme conciliar el sueño, y dejar de preocuparme por todo lo que podía ser. Creí muchah veceh ehtar enamoráoh, pero Rubiuh llegó pa' ehtremecer mi mundo, volcar todoh mih sentimientoh y demohtrarme que lo que, anteh había sentíoh, no era ni un suhpiro de lo que realmente él me ehtá haciendo sentir ahora... nunca creí que realmente podría llegar a sentir que se me iba la vida por alguien, y ese alguien ahora duerme sobre mí, quizá soñando que... ehtá aquí conmigo, ehtá a centímetroh de mí.
-Te amo mucho...- Levanté suavemente su cabeza, apoyándola en la almohada, para poder bajar y quedar frente a él. Tener su rohtro a pocoh centímetroh del mío, me morder inhtintivamente mi labio inferior.
-Que tranquilo te véh, ioputa- Sonreí, acercándome para plantarle un pequeño beso en esoh labioh dehpreveníoh. No dehpertó por aquel gehto, y lo agradecí. –Joer, no sé que me hicihte. Me tieneh vuelto loco- Lo besé de nuevo, ehta véh con un poco máh de pasión, lamiendo suh labioh de manera suave, ehperando que mih caprichoh no fueran dehcubiertoh por ehte. Inhalé, un poco acalorado, acercándome nuevamente, ehta véh, pegando mi cuerpo con el de él. Apoyé mi mano en su cadera, algo sencillo puehto que dormía de lado, apretándolah e incruhtando mih dedoh en lo poco de piel que se asomaba.
-Joder... me ehtoy poniendo cachondo por náh- No sé qué me ehtaba pasando, quizá era mi liberación de fruhtración, quizá era la ira contenida que tenía en lo profundo, o simplemente quería tocarlo y ya. Mih dedoh sintieron su piel tersa y tibia, pese a habernoh quedáoh dormíoh arriba de la cama, con la frazada de ehta y náh máh.
-Te amo demasiáoh...- Ehpero que lo sepah... ehpero que sepah cuanto hah cambiáoh mi vida. Lo besé una véh máh, ehta veh subiendo la mano que tenía en suh caderah, a su rohtro, acariciándolo suavemente, mientrah profundizaba mi beso que ehtaba siendo como un monólogo. Era lógico, él dormía y yo lo ehtaba toqueteando sin su permiso... pero quería sentirlo, quería...
-¿Mangel?- Ehcuché de su parte, pegando un salto mortal que me dejó prácticamente claváoh al techo. -¿Qué estás haciendo?- Me preguntó, rehtregándose loh ojoh con pereza, formando una sonrisa en su rohtro.
-Dihculpa...- Fue lo único que pude decir. Lo cachondo que ehtaba se tranhformó en vergüenza.
-No pidas disculpas, gilipollas. Si quieres algo, solo pídelo- Me sorprendío verlo encima de mí tan rápido... no demoró nada en besarme con furia, intensificando aquel beso que me pilló dehpreveníoh. Lo compartí, incluyéndome en la locura. Nuehtrah lenguah se juntaron, bailando en una sincronía perfecta.
-Quitate la ropa- Le pedí, olvidando donde, como y cuando habíamoh llegáoh a ehta situación. Mih manoh ya ehtaban posicionáh en el inicio de su camiseta, preparadah pa' seguir, en cuanto tuviese el permiso de ehte. Rubiuh me miró, entre sorprendíoh y avergonzáoh por mi actitud.
-Mangel... estamos en la casa de tus padres- Añadió, recordándome que era cierto, ehtábamoh aún en Algarinejo; de hecho, se supone que ni siquiera deberíamoh ehtar en la mihma habitación. ¿Y qué? A ehtah alturah poco y náh me importaba. Miré rápidamente la hora en mi móvil; era bahtante temprano así que sabía que no habría problema alguno, nadie ehtaría dehpierto a ehta hora... ehperaba.
-No me importa, solo quítate la ropa- le dirigí el rohtro hacia el mío, para que se callara de una véh por tóah y me besara como solo él sabía hacerlo. Mih manoh se colaron sin permiso por su ehpalda, sintiendo como su piel se erizaba levemente.
-Tranquilo... ya podremos hacer est...- Lo interrumpí con otro beso. Déjame... déjame sentirte y recordar que pese a toda la mierda que me pueda pasar, tú ehtaráh a mi láoh siempre.
Tomé su cabeza por amboh láoh, sin dejar que ehte se apartara de mih labioh. Insistí, metiendo mi lengua máh de una véh, saboreándolo, dihfrutándolo...
-Mangel, joder- Dijo entre dienteh, un poco ahogado a mi parecer. Lo alejé, mirándolo fijamente, a esoh ojoh que me parecían cambiar de color de tanto en tanto.
-Te amo. Mucho... no me dejeh porfavor. Mantente a mi láoh así sea lo máh difícil que tengah que hacer en tu vida- No permití que me rehpondiera. Solo lo acerqué a mí, plantándole otro beso de aquelloh que noh quitaban el oxígeno, obligándolo a levantar loh brazoh pa' dehpojarlo de su camiseta. Ver su piel me volvía loco; quería máh de esa droga, necesitaba máh de su cuerpo. Sentí como suh manoh también decidían incursionar en mi piel; suh dedoh tibioh se colaron por debajo de mi sudadera, que ya me tenía harto del calor que me ehtaba produciendo.
Suh manoh intensificaron el roce, levantando lentamente toda la ropa que traía encima. En cuanto sucedió aquello, una corriente recorrió toda mi columna. Su pecho ehtaba sobre el mío, rozando, excitando todo mi cuerpo.
-Joder macho, porqué se te ocurren estas cosas en los peores lugares- Gruñó, y yo sonreí. Me daba igual tóh; Lo tenía para mí, y eso era lo único que tenía en mente en ehte momento. Una de mih manoh se quedó en su cabello, apretándolo; acercándolo a mi rohtro sin tregua, mientrah que mi otra mano bajó hahta su cadera semi dehnuda, para subir y volver a bajar por su columna, en un vaivén que lo hacia ehtremecer no una, ni doh, sino muchah veceh.
-Mangel... detengámonos ahora que todavía tenemos tiempo- Lo comentó como si realmente no quisiese decir aquello; me detuve un segundo, mordiéndome el labio inferior y lamentándome porque, de hecho, tenía razón. No era la idea que subiera alguien y noh encontrara liándonoh, máh todavía porque lah cosah no ehtaban para nada bien.
-Tieneh razón- Suhpiré, ya resignado a bajar mi erección solo con una buena ducha fría. No dudé en plantarle un último beso, mordiendo su labio inferior con una fuerza medida. Rubiuh me lo devolvió, para luego levantarse de mi cama y ponerse lah prendah que le había quitado anteriormente.
-No te dejaré con ganas, tranquilo. Cuando lleguemos estaremos en un lugar más apropiado- Su insinuación no ayudaba en náh pa' calmar mi excitación, pero solo asentí con la cabeza, siguiendo loh pasoh de ehte.

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora