Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)

Capítulo 13

Narrado por Mangel

-¿Me felicitah?- ¿Qué cojoneh?
-Si, te felicito- Me contehtó y se paró pa’ irse a su habitación sin decirme ni una palabra máh. Pero que le pasa. Ehperé a que se encerrara pa’ poder caminar hahta su puerta y quedarme ahí paráoh como un gilipollah. Rubiuh ioputa, no me digah que ahora te molehta que me guhte alguien.
-…Buenah noche Rubiuh- susurré del otro láoh de la puerta con loh ánimoh poh el suelo, apoyando mi cabeza contra la paréh.
          Caminé lento hahta mi habitación, pa’ luego simplemente lanzarme a la cama
-Ehtoy cabreaoh con ehta mierda- dije en voh alta. Suh actitudeh que no entiendo me tienen con loh cojoneh a doh manoh.... Necesito comunicarme con alguien urgente.
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       -Quien coño hace tanto ruido- me levanté aún con sueño, dirigiéndome a la puehta de entráh’.
-Hola Mangel- ¿Que hace aquí Jen?
-Hola Jen, pasa- En ese momento me hubiera guhtaoh dejarla afuera. Pero que cabrón me he puehto.
-¿Rubén está listo?- La miré sin entendéh que coño pasaba.
-Eh…¿lihto para que?- No me impohtaba del tóh, pero quería sabéh a donde iban.
-Vamos a Ikea, a comprar muebles, el departamento, tu sabes- Me sonrió de manera dulce. Eh muh extraño. Jen me cae muh bien, eh una buena chica, pero ya no puedo vehla como anteh. Ahora la veo casi como una amenaza. Madre mía en que cojoneh me ehtoy convirtiendo.
      Caminé hahta el frente de la puehta de Rubiuh pa’ lanzarle un grito de aquelloh.
-Rubiuh, que te ehtán buhcando- No pretendía entráh luego de su cariñoso “felicitacioneh”. Me cago en la polla de alf.
    Jen me corrió del frente de la puehta, de una manera no muh delicáh, y entró pa’ quedahse hablando con Rubiuh de cosah como folláh, folláh, gatitoh, y mah folláh. Me fui a la sala de ehtáh pa’ metehme a Twitteh poh el móvil y vagáh un poco, tratando de no pensáh en que pudieran ehtar montándola en la habitación de Rubiuh. Algún día le pagaré con la mihma moneda.
 -Y dime Mangel, ¿Cómo has estado?- me sacó de mih pensamientoh en un doh poh tréh.
-La verdáh de la cosah, eh que ehtoy un poco cansáoh- apreté loh dienteh un poco cabréaoh. No me cae mal, pero no quiero habláh con ella, poh que…anda a sabéh tu poh qué.
-¿cansado? ¿Ha pasado algo?- Supongo que lo dijo de manera sincera. Al menoh eso parecía.
-La verdáh eh que ehtoy hahta loh cojoneh de una persona- la miré a loh ojoh, sintiendo como mih dienteh ehtaban tan apretáoh que podría haber partíoh unah nuéh con lah muelah.
-Pero Mangel, tu no eres de estar así, espero que no sea por una chica- iaputa le dihte en el clavo sin dahte cuenta.
-De hecho si- reí pa’ no acojonahla tanto. Hahta a mi  me ehtaba acojonando mi actitúh de sicópata.
-Amor, te entiendo- puso una cara de lamentación, pa’ luego golpearme en el hombro y dahme ánimo. Ehta tía eh buena gente. Láhtima que me guhte su pareja.
-Si, eh solo que no soy correhpondíoh, y bueno, ehta chica tiene novio, resumiendo, la he liáoh- supongo que no podría decihle que de hecho se trata de un tío.
-Mira Mangel, no comparto que justo te haya gustado una tía que tiene pareja, pero entiendo que esas cosas suceden y uno no puede hacer nada. Solo puedo decirte que si quieres algo, tienes que luchar por ello- la miré sintiéndome un poco mal. Me ehtá dando ánimo pa’ quitarle a su propia pareja de manera subliminal.
-Vah a salíh perjudicáh de tóh ehto Jen- Coño, que le acabo de decíh. Eh que soy tonto.
-¿ah?-
-¿Nos vamos?- Ioputa Rubiuh, aparecihte en el mejóh momento. Pero como cojoneh se me pasó poh la mente decihle algo así a Jen.
      Rubiuh luego de decíh eso le ofreció la mano a Jen, a lo que ella correhpondió felíh.
-Nos vemos Mangel- Me dijo Jen mientrah se acercaban a la puehta de salida con una cara de duda que ni Dioh se la sacaba. Pasaron unoh segundo sin que dijiéramoh ni una palabra.
-Nos vemos Mangel- Rubiuh se dehpidió de mi, pero no se que cara le habré puehto que se fue sin máh. No quería rehpondehle, en ese momento no.
     Me dirigí nuevamente a la sala de ehtar, pa’ agarráh mi móvil y metehme nuevamente a Twitteh. No tenía mucho que hacéh, y Cheeto no contehtaba el móvil dehde esa noche en la dihco. Madre mía ¿y si lo violaron?. Pero cuando ehtaba preparáoh pa’ navegáh, recibí una llamada.
-Aló, Mangel ¿tienes tiempo?- Hala, que eh Francihco.
-Si, ¿que sucede?- Ehte tío me debe tenéh mucho aprecio. Me acojona.
-Tenemos una idea con Antonio, pero necesito saber tu dirección- ¿idea? No se que ehtán planeando, pero a ehta altura siento que puedo confiáh lo suficiente en elloh. Ahora puede séh que sean unoh violadoreh del bohque y vengan a robáhme mi polla. Que gilipolléh.
    Leh dí la dirección y cortaron sin decíh ni adióh, solo dijeron que Antonio ehtaría aquí a eso de lah seih de la tahde.