Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)

Capítulo 41

Narrado por Mangel

-Dioh…- Abrí loh ojoh de a poco, sintiéndome bahtante relajado.
-Lo de anoche ha sido una ehperiencia acojonante pero…increíble- Suhpiré incorporándome lentamente. Todavía no podía creer la cantidad de cosah que había sentido en una noche.
-Fue mejor que folláh con una tía. No puéoh creerlo- Pero macho, eh que ha síoh una ehperiencia totalmente reveladora.
-Jodéh. Lo peor eh que no me arrepiento de náh- Me senté en la cama, apoyando la ehpalda en la muralla. El sol brillaba tanto que podía freíh ojoh.
-Madre mía, que bipoláh ehtá el clima- Miré por la ventana; esa mihma que me había incitáoh a hacéh esah cosah vergonzosah hace menoh de veinticuatro horah.
     Me quedé un momento dihfrutando del cálido sol que entraba poh la ventana, cuando er móvil me sacó de tóh mih pensamientoh bonitoh color rosa.
-¿Aló?- No pude dejáh de sorprenderme al ver que era Rubiuh. Ahora me avergüenza a máh no podéh lo de anoche.
-…-  ¿Eh? ¿Sigue ahí?
-¿Alo? ¿Rubiuh?- ¿Me ehtará ehcuchando? De seguro lo hace, si no fuera así ya habría colgáoh.
-¿Ehtáh bien? ¿Pasa algo?- Mierda, ¿ehtará bien? Jodéh, háblame, coño.
    Ehperé unoh segundoh máh, para que dijese alguna palabra. Finalmente terminé resignándome.
-Eh temprano Rubiuh… vete a dormíh. Dehcansa-Suhpiré pesadamente, mientrah colgaba er móvil. De seguro se ha arrepentido de habláh.
   Miré una véh máh el móvil, para luego dejarlo en la cama.
-¿Qué hago?- Comencé a darle vueltah al tema; y es que eh inevitable. Que me llame poh que si, máh encima luego de ese beso que le robé, no eh pohque si.
-Será mejóh que lo deje pasáh- Llegué a esa sencilla conclusión, disponipendome a levantahme de una véh, y comenzáh a empacáh. Hoy me iba de ehte piso. Aquel que contiene una millonada de recuerdoh.
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-¿Qué tal Mahe? ¿Cómo te sienteh?- Cheeto me saludó con un gran abrazo. Jodéh, ahora que lo recuerdo ayer lo había sacado del piso, bahtante cabreáoh.
-Ehtoy mejor tío. Ven ayúdame a ordenáh- Lo invité a pasar, mientrah cerraba la puerta; en cuanto hice ehto, volvió a sonar.
-¿Invitahte a alguien?- Cheeto me miró un poco confundido. La verdáh eh que no tenía idea que era.
-No… ¿No será…?- Me pusé pálido al pensáh en el solo hecho de que fuese Rubiuh.
   Fui a la puerta y tragando saliva, abrí.
-Eh tío, ¿Cómo va la vida?- ¿Francihco? Jodéh que no lo veo hace añoh.
-¿Cómo ehtáh? Ven, pasa- Lo recibí con una sonrisa enorme. Vale, admito que ehtrañaba a ehte tío. Eh buen zagal.
     Invité a Cheeto y a Francihco a pasáh a la sala de ehtar que lo único que le quedaba era el sofá y una mesa.
-¿Y, como te ha funcionado lo planeado?- Francihco me miró ansioso, lo que me puso bahtante nervioso, ¿cómo coño le digo que el plan se fue a tomáh por culo?
-La ha cagáoh- Comentó Cheeto, adelantándose y poniéndome aún máh nervioso.
-Joder, ¿Qué hiciste ahora?- Fran frunció el ceño, ehcondiendo mitad de su cara en la bufanda que llevaba puehta.
-Eh…- Tragué saliva, inquieto. Jodéh, lo admito, la lié.
-Me besé con Rubiuh en un callejón- Le dirigí una mirada rápida a Francihco, Cheeto no s equedó callado.
-Máh bien lo violó en un callejón- Me cago en ti Cheeto, ¿de que jodíoh láoh ehtáh?
-¿Qué tu qué?- Francihco me miró como si se hubiese atragantáoh con algo, mientrah yo miraba a Cheeto con cara asesina.
-Que ioputa. No lo violé, pero…lo besé- Me encogí de hombroh, dehpuéh de tóh lo hecho, hecho ehtá.
-Serás gilipollas Mangel. Supongo que el plan se fue a tomar por culo- Fran suhpiró resignáoh, mientrah, de manera fugaz, la llamada de Rubiuh entró en mi mente.
-Por cierto, Rubiuh me llamó- Acoté de manera rápida para que pasase desapercibíoh mi comentario.
-¿Cuándo?- Cheeto me miró en plan “Y no me contahte, ioputa”.
-Hoy en la mañana. Le contehté, pero no me habló. No sé que cojoneh quería- Loh miré a loh dóh, mientrah elloh se miraban de igual manera, pero máh cómplice.
-¿Y? ¿Qué piensas hacer?- Francihco se acomodó en el sofá, mientrah miraba a Cheeto a ratos.
-Si, no, no sé. No eh como si pudiese hacer algo- Loh miré a loh dóh, sintiendo esa jodida sensación de ehtar en dehventaja.
-Seráh gilipollah. Anda a verlo, ioputa. De seguro te llamó por eso- Vi como Fran asentía con la cabeza, mientrah Cheeto fruncía el ceño. Jodéh, que se cabrea muy fácil.
    Loh miré decidíoh a loh dóh, mientrah me levantaba del sofá, en buhca de lah llaveh del piso, un jodíoh abrigo y el móvil.
-Cheeto, quedah a cargo. Atiende a Francihco- Se lo dije como un secreto, mientrah le daba la mano a Fran pa’ dehpedirme.
-Graciah por veníh. Ereh un gran tío- Le sonreí, alejándome a la puerta de entráh. Mierda…ehtoy demasiáoh ansioso.