Capítulo 44

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Narrado por Rubius

-Gracias tío, eres la polla, en serio- Abracé casi desesperado a Willy, que me miraba con cara de no entender absolutamente nada. Vale, es normal.
-Tu tranquilo, pero ¿por qué tan de repente?- Cerró la puerta de entrada, mientras me quitaba de encima el abrigo que no podía estar mas empapado.
-Algunos problemas por aquí y por allá. En serio te agradezco que me hayas dado casa por esta noche- Le dije sin dirigirle ninguna mirada; No quiero seguir con el tema por hoy.
-Bueno chaval, sabes que aquí no hay problema en que te quedes. Hablé con mis padres y dijeron que ningún problema. Te preparé una cama en mi habitación- Me hizo un gesto con la mano para que lo siguiese por un pasillo bastante angosto.
-Tienes una casa muy acogedora Willy. Creo que sólo había venido un par de veces- Miraba las paredes llenas de fotografías familiares, lo que me hacía recordar mi propio hogar.
-Si, bueno… mi madre se preocupa de dejar la casa lo mas mona posible. A mi me da igual, pero vamos, que siempre pinta bien tener un hogar acogedor- Me comentaba dándome la espalda, mientras llegábamos a su habitación que, madre mía, decir que era pequeña, ya era mucho.
-Te equivocas Willy… No sabes cuanto extraño estar de vuelta en la casa de mis padres. Tú los tienes cerca, y también a tu hermana. Yo hace un buen tiempo que no hablo con la mía- Cerré la puerta de la habitación de Willy, para sentarme en su cama mientras él apagaba el ordenador que, de seguro, estuvo usando todo el santo día.
-Creo que vivir solo te ha ayudado a valorar esas cosas- Se giró en la sillita con ruedas, mirándome de frente.
-Bueno… creo que si- Me encogí de hombros, sin saber que más decir. Sabía que tarde o temprano le tenía que contar las razones por las que me encontraba sin casa temporalmente.
-Dame un segundo Rubius- Se giró nuevamente en la silla, cancelando la acción de apagado del ordenador, para comenzar a teclear.
-Vale, tómate tu tiempo- No entendí muy bien con quién hablaba a las tres menos diez, pero tampoco era asunto mío.
-Que tonto eres chaval…- Lo escuché susurrar, mientras seguía tecleando de manera enérgica.
-¿Me dijiste algo?- Vi como se giraba rápidamente, con las mejillas coloradas como un tomate. Vale, que a Willy eso se le nota a kilómetros.
-No tío… es solo que. Da igual, no te preocupes, hablaba solo- Se giró nuevamente al monitor, para cerrar todo y apagar definitivamente el ordenador.
-Bueno, creo que me dormiré Willy- Comenté mientras bajaba a la cama improvisada que estaba ya armada en el piso.
-Vale. Descansa- Fue lo último que le escuché decir, antes de dormirme profundamente.
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-¿Qué suena?- Bostecé mientras restregaba mis ojos con bastante pereza.
-Es mi hermana. Está tocando el piano- Escuché el murmullo de Willy que provenía del ordenador. ¿A que hora se levantó?
-Willy, tío, ¿Ya estás grabando?- Terminé de despertar, para notar como seguía en pijama.
-No chaval, ni que fuera Vegetta- Soltó una risita boba, para luego quedarse en silencio. ¿Vegetta? ¿Por qué?
-¿Se levanta temprano?- Le pregunté algo que me parecía en extremo lógico, pero quería tenerlo claro.
-Si. Todos los días está en pié antes de las ocho, ¿Y puedes creer que hasta le alcanza el tiempo para hacer ejercicio?- Sentía como le animaba hablar de Vegetta. La relación de ellos es como la mía con la de Mangel; solo que ninguno de los dos tiene atracciones más allá de la amistad.
- Por lo que me cuentas puedo deducir que es un tío muy entusiasta- Le comentaba mientras me sentaba en la cama improvisada.
-Si. En cierto modo lo admiro como persona y como Youtuber. Es una excelente persona- Me sorprende la capacidad que tiene de admitir ese tipo de cosas.
-Se nota que son muy buenos amigos- Le sonreí mientras él aún miraba el ordenador.
-Lo somos- Me contesto de manera rápida, cosa que entendí como un “Calla y deja de preguntar cosas”.
-Bueno… ¿Me prestarías la ducha?- Le pregunté levantándome por fin.
-Claro. Sal de la habitación, camina al fondo del pasillo y habre la penúltima puerta- Me lo dijo sin dirigirme mirada alguna.
    Salí de la habitación de Willy, luego de que me prestase una toalla, y me dirigí a la ducha con el móvil en una mano y con mi ropa en la otra.
-¿Cheeto?- Me percaté de que tenía una llamada perdida de él. Joder, que habrá pasado ahora. No creo que sea una buena idea devolverle la llamada. Esperaré a que me vuelva a llamar.

Luchemos Por Esto - Fanfic (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora