Es tan simple para los demás juzgar, opinar, decir que tenes que hacer, que no, como debes sentirte. Pero nadie sabe el peso de cada palabra, el dolor, la importancia y como golpea en la otra persona. Para algunos será una simple opinión, un decir...
-Duki: ¿de verdad queres? -hizo una pausa- estas muy pasada de alcohol al igual que yo, pero no quiero que mañana te arrepientas... ¿estas segura?
Realmente yo estaba con varios litros de alcohol encima, y en el momento me deje llevar, era imposible parar ahora con lo que el provocaba en mi. Pero todavía estaba "decente" como para tomar decisiones, y era consciente de lo que iba a hacer. Lo que me daba confianza porque era el, sabia que me iba a cuidar y que no se aprovecha de mi estado.
-Emi: si, estoy segura. Jamás dudaría de estar con vos. -lo bese-
Apenas escucho mi consentimiento siguió donde se quedo. Los besos eran cada vez mas apasionados, nuestras manos recorrían la piel del otro, nos habíamos hecho adictos a esto.
No tardamos mucho mas en caer ambos a la cama, yo encima de el, pero de un momento a otro me giro quedando esta vez yo abajo, beso casa centímetro de mi cuerpo.
Cuando ya toda nuestra ropa se encontraba en el piso, y estábamos en el mejor momento, se puso protección y pude sentir como entraba en mi, mientras agarraba mi mano y entrelazamos los dedos. Esa sensación era única. Realmente era la gloria.
Finalmente cada uno llego a el punto máximo de placer, y caímos rendidos a dormir, sonrientes y felices.
(al otro día)
Narra Duki:
La luz de sol entrando por la ventana hizo que me despierte. Apenas abrí los ojos y me estire, mire hacia mi derecha. Ahí estaba ella, de costado, dejando ver su espalda desnuda. Todavía seguía dormida, así que me tome unos minutos para contemplarla.
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Es imposible de creer que amanece y la tengo en mi cama. Y no, no lo digo por que sea un "trofeo" haberme acostado con ella. Lo digo porque todavía no caigo de como esta mujer tan hermosa, increíble y única esta a mi lado. La conexión que tenemos como si nos conociéramos de toda la vida, ella es mi lugar seguro. En tan poco tiempo dio vuelta todo, es junto a ella en donde puedo estar y relajar todo el estrés de mi día a día.
Ella me conoce mas que nadie últimamente. Sabe que me gusta, mis miedos, sueños, frustraciones, todo. Y es como si de su boca solo saliera lo que necesito y quiero escuchar.
Todo esto pasaba por mi mente mientras la miraba, hasta que su voz me saco de mi mundo.
-Emi: buen día... o buenas tardes -mostro su hermosa sonrisa- no se que hora es. -dijo aun con los ojos cerrados-
-Duki: son las... -mire mi celular- 3 de la tarde. -acaricie su espalda-
-Emi: ay no -abrió los ojos de golpe- a las 6 tengo sesión con la psicóloga.
-Duki: no sabia amor, sino te despertaba antes... ¿Cómo te sentís?
-Emi: no tranquilo, hasta yo me olvide -ambos reímos- y me siento horrible. La resaca me esta matando, sobre todo el dolor de cabeza.
-Duki: no sos la única, yo estoy igual. ¿queres algo para el dolor de cabeza? -quedo frente a mi, aun acostados-
-Emi: si amor, y agua por favor.
Emilia me daba tanta ternura, tendrían que haber visto su carita al despertarse. Se ve hermosa hasta en ese momento, quien pudiera, yo debo estar hecho un horror.
Me levante de la cama y levante mi bóxer. Nuestra ropa todavía seguía en el piso, a lo que también levante mi pantalón y me lo puse, luego de ir al baño baje a la cocina para agarrar el agua y también los analgésicos. Tome el mio y subí.
Al entrar ella ya se había puesto su ropa interior, pero seguía sentada contra el respaldo de la cama.
-Emi: gracias -agarro el agua y la pastilla- yo en un rato ya me tengo que ir, tengo que bañarme y cambiarme rápido en casa.
-Duki: bueno bebe, ¿bajamos a comer algo?
-Emi: no tengo mucha hambre la verdad, me duele el estomago de tanto alcohol.
-Duki: ¿un café aunque sea? -le agarre la mano- así te despertas.
-Emi: esta bien... me parece que voy a tener que empezar a dejar ropa acá porque nunca tengo nada -reímos los dos-
-Duki: hasta te hago espacio en mi vestidor si queres -dije mas sonriente que nunca- te amo.
-Emi: yo mas mi amor. -la bese-
Le preste ropa a Emi como siempre y bajamos a desayunar a pesar de la hora que era. Ahí ya estaban Lit y Ori, que preparaba todo.
-Lit: buenas noches dormilones -dijo con su humor característico-
-Duki: me había olvidado que no juntamos nada anoche. -mire todo el desorden del living-
-Ori: yo me quedo un rato mas y los ayudo a juntar todo.
-Lit: no hace falta Ori, bastante con que ya estas haciendo el desayuno.
-Ori: es lo mínimo que puedo hacer, me quedo igual no se discute. -siguió cocinando-
-Emi: yo me quedaría a ayudar, pero tengo que irme rápido... perdón.
-Lit: no pasa nada amiga, después te cobramos los gastos de limpieza jajaja.
-Duki: jajaja no seas gato -se tentó-
-Ori: ¿A dónde vas amiga? -pregunto intrigada-
-Emi: hoy tengo la primer sesión con la psicóloga, que me puso el juez de la causa.
-Ori: ¡cierto! Mi cabeza sigue con resaca. -sonrió-
Mientras las chicas hablaban de ese tema, Lit me hizo una seña para que nos alejáramos. Así que disimuladamente nos fuimos para el living y ellas no lo notaron.
-Duki: ¿Por qué tanto misterio? -dije algo confundido-
-Lit: te mande 200 mensajes -susurro para que no escuche nadie-
-Duki: no los vi amigo, ni toque el celular... pero decime que paso me estas asustando boludo. -me acerque para escucharlo mejor-
-Lit: ¿no entraste a Twitter? -negué con la cabeza- ¿a los portales de noticias? -volví a negar- ¿Instagram?
-Duki: no, si me levante hace dos segundos, podes dejar de dar tantas vueltas que se van a dar cuenta, soltalo de una.
-Lit: me desperté temprano y me quede acostado mientras Ori dormía, y apenas entre a Instagram estaba lleno de tus fotos con Emilia en el boliche, y todas las notas la dejan mal parada a ella, como que andaba conmigo por el día del show de Mari que estamos de la mano y ahora esta con vos.
-Duki: no puede ser -me agarre la cabeza con ambas manos-
-Lit: si gato horrible, y eso que no te dije lo peor.
