-Emi: si, los chicos me ayudaron -los señale- ¿por qué tardaste tanto?
-Duki: por que no se quería subir a su auto. Estuvimos hablando, le deje bien en claro que después de lo que hizo hoy se termino nuestra amistad, que tampoco vamos a trabajar juntos. Mi limite sos vos, y en el momento que decidió lastimarte la saque de mi vida. -suspiro- y en cuanto a los de las infidelid... -no lo deje terminar-
-Emi: no me interesa. Yo creo en vos, jamás me harías eso. No necesito explicaciones, porque se que me amas. Y se la clase de persona que sos. -lo tome de las manos-
-Duki: jamás lo haría. -acorto la distancia- no se me cruza por la cabeza ni en chiste tocar o besar a otra mujer que no seas vos.
Sus palabras sirvieron para sanarme. Es como si tuviera el poder de con las palabras correctas desactivar mis malos pensamientos. Obvio que creo en el. A pesar de tener esos segundos en donde mi cabeza va para cualquier lado y piensa lo peor, en el fondo siempre se que me ama.
Con su mano corrió el pelo de mi cara y lo puso detrás de mi oreja. Me miro unos minutos a los ojos, y luego mis labios. Esta situación se estaba poniendo caliente. No podía aguantar que me mire y no me bese. Así que de ansiosa que soy lo bese yo. Nuestros besos iban subiendo de nivel, nos olvidábamos de donde estábamos.
El apretaba mis caderas contra las suyas, lo que me hizo notar que se estaba empezando a poner duro. La calentura era tal que no nos importaba donde estábamos, aunque la oscuridad y que los chicos estaban en su mundo bailando, estaban a nuestro favor.
Así que una mirada basto para que me tome de la mano y juntos corramos al baño de mujeres que era el mas cercano. Apenas entramos, sin dejar de besarnos el estiro su mano y le puso traba a la puerta.
El ya no daba mas de la erección que tenia y yo tampoco aguantaba, cada vez estaba mas húmeda. Así que en cuestión de segundos, me agarro de la cintura y me subió a la mesada. Mientras besaba mi cuello y tocaba mis pechos, el deseo y calentura iban subiendo.
Llegamos al punto que no podíamos controlarnos, así que mientras levantaba mi remeron y corría mi ropa interior a un costado, saco de su bolsillo un preservativo el cual se puso, y en menos de un segundo ya estaba dentro de mi.
No hay sensación mas satisfactoria y placentera que esto. Sus embestidas iban cada vez mas rápido, tenia sus manos en mis caderas para apretarme mas contra el.
Intentamos aguantar hacer ruido o gritar aunque era imposible. Pero después de un largo rato llegamos al máximo climax y respiramos como si hubiéramos corrido una maratón. Mis piernas temblaban a mas no poder.
-Duki: te amo -dijo intentando respirar normal-
-Emi: estamos locos -mire a mi alrededor- yo también.
Nos acomodamos la ropa ambos y antes de salir nos reímos. Era la primera vez que hacíamos algo así. Ninguno de nuestros amigos noto lo que había pasado. Realmente ustedes mas que nadie saben la ruleta de emociones que puede haber en un día de mi vida. Felicidad, nervios, enojo, tristeza, amor, placer, todo es posible en un día.
Como si nada nos sumamos a la ronda de baile. Ya faltaba poco para irnos. Todos estaban super en pedo y eufóricos.
-Ori: señorita -nos alejamos de todos- nadie se habrá dado cuenta que paso pero yo si -hizo cara sexy-
-Emi: dios amiga que vergüenza -reímos ambas-
-Ori: lo que si, se van a dar cuenta, por que tenes tremenda marca en el cuello, y el también. -lo señalo- la próxima aguántense.
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QUIERETE, así como eres. |Emilia Mernes & Duki|
Fiksi PenggemarEs tan simple para los demás juzgar, opinar, decir que tenes que hacer, que no, como debes sentirte. Pero nadie sabe el peso de cada palabra, el dolor, la importancia y como golpea en la otra persona. Para algunos será una simple opinión, un decir...