Capítulo 106: Mensajes.

1.2K 187 160
                                    

Pese a la explicación de McCormick, ninguno de los chicos dejó de estar atento a la conversación entre sus jefes y su compañero repostero. Incluso el mesero rubio permaneció junto a ellos pues en el fondo estaba igual de interesado por el desenlace de esa conversación.

Al final la conversación duró poco más y terminó con el rubio agachando la cabeza como si hiciera un gesto de gratitud y se dispuso a volver a su puesto.

Todos los mirones se aseguraron de disimular volteando y fingiendo que no veían nada, ninguno quería incomodar al chico.

Butters por su parte no miró a ninguno, no notó que todos estaban extrañamente cerca, fue directamente a su puesto de trabajo. Sus jefes hicieron lo mismo y el rubio de ojos verdes volvió a su puesto en la registradora.

-Parece que todo salió bien – Señaló Stan.

-Craig debió aprobar su permiso – Clyde estaba seguro de ello. Sabía que la razón por la que Craig tenía mucha paciencia con Butters era porque tenía experiencia tratando con chicos nerviosos a quienes socializar y hablar con otros les era difícil.

-Eso quiere decir que no veremos a Butters por un tiempo después del viernes – Concluyó Kyle.

-Eso es mejor a no verlo nunca más por aquí – Dijo Kenny, quien sabía muy bien que los padres del chico seguían sin estar conformes con que trabajara y esperaban cualquier detalle para obligarlo a renunciar.

El sentimiento general era de melancolía. Stotch ni siquiera se había ido ya pero imaginar que no lo tendrían con ellos por un tiempo les desanimaba y preocupaba un poco. Kenny no pudo lidiar mucho con esa sensación así que se escabulló de la mirada de su jefe para ir a la cocina.

Cuando entró se encontró con Chef palmeando la espalda de su amiguito, al parecer ya le había contado todo. Chef no sabía muchos detalles acerca de la familia de Butters pero siendo que era quien respondía las llamadas de la directora haciéndose pasar por su padre, tenía conocimiento de al menos una parte.

-Hola, Kenny -.

-Hey, Chef – Sonrió levemente – Hey Butter... -.

El chico, quien permanecía con la mirada gacha la levantó sólo para mirarle. Sus ojos expresaban tristeza y Kenny creyó saber por qué.

Pedir un permiso de vacaciones no es algo del otro mundo, es algo que todo trabajador termina haciendo alguna vez en su vida, pero para Butters era un asunto muy serio. No estaba pidiendo ese permiso porque quisiera, lo hacía porque sus padres se lo ordenaron.

Ese permiso para ausentarse debía sentirse como si sus padres le reafirmaran que podían hacerlo renunciar si ellos quisiesen.

Y eso era aterrador para el chico.

-¿Cómo te fue? – Preguntó manteniendo su pequeña sonrisa.

-B-Bien... – Butters hizo un esfuerzo por escucharse bien. No quería que le escuchara triste porque no quería que le creyera exagerado - ...Craig y Tweek autorizaron mi permiso -.

-Oh, eso es bueno – Lo dijo no porque le alegraba que se fuera, sino porque al menos no tuvo problemas por solicitar ausentarse.

Butters sólo asintió volviendo a agachar la cabeza.

Chef miró a Kenny con preocupación pues el chico parecía completamente abatido y triste. El mayor palmeó el hombro del rubio más alto pidiéndole que se hiciera cargo mientras él continuaba con su trabajo.

Si había alguien que podía animar a Butters, ese era Kenny. Eso pensaban todos en la cafetería.

Y aunque quizás era verdad, Kenny se sentía presionado. En ese momento sentía la presión de ser quien le consolara pero también sentía algo de impotencia al pensar que quizás no sería capaz.

Lo Que Elegí - South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora