Leopold "Butters" Stotch vuelve a Denver, su ciudad de nacimiento, luego de vivir 10 años en Chicago. Ingresa en la preparatoria South Park para su ultimo año antes de entrar a la universidad, allí conocerá a nuevas personas y alguien que será sumam...
Clyde Donovan nunca había sido un estudiante modelo, desde la escuela primaria había tenido problemas, sus calificaciones nunca fueron las mejores y sus proyectos tampoco eran los más destacados.
El fuerte del chico no eran los estudios, lo suyo era más el ámbito social. Siendo poseedor de una personalidad extrovertida, le era fácil relacionarse con sus compañeros y llevarse bien con ellos, por ello cuando se trataba de hacer trabajos en equipo, nunca se quedaba sin compañeros, aunque lo cierto era que esos trabajos tampoco se destacaban.
Desde que entró a la escuela secundaria se había propuesto a mejorar sus notas por lo menos un poco, pero en realidad, las mejores notas del chico se daban cuando debía hacer trabajos en equipo con un equipo formado por los profesores. Clyde normalmente no tenía problema para acoplarse a los compañeros que se le asignaran, sin embargo ahora...
- Ah... Bueno... ¿Hola? -.
El extrovertido chico se sentía extrañamente incómodo, mirando a los que la profesora asignó como sus compañeros de trabajo. De entro todos los chicos, justamente debía asignarle con quienes nunca había hablado. Craig Tucker, Tweek Tweak y Token Black. Sabía sus nombres gracias al pase de lista diario, pero nunca había hablado con ellos hasta el momento. Se sentía extraño hablándoles, no sabía qué decir.
- Hola, yo soy Token -.
El primero en presentarse fue un chico de piel oscura y amable mirada.
- Es extraño, llevamos 2 meses de clases y no recuerdo haber hablado con alguno antes - Dijo con una sonrisa que buscaba romper el hielo. - Espero que nos llevemos bien -.
Clyde se sorprendió un poco por la forma tan simple en la que lo dijo, ya que él no podía imaginarse diciendo eso aunque lo creyera.
- Sí, yo espero lo mismo - Dijo con una media sonrisa, intentando verse convincente, pero en realidad no se sentía del todo seguro.
Token, parecía un chico agradable, pero los otros dos eran un caso diferente. El rubio se mantenía detrás del de cabello negro, como si se escondiera, les miraba con temor y el otro como si no tuviera interés alguno en ellos.
Esa no fue de sus mejores primeras impresiones.
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- ¡Clyde! ¡Date prisa! ¡Se te hará tarde! -.
- ¡Y estoy aquí! -.
Clyde Donovan de 14 años se sentó en la mesa del comedor para empezar a degustar sus panqueques recién hechos y recién servidos bajo la mirada de su hermana.
- Oye, come con cuidado, te estás manchando toda la cara - Dijo Judy sin entender cómo su hermano podía comer con tanto desorden.
- ¿Hmn? - Clyde la miró con las mejillas manchadas de miel.
