26 de diciembre.
Ya habían pasado dos días desde que Token Black no tenía contacto con su amigo Clyde Donovan. Dos días en los que no hizo nada más que pensar en el chico.
Estaba preocupado. Muy preocupado.
Y eso era extraño.
A pesar de sentirse preocupado, Token no entendía del todo por qué lo estaba.
Recordaba la cara de Clyde al verle con Nicole en su casa, recordaba bien la expresión que tenía en su rostro y aunque en ese momento no pudo reaccionar, ahora sabía que Clyde no estaba bien. Conocía muy bien al chico para saber que estaba mal.
Finalmente luego de meses de ocultarlo, Clyde descubrió que le había mentido acerca del tiempo extra que ayudaba a su padre. Clyde supo que todas las salidas que le canceló por ese dichoso trabajo en realidad fueron porque se veía con Nicole.
Clyde era muy ingenuo, pero sabría entender eso. Sabría darse cuenta que le estuvo mintiendo por meses.
Mentirle fue una de las cosas más difíciles que tuvo que hacer, pero no tuvo de otra.
¿O sí?
¿Realmente fue necesario tener que mentirle?
¿Fue necesario mentirle para poder verse con Nicole?
¿Qué habría dicho Clyde si le hubiera dicho que no podía reunirse con él porque saldría con Nicole?
Fuese como fuese, terminó diciendo mentiras por ello y ahora debía lidiar con las consecuencias.
- Token, cariño ¿Por qué aún no bajas? Te estamos llamando desde hace 20 minutos -.
El chico se encontraba en su habitación, miraba por su ventana mientras reflexionaba en toda la situación con su amigo, ignorando así los constantes llamados de sus padres para que bajara a desayunar.
- Lo siento, mamá, ahora bajo -.
Linda Black no pareció muy convencida, así que le dirigió una mirada de extrañeza antes de cerrar la puerta y bajar al comedor.
Sabiendo que no podía permitirse más tiempo de reflexión, Token se apresuró a aclarar un poco su mente para tener un desayuno tranquilo con sus padres. En cuestión de dos minutos salió de su habitación para bajar al comedor.
La casa de la familia Black era grande, contaba con varias habitaciones, un amplio jardín, una sala de estar de gran tamaño y por supuesto un gran comedor para recibir invitados en ocasiones especiales, pues en aquella familia solo había tres miembros.
Pese a que los Black no eran la tradicional familia adinerada regida por costumbres, sí tenían algunas muy marcadas como lo eran los lugares asignados a la mesa. El jefe de la familia, Steven Black, se sentada en la punta principal frente a la gran ventana que daba al gran jardín, a su lado derecho se sentaba su esposa Linda y a su izquierda su hijo Token.
La familia era muy unida entre sí, los padres siempre se enfocaron en fomentar la confianza y la comunicación entre ellos, así como hacerle saber a su hijo que podía acudir a ellos para cualquier cosa que necesitase. Era una familia unida y que se conocía muy bien, por lo que no fue difícil para los padres darse cuenta de que algo mantenía pensativo a su hijo.
- ¿Ocurre algo, Token? Has estado muy callado – Cuestionó Steven.
- ¿Hay algo que te preocupa, cariño? – Preguntó Linda.
Token, quien solo había pronunciado las palabras de buenos días antes de callar, dejó de lado su desayuno por un momento y miró a sus padres. Podía ver en sus rostros que genuinamente estaban curiosos y un tanto angustiados.
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Lo Que Elegí - South Park
FanfictionLeopold "Butters" Stotch vuelve a Denver, su ciudad de nacimiento, luego de vivir 10 años en Chicago. Ingresa en la preparatoria South Park para su ultimo año antes de entrar a la universidad, allí conocerá a nuevas personas y alguien que será sumam...