Lo Que Elegí - South Park

Capítulo 96: Memoria.

La memoria de las personas es algo increíble y muy curioso, algo de un límite incalculable.

Existen personas capaces de recordar cada momento de su vida, incluso el momento en el que nacieron, por otro lado también existen aquellos que olvidan todo fácil y rápidamente. Ambos casos son fenómenos imposibles de predecir y calcular, pues no hay nada biológica o físicamente diferente en las personas que pueda determinar estos dos fenómenos.

Dejando de lado los casos extremos, la mayoría de las personas se encuentran en un término medio en cuanto a la memorización de información. El alcance de su memoria suele estar determinado al nivel de importancia que se le da a esa información o acontecimiento.

Sin embargo, existen factores externos que influyen en la capacidad de retención de los hechos, como lo son el alcohol o la presión psicológica provocada por un trauma. El sueño es uno de esos factores, un estado de descanso donde nuestro cerebro reposa mas no deja de trabajar, manifestándose muchas veces en sueños.

El sueño es un estado frágil y complejo, nuestro sistema nunca deja de trabajar pero la consciencia se ausenta, es por eso que muchas veces no recordamos qué era lo que soñábamos tan sólo un minutos después de despertar. Sin mencionar que también existen manifestaciones como el sonambulismo o el hablar dormido.

El hecho era que la mayoría de las personas no recuerda lo qué hizo estando dormido, sus acciones así como las hechas en el borde entre el sueño y la consciencia, muchas veces son imposibles de recordar.

Eso era lo que le estaba pasando a Clyde.

-¿Nada? ¿Absolutamente nada? - Judy arqueó una ceja en extrañeza por lo que su hermano le contaba.

-Nada - Clyde negó mientras se sacudía el cabello - lo último que recuerdo es llegar a casa e ir a mi cuarto con Token, de allí sólo sé que me quedé dormido y cuando desperté, ya no había nadie -.

-Bueno, dormiste mucho - dijo tranquila, quitándole importancia al asunto y bebiendo tranquila un poco de su café.

-Lo sé, sigo sin poder creer que dormí tanto - Clyde mismo estaba sorprendido por la cantidad de horas que durmió.

-No es la primera vez, Clyde - le recordó. Parte de que ella no estuviera tan sorprendida por la historia de su hermano, era porque siempre solía ser lo mismo en esa fecha o en los primeros días posteriores.

El aniversario de la muerte de su madre sacudía a toda la familia, todos se veían afectados y sacaban su tristeza a su forma. Clyde solía llorar sin parar hasta finalmente quedarse dormido y una vez que lo hacía, no despertaba hasta el día siguiente sin importar qué tan temprano había comenzado a dormir. Su padre se la pasaba en su cuarto durante horas en su propio momento de privacidad para desahogarse.

Era la rutina de siempre para ese día, por eso la amnesia de Clyde no era tan sorprendente.

-Lo sé, pero siento algo diferente... - torció la boca pensativo.

-¿Cómo qué? -.

-Creo que hice algo que no debí hacer - miró hacia el techo con los ojos torcidos.

-¿Algo que no debiste hacer? - ella entrecerró los ojos - ¿Qué es lo último que recuerdas antes de haberte dormido? -.

-Pues... recuerdo que estaba en mi habitación - cerró los ojos - primero éramos sólo Token y yo, luego llegaron Tweek y Craig, luego... volvimos a ser sólo Token y yo -.

-¿Recuerdas algo que Token te dijera? - el interés de Judy se avivó de golpe.

-Enmm... me decía cosas lindas -.